Capitulo 244

Narra Alondra Ferreyra

-Si están todos listos, nos podemos ir, vamos al estacionamiento.

Llegamos al estacionamiento y Santiago, nos llevó a una camioneta muy lujosa y muy grande, donde nos ayudaron a subir, a Carmen, a la tía Viri y a mí. Era muy espaciosa la camioneta, David se fue en la parte de adelante con su amigo, mientras yo iba observando todo por la ventanilla, estaba maravillada de todo lo que veían mis ojos.

Todo era tan brillante, tan distinto a todo lo que había visto en mi vida, eran de las cosas, que me había dicho David, que me había perdido y que él, me iba a mostrar, y me daba cuenta, de que así iba a pasar.

-Santiago, a mi madre a mi tía, ya sabes a donde las vamos a dejar, por favor.

Santiago, siguió manejando en lo que yo estaba admirando la ciudad, no prestaba atención a otra cosa, que no fueran todas las luces y la arquitectura de todos los edificios.

-Cualquier cosa, hijos, me llaman por favor, a la hora que sea, ya saben que ahí estaré.

Carmen, a pesar de
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