Narra David de MaríaEstaba en mi última clase en el Tec, cuando Julio y Javier los amigos de Alondra me fueron a sacar de mi clase, algo que de inmediato me pareció demasiado raro. Me levanté de mi mesa y salí a hablar con ellos.–David, anduvimos buscándote de salón en salón – Me dijo Julio – Menos mal que hemos podido dar contigo.–Hola, ¿Qué ha pasado?, ¿Le ocurrió algo a Alondra? – Pregunté sintiendo como el corazón se me quería salir del pecho.–No sé cómo decirte esto David – Suspiró Javier al borde del colapso – Alondra no está con nosotros. Ha venido Doña Petra y se la ha llevado a punta de golpes.– ¡Mierda!Al escuchar a Javier decirme eso, sentí como si me hubieran arrojado encima un cubo de hielo de lleno sobre la cabeza. Pasaron en mi mente mil y un escenas. Como un loco volví por mis cosas al salón y sin pedir permiso al profesor y sin importarme nada, me salí de clases y me fui con Javier y con Julio, caminamos apresurados hacia el estacionamiento.–Le hemos intentado
Narra David de MaríaLe di golpes a la puerta con el puño y unas cuantas patadas y aun así nadie salió a atendernos, no sé a dónde se la habrán llevado. Me llevé las manos a la cabeza y comencé a llorar y a gritar, de dolor, de coraje y de tristeza. –No, no, no.Alondra era uno de los seres más importantes de mi vida, era mi todo, no la podía perder, así nadamás. Mi madre de inmediato me abrazó. No sabría qué hacer, si esa mujer arrancaba a Alondra de mi lado, estaba dispuesto a todo.–David hijo, lo comprendo, pero tienes que tranquilizarte. Vamos a la casa y volvemos más tarde, de nada sirve que sigamos aquí.No me podía ir, si por casualidad llegara a salir alguien, me tendría que dar razón de mi novia. –Madre, estoy preocupado por ella, tenemos que ir a la policía o a dónde haga falta, no nos podemos quedar de brazos cruzados. No me podía imaginar a mi niña, a mi preciosa novia, pasando por todo esto sola, sin que nadie la auxiliara, sin siquiera tener a nadie que la defendiera
Narra Alondra FerreyraÍbamos de camino a casa de David en el auto de Carmen con Javy acompañándonos. Me sentía muy mal, tanto física como mentalmente, mi debilidad era notable y el dolor y ardor en la espalda era insoportable, no me podía sentar bien en el auto, pues la espalda no la podía recostar en el asiento. En todo el trayecto, David me abrazó, me besó, y me estuvo consolando todo el tiempo que tardamos en llegar a su casa.– ¿Te duele mucho, mi amor?–Sí, siento la piel caliente y me arde.–En cuanto lleguemos, te acuestas enseguida, espero que te duermas.–No sé, si vaya a poder.Tenía muchas ganas de llorar, pero quería ser fuerte, no me podía derrumbar por esto, solo sabía que a Petra, no la quería volver a ver en mi vida, algún día se iba a arrepentir, de todo lo que me había hecho, pero esto no se lo iba a perdonar, y mucho menos a mis tías, ellas por compradas, porque siempre estaban al pendiente de lo que su hermana les podía dar, eran una vendidas. Mientras tanto
Narra Alondra FerreyraCarmen subió a llevarme un té y algo de comer. Se sentó un rato con nosotros, más tarde Julio también pasó a verme y mientras estuve con Julio y con Javier en la recámara de David. Carmen hablaba algo allá en la sala con la mamá de Julio.–Julio dime la verdad por favor, ¿David y Carmen no tendrán problemas con mi madre, por tenerme aquí en su casa?–No Alondra. Pero tienes que ir a declarar a la delegación, lo que ha pasado. Mi madre pondrá la orden restrictiva contra Petra, pero debe haber un antecedente.–Lo sé, debe constar en el acta que Petra me ha hecho daño, con el fin de que cualquier cosa que pase recaiga en ella – Dije con seguridad.–Así es. Estaremos viniendo a verte diario, para visitarte y traerte las tareas, mientras puedes volver al Tec – Aseguró Javy – Prométeme que vas a estar bien Alondra.–Lo estaré y ustedes también prométanme que, se van a cuidar allá afuera de la loca de Petra, tengo miedo que quiera hacerles daño.–No nos pasará nada, Pe
