No muy lejos de donde estaban Sheila y chico Flash conversando.Sheila sintió la mirada penetrante del hombre, desde que entro al agua y aun todavía podía sentir la helada mirada del hombre como un cubo del glaciar ártico y tan aguada como la de un halcón, sobre ella.Leandro, no se imaginó ver hablando a esas dos personas tan íntimamente, sabía que se conocían, pero no creía que fueran tan cercanos, como para pasar tanto tiempo juntos en el agua y seguir juntos después de salir.Un deseo de poder y posesión incontrolable emanaban del pecho de Leandro, el hombre no quería nada serio con la mujer, pero ella le pertenecía totalmente, desde el momento que la hizo suya.Andrea miro al malhumorado Leandro y le dijo.- Leandro, vamos al agua juntos, no sé nadar muy bien, pero sé que contigo estaré más que segura –Andrea solo quería estar en los brazos de Leandro, pero en ese momento dos sombras llegaron a su tumbona.Andrea miro al hombre que acompañaba a Sheila, y se sorprendió.- ¿Tío Ja
Sheila sintió un escalofrió eterno en su espalda baja, miro a su alrededor y la situación no era nada favorable para ella.Cuando los sonidos en la puerta desaparecieron, Leandro fijo su profunda mirada en la mujer, forzó las piernas de ella para que le rodeara las caderas y de un tirón abrió la bata de baño de la mujer.Sheila se apresuró, giro su mirada y dijo.- Si me tocas una vez más, te odiare –Ella estaba muy angustiada, sus marcas en su cuerpo llamaban mucho la atención, si el hombre dejaba nuevas marcas no tendría como explicarlo.Leandro sonrió de manera despectiva y le respondió.- Inténtalo… - Cuando Leandro dijo eso, Sheila sintió caer en un pozo helado y profundo, quería empezara a gritar, pero el hombre leyó sus pensamientos y le beso de una forma más fuerte la boca de la mujer.Sheila ya tenía sus labios hinchados y rojos por la fuerza que el hombre ejercía en cada beso.Sheila mordió el labio de Leandro con mucha fuerza, pero el hombre solo lamio su labio y siguió b
- oh, es…! – Sheila quería decir algo, pero al sentir los cálidos labios de Leandro subiendo por sus muslos, las palabras se le atragantaron.Cuando los labios de Leandro hacen contacto, una descarga eléctrica parece formar un aura fuerte entre ellos.- Señor Sullivan… Por… Favor –Dice la mujer con voz suave, que llegaba como cantos a los oídos de Leandro, aunque no lo llamo de la forma correcta, aun así, le gusto.- Todavía no –Dice el hombre retrasando la emoción de su pequeña ninfa.Sheila se estremece en un charco de placer cuando la lengua de Leandro se sumerge y se precipita entre sus piernas.- ¡Oooh…! - Dice Sheila, sintiendo la cálida lengua de Leandro entre sus piernas.La lengua de Leandro parece un canal, la conexión pasa de Leandro a Sheila en una rapsodia eléctrica.- Leandro… Para por favor… - Aunque en realidad ella no podía definir si quería que parara, lo que él hacía con su lengua se sentía muy bien en ella, al punto de tener que sostenerse de las paredes del p
- Señor Sullivan, muchas gracias por la bata, ahora puede irse – Sheila tenía la cara roja, sentía mucha vergüenza y todo era culpa de ese hombre, quería deshacerse del hombre malvado lo más pronto posible. Leandro, miro a Sheila y la guió por los hombros y acompaño a la mujer hasta su habitación, a Sheila se le hizo extraño, no recordaba haberle mencionado donde estaba su colcha.¿Como fue que el hombre la guió hasta su puerta? Cuando llegaron. Luna, estaba desesperada, sin saber dónde se encontraba Sheila, la había buscado por un buen tiempo por todas partes y no la pudo encontrar, en ese momento estaba hablando con Noah, estaba muy preocupada de que a Sheila le hubiera pasado algo malo. Sheila, intento abrir la puerta bajo los agudos ojos de Leandro, ella no quería que él entrara a la habitación. ¡No, claro que no! ¿Cómo le explicaría a su cuñada que todo el tiempo que se perdió, estaba con el hombre del que hablo pestes durante todo el viaje a la playa y el que decía que od
