Narra David de María Al día siguiente desperté muy tarde después de esa hermosa noche que habíamos tenido Alondra y yo, ella aún dormía plácidamente, era tan bella, me podía quedar horas mirándola, no pensaba despertarla hasta que vi la hora siendo cerca de las 12 del medio día de ese domingo. La desperté poco a poco y con mucha ternura, besos y paciencia por lo difícil que era despertara. No me di por vencido hasta que lo logré después de mucho intentarlo, abre sus ojos aun con sueño.–Mi princesa, despierta preciosa – Susurré suavemente a su oído haciéndola que se moviera – Tenemos que almorzar algo, no sé a qué hora quiera irse mi madre de vuelta a Morelia, así que no la hagamos esperar demasiado. –David, mi amor ¿Ya es de día? – Preguntó ella con sus ojos cerrados todavía – Tengo mucho sueño.Era el resultado de haber pasado una noche llena de pasión, de verdad parecíamos en estado de brama, solo tenían que pasar unos pocos minutos para volver a amarnos, era delicioso todo lo qu
Narra David de María –Sí pude dormir y ahora todos necesitamos almorzar y decidir lo que haremos. Mañana ustedes tienen clases, por lo que hoy por la tarde volveremos a Morelia y a la tormenta que allá nos espera.–Sugiero que almorcemos primero madre, si eso está bien para ti.–Claro, vamos a almorzar.Almorzamos en calma y en silencio. Yo notaba a Alondra muy pensativa y hasta podría decir que un poco asustada, yo sabía que su madre estaba loca pero en ese punto solo ella podía saber lo mucho que había sufrido con esa mujer. No sabía lo que pensara mi madre, lo único que sabía es que por mi cuenta correría que esa infeliz mujer no le haría daño a mi princesa. Alondra de pronto, comenzó a cuestionar a mi madre.–Carmen, te noto muy seria y creo que es por algo que yo hice – Alondra miraba a los ojos a mi madre buscando una respuesta – Sí es por lo que piensas que estamos yendo David y yo muy rápido te pido que me perdones, si no me he comportado como se debe comportar una chica dec
Narra Alondra FerreyraAl día siguiente como siempre que estábamos juntos mi guapísimo David me despertó tiernamente y justo a tiempo para meterme a bañar y alistarme para irnos al Tec, pero antes de eso Carmen, quién siempre se preocupaba por nosotros nos preparó de desayunar lo cual hicimos David y yo con un poco de prisa para que no se nos fuera a hacer tarde.Salimos con bastante tiempo al Tec, dónde al llegar David me acompañó hasta mi salón.–Alondra mi amor, te amo preciosa. Que tengas un buen día y nos vemos a la salida en la biblioteca – Me dijo mi príncipe – Espero que no tengas tantos clientes para mañana, que quiero estar contigo toda la tarde.–Que te vaya bien mi amor y yo también te amo – Lo abracé con ternura y nos besamos tiernamente.Entré a mi salón justo a tiempo para poder repartir las tareas entre mis amigos quienes también eran mis clientes antes de que entrara el profesor de nuestra primera clase.–Mujer pensábamos que no ibas a llegar – Me dijo Julio con cara
Narra Alondra Ferreyra–Se callan los dos, par de tapaderas de las puterías de esta zorra, prostituta barata de porquería. Yo no eduqué a una cualquiera, me das asco Alondra y que se entere todo el mundo de la clase de basura que el Tecnológico de Monterrey recibe como alumnado – Mi madre seguía poseída por el mismo demonio – Así que agarra tus estúpidas cosas y vámonos a la casa si no quieres que siga sacando aquí tus trapos al sol.No tuve más remedio que resignarme a perder la última hora en medio del escándalo que estaba haciendo la señora Petra Pérez de Ferreyra, sólo alcancé a entregar mi tarea a Julio y a Javy para que se la hicieran llegar al profesor y salí entonces caminando cruzando todo el Tec muriéndome de la vergüenza ante lo que acababa de pasar, la humillación era tal que no quería levantar la cabeza. Llegamos a su auto y me metió a la fuerza, de camino a casa todo fue demasiado tétrico, me bajé de prisa con el fin de subirme a mi habitación para encerrarme, pero fui
