Narra Alondra FerreyraYo seguía comiendo de la forma más tranquila que pude, la comida me supo a nada, a pesar de que todo estuvo excelente, y todo por culpa de la compañía no deseada, los otros dos hijos del señor, eran lo que les seguía de nefastos. No dejaron de verme todo el tiempo y no tenía necesidad de mirarlos para saberlo.–Alondra, espero que te haya gustado este almuerzo que, ha sido en tu honor – Dijo el papá de David – Estoy feliz, de al fin haberte conocido.El señor David, no tenía la culpa de cómo me habían tratado sus hijos, y le contesté con la verdad, solo refiriéndome a él, los demás me valían, eran las personas que no me gustaría volver a ver en mi vida.–Muchas gracias, todo ha estado delicioso e igualmente, tanto gusto ha sido, para mi conocerlo.En ese momento, tocaron la puerta y las empleadas de servicio fueron a abrir y cuando pensé que las cosas no podían ir peor, entró en escena una mujer muy fea, con un sombrero que parecía del siglo pasado y una falda a
Narra David De MaríaMi padre y mis hermanos, no podían creer lo que había dicho Alondra y mi tía Almudena, estaba que se la llevaba la fregada de coraje, más aún porque mi amigo Sabadelle, contribuyó burlándose de ella y contra eso, yo no podía hacer nada. Mi amigo, no tenía vergüenza, ni límites, ni freno. Sus padres no pudieron educarlo, menos iba a poder hacerlo yo. Alondra, parecía un toro embravecido y mi tía Almudena, de sus ganas la hubiera hasta golpeado, algo que yo no iba a permitir, ella había sido la que habia iniciado todo.–David hermano, tienes que correr a esta mujer que es una desvergonzada – Dijo mi tía Almudena – Ha venido a esta casa fina y decente, a hablar de lo que hace con tu hijo en la cama.Pero mi tía Almudena, se merecía todo lo que le dijera mi novia, pues ella había venido a mover todo, al llegar sin ser invitada a una comida que estaba dirigida a Alondra.–Yo la apoyo, señora Almudena – Dijo Irina – No sé, cómo David, anda con esta mujer de la maleza m
Narra David De MaríaNi mis hermanos, ni mi tía Almudena y mucho menos Irina, se merecían qué mi novia les dirigiera la palabra, pues ella era mucho mejor persona y de mejores sentimientos, que ellos cuatro juntos.–Ya somos dos Alondra, además Almudena se hace la apretada, cuantas veces me la he tirado en la buhardilla – Dijo Sabadelle sínicamente – Está muy flexible su hermana Don David, ojalá que como está del cuerpo, estuviera de carácter.Alondra no se podía aguantar, de lo que estaba diciendo mi amigo. Sabadelle, era un descarado a más no poder, lo peor de todo eso era que, lo que decía siempre era verdad. A mí tía Almudena, él se la estuvo tirando cuando se encontraron en Pamplona, para las fiestas de los San Fermines y mi tía estaba bastante enculada por mi amigo, quién obviamente solo quería follarla, pero no amarla.–Sabadelle, no puedo creer que te sigas expresando así de las mujeres – Lo reprendió mi padre – Eres muy malcriado.Mi amigo Sabadelle, no tenía remedio, la verd
Narra Alondra FerreyraAl fin, habíamos dejado la casa del padre de David y daba gracias a mi chico, por haber invitado a Sabadelle o todo hubiera estado fatal. Me sentía libre, de los hermanitos de David, de la mentada Almudena, de la estúpida de Irina y David bien que lo sabía, pues en cuanto Sabadelle, dijo lo del cine, mi chico no dudó ni por un momento, en decir que ya nos fuéramos y viéndolo así, había sido lo mejor, tanto, que no podíamos dejar de reírnos a bordo de la camioneta.–Lo siento mucho por lo de Irina – Me disculpé con Sabadelle – Lamento el que la corriera Don David de su casa.El señor David, todo el tiempo desde que nosotros llegamos, se dio cuenta que sus hijos me estaban agrediendo y luego al llegar su hermana Almudena y qué Irina se le unió, prácticamente había corrido a los 4 de su casa, comenzando con su hermana y con Irina.–Yo también, lo siento mucho amigo – Mi chico, se sentía apenado – Si quieres, antes de irnos al cine, pasemos a buscar a Irina.Mejor q
