Narra David De MaríaA mi chica, lo más probable es que la hayan excluido, de los viajes que hicieron sus padres, no me imaginaba, ni me quería imaginar, todas las carencias que la hicieron padecer, de lo contrario, ella no le tuviera miedo a los aviones.-No mi consentida - Besé su mano - No se caerá, no sé si sepas que, el medio más seguro de viaje es el avión.Las estadísticas lo decían, los aviones eran el medio de transporte más seguro que existía, por eso las personas aunque les tuvieran miedo, siempre recurrían a este medio, para llegar más rápido a cualquier lugar. -Es hermoso y venimos pocas personas en primera clase y lo que no es primera clase, ¿cómo es? - Preguntaba inocentemente - quisiera conocer el avión.La primera clase, todo era un lujo y los espacios entre cada asiento era muy cómodos, tenías todo el espacio disponible, así que no había posibilidad, de que no pudieras pasar a cualquier lado si te parabas.-Vamos, te llevo a que lo conozcas, mi princesa.Alondra y y
Narra Alondra FerreyraAl bajar del avión, todo me pareció maravilloso, todo era tan diferente, hasta las instalaciones, por las que fuimos pasando, todo era una novedad para mí. Luego nos llevaron por separado, me había dicho David, que era una inspección de rutina, por lo que no debía estar nerviosa, ni que me fuera a preocupar.Tomaron mi pasaporte y vieron todo el documento, era mi primera vez viajando y no sabía que era lo que hacían en realidad en esa inspecciones.- ¿Es su primera vez en el país, no trae algo recomendado? - Me preguntó mirándome a los ojos.Bueno, era obvio que era mi primera vez en el país, porque sabía yo que de todo se tenía que hacer un registro, pero me imaginaba que eran las preguntas de rutinas, las que le hacían habitualmente a la gente que venía del extranjero.-Así es, señorita - Contesté.La oficial me miró de arriba abajo y luego puso un sello en el pasaporte, me lo entregó y pasé con otra mujer, que me revisó, como lo hacen normalmente los agentes
Narra Alondra Ferreyra-Si están todos listos, nos podemos ir, vamos al estacionamiento.Llegamos al estacionamiento y Santiago, nos llevó a una camioneta muy lujosa y muy grande, donde nos ayudaron a subir, a Carmen, a la tía Viri y a mí. Era muy espaciosa la camioneta, David se fue en la parte de adelante con su amigo, mientras yo iba observando todo por la ventanilla, estaba maravillada de todo lo que veían mis ojos.Todo era tan brillante, tan distinto a todo lo que había visto en mi vida, eran de las cosas, que me había dicho David, que me había perdido y que él, me iba a mostrar, y me daba cuenta, de que así iba a pasar. -Santiago, a mi madre a mi tía, ya sabes a donde las vamos a dejar, por favor. Santiago, siguió manejando en lo que yo estaba admirando la ciudad, no prestaba atención a otra cosa, que no fueran todas las luces y la arquitectura de todos los edificios. -Cualquier cosa, hijos, me llaman por favor, a la hora que sea, ya saben que ahí estaré.Carmen, a pesar de
Narra David De MaríaNos acostamos, ya satisfechos de nuestro primer encuentro, en la primera noche, de muchas que pasaríamos en Madrid. Cubrí a mi princesa y me quedé contemplándola acaricié su rostro y le di un beso en los labios, pues ya se estaba quedando dormida, me gustaba verla así, sin ninguna preocupación. Cerré los ojos y empecé a soñar con lo que habíamos hecho.A la mañana siguiente la alarma del teléfono móvil me despertó, la había puesto una hora antes de que llegara mi amigo Santiago, ya que tenía que despertar a mi chica, antes, se veía tan linda, sin que nada interfiriera en su felicidad. Yo había dormido como un bebé, si no fuera por la alarma, estaría igual de apacible como ella.-Alondra, amor, tenemos que pararnos ya, vendrá Sabadelle, por nosotros - La moví un poco.Sí quería que estuviéramos listos, antes de que llegara Santiago a por nosotros, debía despertarla, para que nos metiéramos a bañar. Yo sabía que esto me podía costar un poco más de tiempo pues ella,
