Narra Alondra Ferreyra–Bien, los duelos han quedado así – Empezó a decir mi chico – Kina se enfrentará a Iñaki, Salma se enfrentará a mí, Romina se enfrentará a Xavi y mi hermosa Alondra, se enfrentará a Sabadelle. Todos jugaremos bola 8.Tendría que concentrarme muy bien, en cómo iba a ser todo mi juego de estrategia, para dejar a Sabadelle, muy por debajo de mi juego y sería implacable, porque iba a resultar triunfadora y le iba a dar la victoria, al grupo de las mujeres.–Por ser tú el hijo prodigo De María, que empiece tu duelo contra Salma – Le dijo Romina – Queremos verte.Romina, era la que quería haberse enfrentado a De María, porque ella por alguna razón quería patearle el trasero a David y eso a mí no me preocupaba, muy al contrario sí Salma, le ganaba lo dejaría con la boca cerrada.–Está bien, suerte Salma – Le dijo mi chico.David desde antes de que comenzará el duelo, se estaba creyendo el que iba a salir triunfador ante Salma, pero en estos juegos, uno nunca sabía, cóm
Narra David De MaríaMadrid, me estaba dando la oportunidad de conocer a otra Alondra, a una que no conocía, pues aquí desde que llegamos, no había visto a la chica introvertida de México, por el contrario, esta nueva chica que estaba conociendo aquí en Madrid, era divertida, intensa, arrebatada y todo eso, me molaba mucho, ver el buen rollo, que se dio entre ella y mis amigos, lo que nunca pensé que fuera a pasar. En el camino al piso, ella, contrario a lo que pasaba siempre en México, que se quedaba dormida en el auto, aquí, venía muriéndose de risa con todo lo que le había pasado con Sabadelle, en el juego y con mis amigos en general.–Alondra mi consentida, ya casi vamos a llegar al piso – Le hice saber – Te amo, me da tanto gusto que te divirtieras hoy.Me había gustado que a todos mis amigos les hayan agradado mi chica, no como mis hermanos, que eran unos engreídos y mal educados. –Yo también te amo, David De María – Me dio un apasionado beso – Sí, me he divertido mucho, tus a
Narra David De MaríaEntonces, ella era la que estaba pidiendo ahora, que se jugara de todos modos, era una cualquiera, al querer jugar ese estúpido juego y una desagradecida, pues yo había sido el que la trajo a conocer, de lo contrario, estuviera en su pueblo haciendo lo mismo de siempre, porque nunca iba a poder salir de ahí.-Tú estás aquí por mí, que no se te olvide nunca eso - Dije sin pensar - Alondra, tú no hubieras salido jamás de México, de tu pueblo, de no ser por mí y así es como agradeces, diciéndome que, querías jugar un estúpido juego, en el que te ibas a andar follando con uno de mis amigos, tú sí que no tienes madre.Yo la tenía abrazada a mí, para que se calmara, porque eso siempre funcionaba, pero ella se empezó a mover, para que la soltara, y mientras eso pasaba, más fuerte la apretaba, pues no quería que se hiciera daño. -Y tú menos la tienes, eres un imbécil - Me gritó - Suéltame perro, en este momento. De todo siempre tienes que restregarme, tu puto nivel econó
Narra Alondra FerreyraDavid, se salió de la buhardilla muy cabreado y yo, me quedé llorando desconsolada en el piso, no podía creer, hasta dónde había llegado este pleito espantoso, que habíamos tenido, estaba devastada y ciertamente, no quería saber nada de David de María, subí a la buhardilla, para ponerme otra ropa, mis amados zapatos tenis y una chamarra.Tomé mi mochila y mis cosas y también mi celular, pero no tenía señal de telefonía móvil en Madrid, salí a la calle, para buscar en dónde pudiera hablar por teléfono. Me encontré con una señora caminando con un perro, en la siguiente calle y ella, parecía ser amable.–Hola señora, discúlpeme por abordarla así – La saludé – No conozco la ciudad, es la primera vez que vengo a Madrid y quisiera, saber ¿Dónde hay un lugar en el que pueda hablar por teléfono a México? Mi teléfono, aquí no tiene cobertura.Me daba mucha pena con la señora, pues no me encontraba en las mejores condiciones de ver, de seguro estaba espantosa, y me debía
