Narra David de MaríaEsa noche después de curar a mi princesa Alondra, pasamos una noche terrible en la que ella no encontraba adecuadamente, una postura para dormir. Le dolía mucho su espalda, yo trataba de hacer lo que más podía, para aminorar su dolor y me desesperaba, ya que nada daba resultado hasta que a mi madre, se le ocurrió la idea de inyectarle un analgésico a Alondra. Después de eso, cuando le comenzó a hacer efecto, ella pudo dormir y por consiguiente yo con ella también.Me imaginaba que todo el proceso de curación, iba a ser largo, pues las heridas tendrían que estarse checando constantemente, para que no se le fueran a infectar. Al día siguiente, no sabía ni qué hora era cuando mi madre me despertó. Me froté los ojos para abrirlos bien y vi que ya todo estaba muy claro, debían ser más de las 11 am, Alondra seguía perdidamente dormida.–David hijo, buenos días. Siento despertarte, pero ha venido Rosa la madre de Julio, me vino a comentar que es importante que vayamos a
Narra David de MaríaAl llegar a la delegación ahí estaba Doña Rosa, que era abogada y madre de Julio, así como él y Javier quienes también, declararían lo ocurrido en el Tec. Pasamos con una agente de la delegación, quién le iba a tomar declaración a Alondra, afortunadamente, me permitió pasar con ella, mi chica estaba muy nerviosa.–Alondra mi amor, todo estará bien. Dame tu mano, todo lo vamos a vivir y a enfrentar juntos sólos tú y yo.–Sí mi amor. Todo será juntos, sólo contigo me siento segura.–Eso quiero que siempre tengas la seguridad, de que te cuidaré siempre y que no volverás con esa infeliz de tu madre.–Esa mujer no es y jamás ha sido mi madre – Dijo Alondra en medio de las lágrimas que tanto estaba evitando derramar.–Ya mi amor, todo pasará ahorita sólo concéntrate en contarle a la agente, todo lo que pasó ayer con Petra.–Sí David.Alondra dio su declaración y efectivamente, no era la primera vez que pasaba, después vino una parte muy dura en la que la llamaron para r
Narra Alondra Ferreyra Esa noche después de todos los problemas del día y del trauma de tener que ser fotografiada de mis heridas y de tener que poner la denuncia en contra de Petra, desperté en la cama de mi adorado David, quién estaba abrazándome, cuidando mi sueño desde que me había quedado dormida, creo que no ha habido nadie que se preocupara tanto por mí, antes.–Alondra, mi amor has despertado ¿Cómo te sientes preciosa?No le podía mentir, el dolor no se había ido, estaba empezando a sentir escalofríos y la temperatura me estaba aumentando, necesitaba con urgencia algo para mitigar el dolor.–David, me siento un poco mal y me está comenzando a doler de nuevo la espalda mi amor. Solo dormida me deja de doler – Respondí adolorida – No sé si Carmen me pudiera inyectar algo de nuevo.–Ahorita le preguntamos mi princesa. Te ayudaré a levantarte y bajaremos con mi madre y con alguien que quiere verte.–Diles a Julio y a Javy que suban mi amor, por favor. No tengo ganas de bajar.–No
Narra Alondra Ferreyra David se levantó y se fueron con Carmen a la cocina a preparar de cenar. Yo permanecí en la sala, mi papá me volvió a abrazar haciendo con su ternura, que yo me rompiera en llanto de nuevo, lo extrañaba, era una parte de mí que quería estar a su lado, en el confiaba ciegamente, podía contarle todo lo que quisiera, siempre tenía una solución, muchas veces había sido mi cómplice y yo la de él, por eso me daba tanta rabia, que ya no podía estar tanto tiempo a su lado.–Perdóname Alondra, no me cansaré en lo que me resta de vida de pedirte perdón. No entiendo ¿Qué fue lo que pudo detonar una reacción así en tu madre? Nunca te había pegado de este modo, ni a ti ni a ninguna de tus hermanas – Mi papá estaba muy afectado con la situación – Lamento tanto todo esto y todos los problemas, que indirectamente les hemos causado a Carmen y a David.–Papi, no sé desde cuando estabas tú de viaje y no me haré ninguna inocente. Petra y yo discutimos, ella me fue a hacer un escán