Narra David De MaríaNo supe ni en qué momento, nos quedamos dormidos de nuevo, solo volvimos a dormir, hasta que el móvil, sonó y sonó, pero yo no tenía fuerzas para levantarme a contestar. Escuché a lo lejos que alguien me llamaba, presté más atención y se trataba de Sabadelle, ya que él es el dueño del piso, pero se ha quedado en la puerta de entrada.Me levanto de la cama, sin despertar a mi mujer, me pongo el bóxer y bajo a recibirlo, no esperaba que viniera tan pronto, pero al volverá ver el reloj, me doy cuenta que dormimos dos horas más, me asombré de eso, pues no me imaginé que habían sido muchas. Abrí la puerta y él entró.–De María, pensé que ya podían estar listos, porque les di un par de horas más.–Lo siento, colega, nos hemos quedado dormidos nuevamente, pero ya le digo a Alondra que ya estás aquí.–Muy bien, te espero, colega, ya tengo la reservación, así que no hay prisa.Subí, para ahora sí poder irnos con Sabadelle, ya había hecho el viaje, las reservaciones y de s
Narra Alondra FerreyraDesperté en los brazos de mi amado David, después de un día lleno de muchas emociones. Me sentía en las nubes, estando con él, que tiernamente estaba acariciando me cabello y cuando notó, que me movía, me besó tiernamente en los labios, pegándome más a él. Estaba haciendo mucho frío y yo, no quería ni salir de la cama.-Mi consentida, llevaba un rato mirándote dormir y no quise despertarte - Me dijo mi chico - Te ves, tan preciosa durmiendo.-Mi güero hermoso - Lo besé y me acosté en su pecho - Te amo, no hay que levantarnos, tengo mucho sueñito y frío.No me quería parar, la visita que le teníamos que hacer a su padre y a sus hermanos, no era mucho de mi agrado, no quería asistir.-Te amo Alondra, quisiera cumplir tus deseos y pasar buena parte de la mañana aquí, pero tenemos justo el tiempo para irnos.-No quiero mi amor, dile a tu papá que no vamos. No lo sé, pero presiento que, no le agradaré a nadie de tu familia, no uso una ropa fina como tú y todo lo que
Narra Alondra FerreyraDavid, era un chico muy sensible, aunque muchas veces su carácter no lo ayudara, yo lo amaba tal como era.–Mi amor, faltan los zapatos. Traje puros zapatos de piso – Le aclaré – Creo que, me veré de lo peor.Con lo que me dieron en el despacho, Axel y mi hermana, me hubiera ido a comprar unos zapatos adecuados, pero nunca se me pasó por la cabeza, no pensé que tendría que usar zapatillas acá en Madrid.–Mi madre me hizo el favor de, comprarte varios pares. Es su regalo para ti, escoge algunos que, te vayan bien.Qué bueno que entre ellos dos, se habían puesto de acuerdo para comprarme los zapatos, porque definitivamente eso no lo hice, por creer que eran innecesarios.–Sí, mi amor.Saqué las muchas cajas de zapatos que, estaban ahí abajo del closet y vi un hermoso par de zapatos negros de un tacón, no muy alto y me los puse, me quedaron muy bien. Carmen, si que me conocía a la perfección y me habían dejado la talla exacta de zapatos. Ya que estuve lista, me rec
Narra David De MaríaYa habiendo aclarado las cosas con Irina, nos subimos todos en el auto de Sabadelle. Irina se fue adelante con Sabadelle y yo, me subí atrás con mi hermosa Alondra, viendo lo que había pasado entre ellas, no iba a dejar de ningún modo que, esto pasara a mayores. Tomé la mano de mi princesa, para besarla y ella comenzó a cerrar los ojos, todavía estaba cansadita por el cambio de horario entre México y Madrid, esperaba que solo descansara, pues no quería que se durmiera, era muy duro para mí, despertarla.–Te va a caer muy bien tu suegro, Alondra – Le dijo mi amigo – Es un señor, muy guay.Aunque ellos ya se habían conocido por video llamada, sabía que a mi padre le caía bien Alondra, de lo contrario él ya me lo hubiera dicho, pues mi padre, era muy directo en esas cosas y no se andaba con rodeos.–Sí, hemos hablado David y yo, por video llamada con él y sí me parece así – Dijo mi princesa – Estoy un poco nerviosa, me da miedo lo que nos vayamos a encontrar en casa