Narra Alondra FerreyraBusqué en mi teléfono el número de Carmen y rogaba porque, ella tuviera señal aquí en Madrid, si no era su caso y estaba como yo, estaría totalmente perdida. Esperé a que Axel, llamara a Carmen y afortunadamente, ellos si habían podido hablar, lo que me alegraba demasiado. Estaba feliz, al saber que había esperanza, que ella viniera a recogerme, mientras Axel, venía por mí a Madrid.–Alondra cariño, estoy con Carmen todavía en llamada – Me explicaba Axel – Por favor, preciosa. Pregunta la dirección de la cabina, para que yo se la pueda pasar a Carmen y ella, pueda pasar por ti.–Sí Axel, espérame y no vayas a colgar.Tenía tanto miedo que la llamada se fuera a cortar, sin Axel, no sabría qué hacer, eso me estaba pasando, por haber confiado en quien no debía, ahora estuviera muy tranquila en mi pueblo, como le había llamado David, –No colgaremos, hasta que estés con Carmen, tranquila cariño. Ahora, ve y haz lo que te digo.–Sí, Axel.Iba a salir de la cabina y
Narra David De MaríaAl dejar la buhardilla, me encontré caminando en la calle lleno de coraje, de rabia y de odio. No podía creer, que la infeliz desgraciada y guarra de Alondra, me dijera que, sí el capullo de Axel, la hubiera hecho mujer, no estaría aquí conmigo. Recorrí las calles, maldiciéndola por todo lo alto y empezaba, por primera vez a darle la razón a mi madre, ella siempre me decía, que no sabía elegir a las mujeres y con esto estaba más que comprobado, que así era. Me senté en la calle, a tratar de calmarme y llamé a mi madre, para avisarle lo que había pasado, pues ella debía estar enterada de mi pleito con Alondra, y de lo infeliz que me sentía por todo esto.–David, hijo – Escuché la voz de mi madre – ¿Qué haces despierto, a esta hora? Es de madrugada.–Madre, lamento si te he despertado – Me disculpé – Tenía que hablarte, te contaré en lo que llego de vuelta al piso, para que hables con esa desgraciada, infeliz y maldita de Alondra.Estaba demasiado cabreado para pen
Narra David De MaríaMi madre estuvo en línea un buen rato conmigo y no me decía nada, solo me escuchaba llorar y después, caí en un ataque de ira espantoso, que hizo que aventara al suelo, muchas cosas en el piso. Alondra no quería verme y estaba a nada de perderla, yo era el hombre más imbécil de la tierra, la había traído a Madrid, para pasar los mejores días de nuestras vidas y en lugar de eso, la he hecho venir a pasar un infierno. Cuando pude calmarme, me acosté en la cama de la buhardilla, abrazando su pijama y seguí bebiendo mi dolor.–Hijo, duérmete por favor y cálmate – Me pidió mi madre – Nos vemos en un rato y con calma, pensaremos que hacer. Yo tampoco quiero que pierdas a Alondra, nunca vas a encontrar a alguien, que te ame tanto, como te ama ella.–Ni ella, va a encontrar a alguien que la ame tanto, como yo la amo madre y eso tú lo sabes – Seguía desconsolado – Desde que la conocí, solo he querido que ella, sea muy feliz.–Lo estabas haciendo bien hijo, pero cuando te e
Narra Alondra FerreyraEse día cuando desperté, tomé té con Carmen y con su prima, la señora Viri, quién era muy atenta y amable y conocí a la amiga de ambas, a la señora Begoña, que era también muy buena persona. Carmen, se había salido de la casa y yo, creía saber a dónde se había ido. Ella se había ido a ver a David y me dejó desayunando, con la señora Viri y con Begoña. Yo pensaba dentro de mí, muchas cosas, acerca de lo que había pasado con David, pero, seguía montada en mi pensar, quería regresarme a México y eso, no se podía dudar.–Alondra, ¿Quieres tomar un té o un café con nosotras? – Me preguntó Viri – Te ves muy triste y no deberías estarlo, estás conociendo Madrid.–Sí, Alondra, además tienes la vida por delante, eres joven y hermosa y no sabemos, si, aunque has venido aquí con David, puedas conocer a otro chico, si definitivamente lo de ustedes se acabó – Begoña era más directa – Siento mucho, por lo que han pasado, precisamente Carmen, fue a ver a su hijo.–Ese mocoso n