Narra David de MaríaEsa noche después de curar a mi princesa Alondra, pasamos una noche terrible en la que ella no encontraba adecuadamente, una postura para dormir. Le dolía mucho su espalda, yo trataba de hacer lo que más podía, para aminorar su dolor y me desesperaba, ya que nada daba resultado hasta que a mi madre, se le ocurrió la idea de inyectarle un analgésico a Alondra. Después de eso, cuando le comenzó a hacer efecto, ella pudo dormir y por consiguiente yo con ella también.Me imaginaba que todo el proceso de curación, iba a ser largo, pues las heridas tendrían que estarse checando constantemente, para que no se le fueran a infectar. Al día siguiente, no sabía ni qué hora era cuando mi madre me despertó. Me froté los ojos para abrirlos bien y vi que ya todo estaba muy claro, debían ser más de las 11 am, Alondra seguía perdidamente dormida.–David hijo, buenos días. Siento despertarte, pero ha venido Rosa la madre de Julio, me vino a comentar que es importante que vayamos a
Narra David de MaríaAl llegar a la delegación ahí estaba Doña Rosa, que era abogada y madre de Julio, así como él y Javier quienes también, declararían lo ocurrido en el Tec. Pasamos con una agente de la delegación, quién le iba a tomar declaración a Alondra, afortunadamente, me permitió pasar con ella, mi chica estaba muy nerviosa.–Alondra mi amor, todo estará bien. Dame tu mano, todo lo vamos a vivir y a enfrentar juntos sólos tú y yo.–Sí mi amor. Todo será juntos, sólo contigo me siento segura.–Eso quiero que siempre tengas la seguridad, de que te cuidaré siempre y que no volverás con esa infeliz de tu madre.–Esa mujer no es y jamás ha sido mi madre – Dijo Alondra en medio de las lágrimas que tanto estaba evitando derramar.–Ya mi amor, todo pasará ahorita sólo concéntrate en contarle a la agente, todo lo que pasó ayer con Petra.–Sí David.Alondra dio su declaración y efectivamente, no era la primera vez que pasaba, después vino una parte muy dura en la que la llamaron para r
Narra Alondra Ferreyra Esa noche después de todos los problemas del día y del trauma de tener que ser fotografiada de mis heridas y de tener que poner la denuncia en contra de Petra, desperté en la cama de mi adorado David, quién estaba abrazándome, cuidando mi sueño desde que me había quedado dormida, creo que no ha habido nadie que se preocupara tanto por mí, antes.–Alondra, mi amor has despertado ¿Cómo te sientes preciosa?No le podía mentir, el dolor no se había ido, estaba empezando a sentir escalofríos y la temperatura me estaba aumentando, necesitaba con urgencia algo para mitigar el dolor.–David, me siento un poco mal y me está comenzando a doler de nuevo la espalda mi amor. Solo dormida me deja de doler – Respondí adolorida – No sé si Carmen me pudiera inyectar algo de nuevo.–Ahorita le preguntamos mi princesa. Te ayudaré a levantarte y bajaremos con mi madre y con alguien que quiere verte.–Diles a Julio y a Javy que suban mi amor, por favor. No tengo ganas de bajar.–No
Narra Alondra Ferreyra David se levantó y se fueron con Carmen a la cocina a preparar de cenar. Yo permanecí en la sala, mi papá me volvió a abrazar haciendo con su ternura, que yo me rompiera en llanto de nuevo, lo extrañaba, era una parte de mí que quería estar a su lado, en el confiaba ciegamente, podía contarle todo lo que quisiera, siempre tenía una solución, muchas veces había sido mi cómplice y yo la de él, por eso me daba tanta rabia, que ya no podía estar tanto tiempo a su lado.–Perdóname Alondra, no me cansaré en lo que me resta de vida de pedirte perdón. No entiendo ¿Qué fue lo que pudo detonar una reacción así en tu madre? Nunca te había pegado de este modo, ni a ti ni a ninguna de tus hermanas – Mi papá estaba muy afectado con la situación – Lamento tanto todo esto y todos los problemas, que indirectamente les hemos causado a Carmen y a David.–Papi, no sé desde cuando estabas tú de viaje y no me haré ninguna inocente. Petra y yo discutimos, ella me fue a hacer un escán