- Señor Sullivan, muchas gracias por la bata, ahora puede irse – Sheila tenía la cara roja, sentía mucha vergüenza y todo era culpa de ese hombre, quería deshacerse del hombre malvado lo más pronto posible. Leandro, miro a Sheila y la guió por los hombros y acompaño a la mujer hasta su habitación, a Sheila se le hizo extraño, no recordaba haberle mencionado donde estaba su colcha.¿Como fue que el hombre la guió hasta su puerta? Cuando llegaron. Luna, estaba desesperada, sin saber dónde se encontraba Sheila, la había buscado por un buen tiempo por todas partes y no la pudo encontrar, en ese momento estaba hablando con Noah, estaba muy preocupada de que a Sheila le hubiera pasado algo malo. Sheila, intento abrir la puerta bajo los agudos ojos de Leandro, ella no quería que él entrara a la habitación. ¡No, claro que no! ¿Cómo le explicaría a su cuñada que todo el tiempo que se perdió, estaba con el hombre del que hablo pestes durante todo el viaje a la playa y el que decía que od
Sheila miro con ojos suplicantes a Noah, todavía tenía algo que hacer, ella era consciente del peligro, pero no podía evitarlo, así que miro a Noah, que estaba parado frente a ella y le dijo. - Noah, sé que estas preocupado por mi seguridad y por todo lo que está pasando, pero… ¿sabes con quien me encontré hoy? – Preguntó Sheila a Noah derivando el tema para convertirla en una súplica pasible. Noah ya sabía hacia donde iba la charla de la pequeña princesa. Noah, aunque estuviera lejos, siempre mantenía los pasos de la mujer bajo vigilancia, después de todo ese era su trabajo, mantenerla segura, pero de igual forma, mientras ella estuviera fuera de peligro, Noah la dejaría vivir su libertad, mientras ella pudiera gozar de ella. La quería como si fuera una hermana y le daba su espacio, ya que él tampoco podía gozar de su libertad total, el pequeño espacio que le quedara para respirar, ellos la aprovecharían sin ninguna duda. - Lo sé – Respondió Noah. - Pero… - Antes de termin
Matteo, se dirigió directamente dejando a su novia con la compañía de Andrea y su hermano, él tenía mucho tiempo sin sabes de algunas personas, y de lejos no podía convencerse si era o no esa persona.Una vez cerca de la persona, lo confirmo y dijo.- Señor Noah Brein, a que debemos el honor de su presencia en este lugar – Noah y Matteo nunca quedaron en malos términos, el trato de ayudar a su amiga, pero siempre la sangre le peso más, quizás el alejarse de ella fue lo mejor que Matteo pudo hacer por Sheila.Matteo, que pensó que le había hecho un favor a Sheila al conseguir que su hermano le diera el divorcio, la verdad no era nada.Noah ya había disuelto una unión falsa desde hacía mucho tiempo, solo que nadie tenía el conocimiento y él solo quería dejar vivir a su princesa, hasta que pasaron todas esas cosas y decidió darle la idea de hacer un recorrido por el mundo, ya que pasado el tiempo jamás podría tener la oportunidad de ser libre y hacer lo que quisiera.Noah, estaba tan tr
Sheila, camino por un pasillo hasta llegar a un lugar muy hermoso, donde las flores desprendían sus deliciosos olores y adornaban un fino camino hacia un pequeño puente de media luna. Ella detuvo su camino a la mitad del puente y respiro profundo mirando hacia el cielo, sus manos temblaban. Sheila, nunca se había enfrentado de esa forma a otra mujer, no había tenido esa necesidad y ahora era la primera vez que se enfrentaba a alguien, fue como su primer enfrentamiento en el que salió victoriosa, la mujer necesitaba más de ese valor para enfrentar su pronta vida, ella le atribuyo su valentía al vestido, ¿o serían sus tacones altos que la hacían ver más alta y fina o quizás por su excelente presencia de ese día? Ella no sabía que era, pero se sentía más valiente. Con la poca claridad que la luna le brindaba al lugar tan hermoso, unos brazos jalaron a la mujer de repente, Sheila que no estaba preparada y fue sorprendida, perdió su centro de gravedad y estrello su rostro contra un firme
