Narra David De María-Gracias madre, te quiero mucho y te agradezco, al igual que Alondra, por toda la ayuda que, nos has brindado a los dos, por todo lo que has hecho por nosotros y por no dejarnos solos.Ella siempre estaba para nosotros, en las buenas y en las malas, porque no se había puesto en nuestra contra, a pesar de lo que había hecho Alondra y nos había escuchado, antes de lanzar cualquiera acusación y nos hubiera reprendido, por las acciones que se cometieron.-Nunca lo haré hijo, siempre cuentan para todo conmigo y lo saben. Sube a Alondra, por favor que, no quiero que se lastime su cuello.-Sí, madre.Tomé a Alondra entre mis brazos y la cargué a mi recámara, mi princesa estaba bien dormida y no despertó para nada, ni cuenta se dio cuando la levanté. Al llegar a mi recámara, la acosté en mi cama y la cobijé y me quedé mirándola, con ojos de amor, como siempre la vi, desde que nos conocimos. La amaba demasiado tanto que, no la quise dejar sola y me metí a la cama con ella
Narra Alondra FerreyraEsa noche, cuando abrí los ojos, lo hice en la recámara de mi güero, de mi hermoso David y él estaba acostado y durmiendo a mi lado, me levanté un poco, para quedar sentada a su lado y poder admirarlo. Se veía increíblemente guapo, iluminado por la luz de la calle, de fuera de la casa y entre más lo miraba, más me sentía afortunada, porque un hombre cómo él, se había fijado en una pobre diabla como yo.–David, te amo – Le susurré al oído – Despierta, mi amor.–No estoy dormido, mi princesa – Respondió de inmediato – Sólo descansaba la vista, ¿Vamos a la cocina a cenar o quieres que te traiga, yo?–No mi amor, no te molestes – Volví a abrazarlo – Vamos a cenar y así cenamos con Carmen, aunque, no puedo ver ni qué hora es.–No lo sé yo tampoco, mi consentida. Vamos con mi madre, que te tenemos muy buenas noticias.–Sí, mi amor, mi güero hermoso.Salimos con mi guapísimo novio a la cocina del departamento, dónde Carmen estaba preparando la cena y se veía deliciosa.
Narra Alondra FerreyraCerré los ojos apenas toqué la almohada y esa fue una de las pocas noches, en las que sentí, no haber dormido en absoluto, pues apenas me había quedado dormida, cuando mi chico, ya me despertaba con besos y al abrir los ojos, lo vi ya listo y muy guapo, para irnos al Tec. Odiaba eso de mí, el no poder ser alguien, que se le despertara con facilidad.–Alondra, mi amor, tenemos que ir al Tec, ya te he preparado el baño para que te metas a bañarte, apenas tenemos tiempo – Dijo apurado.–Sí mi amor, lo haré – Le di a David, un beso rápido – Te ves, muy guapo.–Tú, estás preciosa, como siempre.Me metí a bañar a velocidad del rayo y después ya que estuve lista, salimos con Carmen a la cocina para desayunar, ella cómo siempre, ya nos tenía todo preparado para que, lo pudiéramos hacer sin contratiempos y lo hicimos muy rápido. David, ya no podía faltar al Tec y yo, aunque no era mi mismo caso, no quería hacerlo, menos ahora que, sí todo salía bien, nos podíamos ir a Ma
Narra David De MaríaEstaba por salir de mis clases ese día. Me sentía demasiado fastidiado, tal vez porque necesitaba con urgencia salir del país, irme a Madrid con mi hermosa Alondra y olvidarme de todas las presiones a las que, había estado sometido, las cuales eran demasiadas y quería zafarme de ellas a cómo diera lugar, estaba cansado y con ganas de mandar, todo lo referente al Tec, al diablo. Al terminarse la clase, el profesor de esa última hora, me detuvo, pues no sabía a qué se debía su interrupción, yo tenía prisa por irme y encontrarme con mi novia. –David De María Ramírez, ¿Tienes un momento, que me regales? Por favor – Me pidió – Necesito que hablemos de tu desempeño en mi asignatura.–Lo siento profesor, pero tengo un poco de prisa. Mi novia, me está esperando afuera y ella ha estado un poco enferma.–Sólo serán unos momentos, por favor o si lo prefieres, nos podemos ver esta tarde en mi hora libre que es de 6 a 7 pm, en la sala de profesores, como tú gustes.–Será mej