Narra David de MaríaAlgunos días después de lo ocurrido, supimos por medio de Julio que habían detenido a Petra, lo que nos llenó de felicidad y de tranquilidad a mi princesa y a mí. Ella cada día con mis cuidados y los de mí madre, iba mejorando más y más de su espalda, hasta que llegó el día, en que pudimos regresar al Tec a las clases presenciales, no había tenido problemas con sus asignaturas. Ese día mí madre nos llevó al Tec, yo quería volver en taxi para poder abrazar a mi princesa todo el camino de vuelta. Me despedí después de darle muchos besos, en la puerta de su salón de clases y yo me fui rumbo al mío, todo iba perfecto pero siempre cuando todo va bien algo malo aparecía y ese algo o mejor dicho alguien estaban ahí presente en el Tec con uno de mis compañeros de Ingeniería para ser exactos.–Hola David de María – Me dirigió una mirada lujuriosa – Veo que tomaste tus vacaciones largas.La última persona que esperaba ver al llegar a el Tec, tan desagradable como se había
Narra David de María–Odio lo bien que me estás conociendo, quise sorprenderte y te quiero dar algo pero tendrás que venir a buscarlo – Susurró Alondra cerca de mi oído encendiendo todas mis terminaciones nerviosas en una milésima de segundo – Cierra los ojos y cuenta hasta 20, después búscame entre las estanterías de libros y te daré lo que tengo para ti.–Alondra mi princesa, estamos en la biblioteca del Tec, no podemos hacer mucho ruido, ni desorden.–Búscame en silencio, David. Te amo – Dijo ella, me besó tiernamente y desapareció ante mis ojos.No tengo la menor idea de cómo hizo ella para desaparecer tan rápido, pero lo hizo. Yo después de buscarla rápidamente con la mirada y no verla cerré los ojos, conté hasta 20 sintiéndome como dentro de algún reto infantil y después me levanté sin armar jaleo, para buscarla tal y cómo ella me había pedido.Recorrí los pasillos de los libros del área de bachillerato con un poco de detenimiento, ella es tan pequeña de estatura y tan menuda de
Narra Alondra Ferreyra Por días y más días mi felicidad era total, íbamos al Tec mi príncipe y yo, por las tardes la pasábamos juntos, haciendo tareas o deberes cómo decía él. Veíamos en la televisión la historia de Floricienta en el canal de Disney o cuando no alcanzábamos por alguna razón a ver algún capítulo eso, para mí príncipe no era ningún impedimento él se las ingeniaba para buscarlos por internet para no perder ninguno y poder seguir con la trama. Uno de esos días de fin de semana de tranquilidad, ya sabiendo que Petra estaría encerrada un tiempo en la cárcel, eso nos habían dicho. David y yo decidimos romper la rutina de ese sábado en la noche y nos fuimos al cine, queríamos salir de ese encierro voluntario, pero en realidad debíamos tener cuidado, uno nunca sabe de qué se puede valer la gente de su calaña, yo la conocía muy bien.–Alondra, ¿Qué película se te antoja ver mi princesa? – Me preguntó David – Creo que hay demasiadas opciones.Cuando llegamos al cine, las panta
Narra Alondra Ferreyra –David, vámonos mi amor. Tengo mucho miedo – Le dije sin dejar de temblar – No quiero salir hasta que sepamos que esa mujer ha vuelto a estar encerrada, es un peligro para la humanidad.–Vámonos mi princesa, nada malo te pasará. Te lo juro. Veremos qué hacer.Nos fuimos a casa de David, Carmen al vernos volver tan rápido de la plaza supuso que algo malo estaba pasando, pero no nos pudo preguntar nada, ya que con ella se encontraba una de sus amigas. David y yo saludamos a ambas y nos subimos a la recámara dónde ni bien cerrada la puerta, me lancé a sus brazos sacando todo lo que sentía, las lágrimas bajaban de mis ojos a raudales, era imposible detenerlas.–David, tenemos que irnos lejos. Ella quiere hacerte daño, me amenazó con eso el día de la golpiza, no quiero que te toque – Grité llorando histérica, desesperada – Te amo y si ella te hace algo yo me muero.–No pasará nada. Vamos a calmarnos mi amor, no llores por favor mi muñequita. Ven, vamos a recostarnos