Narra Alondra Ferreyra–Hola, mucho gusto – Dije apenada – Yo soy, Alondra.Me apenaba el qué mis celos, siempre me dejaran pensar cosas qué no habían, qué me mal aconsejaran y qué reaccionara de una forma que no era normal.–Eso ya lo sé, la mexicana que ha flechado a mi amigo David. Pasen por favor, que no tarda en empezar a llenarse el lugar, David De María, debiste decirme que ibas a venir – Le recriminaba ella – Para así, cerrar el bar, para vosotros.Me había agradado Romina, al igual que Sabadelle, ella también se veía qué quería mucho a mi güero y que había estado dispuesta a cerrar su bar solo para atendernos, eran muy atentos los amigos de David.–No sabía que íbamos a venir hoy, Romina y te he traído un regalito que ahorita viene – Dijo David – Pasemos, además no tenía caso que cerraras el bar. Alondra quiere conocer, como se pone esto en las noches.El detalle de Romina, era muy tentador, pero así como habían dicho tanto David como Sabadelle, yo quería ver cómo se ponía un
Narra David De MaríaMe molesté por lo que dijo mi amiga Romina y de inmediato, me levanté y me acerqué a ella, indicándole que saliéramos, para hablar a solas. Todos asumían, que, porque Alondra era mi novia y porque estábamos en Madrid, ella se iba a hacer al modo, en el que aquí todos vivían sus vidas, ella era muy celosa y con ella, también lo era yo, no iba a permitir por supuesto que ella, pasara la noche, con otro, que no fuera yo.–Romina, de una vez te digo, que canceles ese rollo del Juego de las llaves – La miré con determinación – No pienso jugar eso con mi novia y te lo digo a solas, para que no quedes mal, cuando lleguen los demás amigos nuestros.No estaba de acuerdo en que Romina, quisiera incluir a Alondra en el juego de las llaves.Me oponía rotundamente y no estaba bromeando, esta vez no lo iba a permitir, por ningún motivo.–David De María, no te conocía esa faceta del hombre celoso – Romina, se estaba riendo de mí – Siempre, con todas tus conquistas, hemos jugado a
Narra David De María–Buenas noches, vengo a ver al hijo pródigo – Me abrazó – No puedo creer, que estás de vuelta en Madrid, De María y esta belleza, debe ser tu novia, mexicana.Para mí suerte o para mí mala suerte, había llegado Xavi, con sus dos mujeres, un clásico recordatorio de que aquí en Madrid, se vivía con mucha libertad, pero en el caso de Alondra y mío, no íbamos a participar en nada, que a mí no me pareciera.–Hola, Xavi – Saludé a mi amigo – Así es, te presento a mi hermosa Alondra, mi novia.Los presenté normalmente, pero de igual manera, yo estaba muy atento a lo que pudieran decir o hacer, mis amigos, delante de Alondra, pues lo que yo había hecho antes, ya estaba en el pasado y lo repetía eso no iba a volver a suceder con mi novia.–Mucho gusto maja, bienvenida al lugar que vio nacer a tu príncipe – Xavi abrazó y besó a Alondra – Ellas, son mis mujeres, Kina y Salma.Las dos mujeres de Xavi, también saludaron a Alondra, de manera efusiva, cómo me había esperado que
Narra Alondra FerreyraEra bonito ver el ambiente de mi güero aquí en Madrid, verlo feliz, en su elemento, con sus amigos y en la ciudad que lo vio nacer. Yo no cabía en mí del asombro y a pesar de las diferencias, que había entre México y Madrid, me gustaba mucho este ambiente y esta parte de él, que era hasta ahora desconocida para mí. En México solo le había conocido como amigos a Lisa y a Andrés, pero aquí todos estos chicos, parecían adorar a mi chico y eso me gustaba mucho. Se veía, que todos, lo hacían parte de sus vidas.–Brindemos por Alondra y por hacer el milagro del regreso de nuestro amigo De María – Dijo Sabadelle – Yo hubiera jurado que, el ya no volvería por Madrid.Yo no sabía qué David, no iba a venir a Madrid, si no venía yo también, pensaba que él vivía repartido entre Madrid y México, donde pasaba la mayor parte del tiempo y qué lo que tenía con su padre, era un compromiso que tenía que cumplir, más no qué había tomado la decisión de quedarse si yo no venía, pero