Sheila miro directamente a los ojos tristes de Matteo, y luego se despidió de la pareja diciendo.- Fue todo un placer volver a míralo y conocer a su prometida, señor Spencer… Señorita Fischer, con permiso –Sheila enlazo el brazo de Luna, que también se despidió de las personas presentes y siguieron el camino que fijaba el puente.La mujer paso por el lado de Matteo y sintió un poco de sabor agrio en su corazón, pero esta vez no lo demostró, era la primera vez que la mujer enmascaraba sus sentimientos, y esa sensación le estaba empezando a gustar, esa sensación de poder, de responder a cada fracaso de su vida con la cabeza en alto, la hizo sentirse más fuerte, ya no quería ser pisoteada por los hermanos Spencer nunca más.Luna no percato el repentino cambio en el humor de Sheila, por el contrario, se sintió muy orgullosa de su cuñada, que por fin no permitió que su ex esposo Leandro Spencer la humillara junto con otra mujer.Para Luna, Leandro era el ex esposo de su cuñada, un maldit
El corazón de Sheila se agito violentamente, y su cuerpo se estremeció ante la mirada profunda y oscura de Leandro, sus cuerpos sufrían cambios internos de temperatura que ralentizaba sus estados emocionales, haciendo difícil su respiración.Leandro, rodeo sus brazos en la fina cintura de su pequeña ninfa sin quitar la mirada de ella, el hombre pego de un solo golpe el cuerpo de Sheila a su cuerpo, y acercando su cálido aliento al cuello de la mujer, dice…- Mi pequeña ninfa, no tienes por qué cubrir tu bello cuerpo con esas capas grotescas de pintura, para camuflar mi obra de arte, cada vez que mires una de ellas, me recordaras y sabrás que solo yo puedo ser tu hombre -Sheila parecía haber quedado en trance, no solo por la cálida voz que soplaba ante sus oídos, si también por los toques electrizantes que el hombre le daba, con solo eso ella quería perderse en el placer que el hombre le brindaba, pero escucharlo decir que solo él podía ser su hombre también la enojo, eso era una clar
El Hombre cogió la botella de vino que había descorchado y derramo todo el licor sobre el cuerpo desnudo de la mujer.Sheila tembló fuertemente, no sabía que era lo que pretendía hacer con ella ese hombre.Él siempre hacia cosas extrañas con ella, en los lugares más extraños, que la sorprendería sii hiciera algo tan normal, como cogerla y ya.- Hombre de hierro, ¿que estás haciéndome? ¡suéltame ahora! – Exclamo Sheila enojada.Leandro soltó las manos y las piernas amarradas de la mujer, Sheila se sentó sobre la mesa sintiendo el ardor en sus mejillas traseras y su cuerpo estaba totalmente empapado por el licor del costoso vino.¿Acaso estás loco? – Le grito Sheila, desesperada. - ¿Qué cómo provoque que tu noviecita regara su vino ahora me quieres hacer esto a mí? -Leandro no escucho los reclamos de su pequeña mujer, metió la mano en su bolsillo y saco un pequeño objeto en una bolsita de plástico, parecía ser de goma, pero Sheila no tenía la menor idea de que era eso.El hombre no
Era de madrugada y James estaba muy preocupado, porque Sheila no aparecía, la repentina desaparición de la mujer lo tenía sin sentido, James le marco demasiadas veces, pero no tuvo éxito de poder comunicarse con ella.Noah estaba por salir de la recepción sosteniendo el brazo de su novia, cuando fue detenido repentinamente por James.- Señor Brein, señorita Evans, ¿ustedes han sabido algo de Sheila?, estoy muy preocupado… Desde que salió después del incidente no regreso a la fiesta de la celebración, pensé en darle su espacio, este no es un ambiente para ella, pero no sé porque no ha regresado, ya ha pasado mucho tiempo –El chico de verdad estaba preocupado por la mujer, él recordó que ella siempre sufría accidentes inesperados cuando se encontraba con Matteo o con Dante, ahora se había encontrado con Matteo nuevamente después de mucho tiempo y él no estaba muy seguro si la mujer se encontraba bien.Luna que miro el sufrimiento del pobre chico le dijo.- Después del incidente con esa