Narra David de MaríaEstaba en mi última clase en el Tec, cuando Julio y Javier los amigos de Alondra me fueron a sacar de mi clase, algo que de inmediato me pareció demasiado raro. Me levanté de mi mesa y salí a hablar con ellos.–David, anduvimos buscándote de salón en salón – Me dijo Julio – Menos mal que hemos podido dar contigo.–Hola, ¿Qué ha pasado?, ¿Le ocurrió algo a Alondra? – Pregunté sintiendo como el corazón se me quería salir del pecho.–No sé cómo decirte esto David – Suspiró Javier al borde del colapso – Alondra no está con nosotros. Ha venido Doña Petra y se la ha llevado a punta de golpes.– ¡Mierda!Al escuchar a Javier decirme eso, sentí como si me hubieran arrojado encima un cubo de hielo de lleno sobre la cabeza. Pasaron en mi mente mil y un escenas. Como un loco volví por mis cosas al salón y sin pedir permiso al profesor y sin importarme nada, me salí de clases y me fui con Javier y con Julio, caminamos apresurados hacia el estacionamiento.–Le hemos intentado
Narra David de MaríaLe di golpes a la puerta con el puño y unas cuantas patadas y aun así nadie salió a atendernos, no sé a dónde se la habrán llevado. Me llevé las manos a la cabeza y comencé a llorar y a gritar, de dolor, de coraje y de tristeza. –No, no, no.Alondra era uno de los seres más importantes de mi vida, era mi todo, no la podía perder, así nadamás. Mi madre de inmediato me abrazó. No sabría qué hacer, si esa mujer arrancaba a Alondra de mi lado, estaba dispuesto a todo.–David hijo, lo comprendo, pero tienes que tranquilizarte. Vamos a la casa y volvemos más tarde, de nada sirve que sigamos aquí.No me podía ir, si por casualidad llegara a salir alguien, me tendría que dar razón de mi novia. –Madre, estoy preocupado por ella, tenemos que ir a la policía o a dónde haga falta, no nos podemos quedar de brazos cruzados. No me podía imaginar a mi niña, a mi preciosa novia, pasando por todo esto sola, sin que nadie la auxiliara, sin siquiera tener a nadie que la defendiera
Narra Alondra FerreyraÍbamos de camino a casa de David en el auto de Carmen con Javy acompañándonos. Me sentía muy mal, tanto física como mentalmente, mi debilidad era notable y el dolor y ardor en la espalda era insoportable, no me podía sentar bien en el auto, pues la espalda no la podía recostar en el asiento. En todo el trayecto, David me abrazó, me besó, y me estuvo consolando todo el tiempo que tardamos en llegar a su casa.– ¿Te duele mucho, mi amor?–Sí, siento la piel caliente y me arde.–En cuanto lleguemos, te acuestas enseguida, espero que te duermas.–No sé, si vaya a poder.Tenía muchas ganas de llorar, pero quería ser fuerte, no me podía derrumbar por esto, solo sabía que a Petra, no la quería volver a ver en mi vida, algún día se iba a arrepentir, de todo lo que me había hecho, pero esto no se lo iba a perdonar, y mucho menos a mis tías, ellas por compradas, porque siempre estaban al pendiente de lo que su hermana les podía dar, eran una vendidas. Mientras tanto
Narra Alondra FerreyraCarmen subió a llevarme un té y algo de comer. Se sentó un rato con nosotros, más tarde Julio también pasó a verme y mientras estuve con Julio y con Javier en la recámara de David. Carmen hablaba algo allá en la sala con la mamá de Julio.–Julio dime la verdad por favor, ¿David y Carmen no tendrán problemas con mi madre, por tenerme aquí en su casa?–No Alondra. Pero tienes que ir a declarar a la delegación, lo que ha pasado. Mi madre pondrá la orden restrictiva contra Petra, pero debe haber un antecedente.–Lo sé, debe constar en el acta que Petra me ha hecho daño, con el fin de que cualquier cosa que pase recaiga en ella – Dije con seguridad.–Así es. Estaremos viniendo a verte diario, para visitarte y traerte las tareas, mientras puedes volver al Tec – Aseguró Javy – Prométeme que vas a estar bien Alondra.–Lo estaré y ustedes también prométanme que, se van a cuidar allá afuera de la loca de Petra, tengo miedo que quiera hacerles daño.–No nos pasará nada, Pe