Sheila miro con ojos suplicantes a Noah, todavía tenía algo que hacer, ella era consciente del peligro, pero no podía evitarlo, así que miro a Noah, que estaba parado frente a ella y le dijo. - Noah, sé que estas preocupado por mi seguridad y por todo lo que está pasando, pero… ¿sabes con quien me encontré hoy? – Preguntó Sheila a Noah derivando el tema para convertirla en una súplica pasible. Noah ya sabía hacia donde iba la charla de la pequeña princesa. Noah, aunque estuviera lejos, siempre mantenía los pasos de la mujer bajo vigilancia, después de todo ese era su trabajo, mantenerla segura, pero de igual forma, mientras ella estuviera fuera de peligro, Noah la dejaría vivir su libertad, mientras ella pudiera gozar de ella. La quería como si fuera una hermana y le daba su espacio, ya que él tampoco podía gozar de su libertad total, el pequeño espacio que le quedara para respirar, ellos la aprovecharían sin ninguna duda. - Lo sé – Respondió Noah. - Pero… - Antes de termin
Matteo, se dirigió directamente dejando a su novia con la compañía de Andrea y su hermano, él tenía mucho tiempo sin sabes de algunas personas, y de lejos no podía convencerse si era o no esa persona.Una vez cerca de la persona, lo confirmo y dijo.- Señor Noah Brein, a que debemos el honor de su presencia en este lugar – Noah y Matteo nunca quedaron en malos términos, el trato de ayudar a su amiga, pero siempre la sangre le peso más, quizás el alejarse de ella fue lo mejor que Matteo pudo hacer por Sheila.Matteo, que pensó que le había hecho un favor a Sheila al conseguir que su hermano le diera el divorcio, la verdad no era nada.Noah ya había disuelto una unión falsa desde hacía mucho tiempo, solo que nadie tenía el conocimiento y él solo quería dejar vivir a su princesa, hasta que pasaron todas esas cosas y decidió darle la idea de hacer un recorrido por el mundo, ya que pasado el tiempo jamás podría tener la oportunidad de ser libre y hacer lo que quisiera.Noah, estaba tan tr
Sheila, camino por un pasillo hasta llegar a un lugar muy hermoso, donde las flores desprendían sus deliciosos olores y adornaban un fino camino hacia un pequeño puente de media luna. Ella detuvo su camino a la mitad del puente y respiro profundo mirando hacia el cielo, sus manos temblaban. Sheila, nunca se había enfrentado de esa forma a otra mujer, no había tenido esa necesidad y ahora era la primera vez que se enfrentaba a alguien, fue como su primer enfrentamiento en el que salió victoriosa, la mujer necesitaba más de ese valor para enfrentar su pronta vida, ella le atribuyo su valentía al vestido, ¿o serían sus tacones altos que la hacían ver más alta y fina o quizás por su excelente presencia de ese día? Ella no sabía que era, pero se sentía más valiente. Con la poca claridad que la luna le brindaba al lugar tan hermoso, unos brazos jalaron a la mujer de repente, Sheila que no estaba preparada y fue sorprendida, perdió su centro de gravedad y estrello su rostro contra un firme
Sheila miro directamente a los ojos tristes de Matteo, y luego se despidió de la pareja diciendo.- Fue todo un placer volver a míralo y conocer a su prometida, señor Spencer… Señorita Fischer, con permiso –Sheila enlazo el brazo de Luna, que también se despidió de las personas presentes y siguieron el camino que fijaba el puente.La mujer paso por el lado de Matteo y sintió un poco de sabor agrio en su corazón, pero esta vez no lo demostró, era la primera vez que la mujer enmascaraba sus sentimientos, y esa sensación le estaba empezando a gustar, esa sensación de poder, de responder a cada fracaso de su vida con la cabeza en alto, la hizo sentirse más fuerte, ya no quería ser pisoteada por los hermanos Spencer nunca más.Luna no percato el repentino cambio en el humor de Sheila, por el contrario, se sintió muy orgullosa de su cuñada, que por fin no permitió que su ex esposo Leandro Spencer la humillara junto con otra mujer.Para Luna, Leandro era el ex esposo de su cuñada, un maldit