Narra David De MaríaPero eran uno de esos viajes que uno no podía postergar, ya lo habíamos planeado y pasado por muchas dificultades, para que al final no pudiéramos ir.–No dé las cosas por sentado, profesor – Dije cabreado – Gracias, me llevaré mis trabajos y acepto lo que me ha propuesto, mañana mismo tendrá todo hecho y entonces, podré deshacerme de su materia y me podré ir a Madrid con mi chica.Estaba lo que seguía de cabreado, pero yo no le podía dar un no rotundo al profesor, en éstos casos, se aceptaba y se entregaban los resultados que se podían, yo me comprometía a ver, en que podía avanzar, más era muy poco tiempo que me estaba dando.–Esa es la actitud David, no debes derrotarte ante nada, toma llévate todo – Me entregó mis trabajos – Échale ganas y nos vemos mañana, en cuanto me los traigas, en tu presencia los evaluaré y sabrás mañana mismo, si puedes ir a Madrid o no.–Gracias profesor, buenas tardes.Me despedí del profesor, pero estaba con los ánimos por el suelo,
Narra Alondra FerreyraDesde ese día que David, tuvo que hacer todos los trabajos de la materia que, estaba en riesgo de perder, hasta las dos semanas que siguieron, estuvimos tan metidos y tan ocupados en cosas del Tec, en arreglar todo para podernos ir a Madrid y el viaje ya, estaba por llevarse a cabo en dos días. Tanto David cómo yo, habíamos salido bien de la escuela, pasando todas las materias y podíamos irnos, sin preocuparnos por nada.-Mi princesa, te amo Alondra - David me besó tiernamente - ¿Estás segura que, no quieres ir conmigo y con mi madre, a despedirnos de mi abuela?Ya lo había planeado con mi hermana, ni modo que la dejara plantada y de verdad quería pasar ese tiempo con mis sobrinas, siempre que tenía la oportunidad las veía, y ahora más porque me iba de viaje y sería durante todas las vacaciones que no nos veríamos. -Te amo, mi príncipe - Le respondí a mi chico - Sí, estoy segura. Tengo que ir a casa de Anastasia a despedirme de ella y de mis sobrinas, pero tú
Narra Alondra FerreyraNi siquiera mi papá, se había tomado la molestia de preguntarme, si necesitaba algo para el viaje y como ahora debía estar en compañía de su esposa, lo que me pasara a mí, no era su prioridad y nunca lo había sido, así, que mejor que no pensara más en eso.–No tienes ni que decirlo Alondra – Axel me abrazó – Todos queremos, que te pases estas fechas de lo mejor y que vayas a Madrid a disfrutar, a conocer y a divertirte. Te lo mereces más que nadie, eres la mejor estudiante y has sacado adelante tus estudios, tú sola.–Muchas gracias, a los dos, en serio.Me levanté y abracé también a mi hermana, ella estaba muy emocionada y obviamente además del dinero, que me dio para mí, me dio otro sobre más con dinero de ella, porque quería, que le trajera unos encargos de Madrid, me dio nombres de tiendas y todo. Después de eso, guardé el dinero en mi mochila y comimos botana, bebimos y brindamos y finalmente pasamos a cenar, unas pizzas que mi hermana y Axel habían prepara
Narra David De MaríaDespués de tantos días llenos de temor, de nervios, de dudas, de incertidumbre, al fin llegó, el día más esperado por Alondra y por mí. Llegamos a Ciudad de México, para tomar el vuelo directo que nos llevaría a mi natal Madrid, Alondra estaba asustada y nerviosa, en el aeropuerto pues, nunca en su vida había estado aquí y le daba miedo, tanto jaleo que había.–Mi princesa, no te asustes, sólo no me sueltes porque aquí sí nos perderemos – Le aseguré – Ya nos vamos a Madrid, mi muñequita y te garantizo que, te va a encantar.–Gracias mi príncipe, no estoy asustada. Es que, no había visto tanta gente como aquí, en toda mi vida.–Vamos a documentar y ya que lo hagamos, si quieres antes de ir a la sala de abordar, podemos dar una vuelta por el aeropuerto, para que lo conozcas. Estoy feliz y dichoso porque la primera vez que saldrás de México, será conmigo.–Sí mi amor, nunca he salido de aquí y me da miedo y emoción. Todo al mismo tiempo, ¿Y Carmen y tú tía? –Fueron