Narra David De MaríaA pesar de la tardanza que tuvimos mi princesa y yo, no cambiaría por nada del mundo, el haber hecho el amor con ella de la hermosa forma en la que lo hicimos, eso sí que era iniciar bien el día. Bajamos a desayunar luego de vestirnos con lo primero que encontramos, pues como había dicho mi madre, sólo a nosotros se nos ocurría hacer eso antes de irnos al Tec.–Chicos, desayunen rápido por favor – Nos dijo mi madre – Por favor, no se olviden que saliendo ustedes del Tec, tenemos que ir al doctor.Eso no se me iba a olvidar, la salud de mi princesa, era lo primero que se debía atender, ya esos desmayos no me estaban gustando para nada y a mi madre tampoco.–Sí, claro que recuerdo eso Carmen – Dijo mi princesa – Odio ir al doctor, pero no me dejan otra salida.–Sí madre, de mi cuenta corre que, no se nos pase la ida al médico. Vendremos aquí a la casa contigo y de aquí nos vamos todos juntos.–Muy bien chicos, que les vaya muy bien en el Tec.–Gracias, Carmen a ti q
Narra David De MaríaYa con eso me tranquilizaba un poco, si allá la iba a atender el doctor, era un alivio, que estuviera dispuesto a ayudarnos en los estudios, para que nos dijera, que era lo que en realidad tenía. –Está bien madre, pero necesito, que si vamos a ir con mi princesa al hospital, le digas al doctor, que me deje estar con ella, en todo momento.No la iba a dejar sola en esto, ella necesitaba tener a alguien a su lado, para soportar su miedo a las agujas, porque me imaginaba, que con eso comenzarían, pero iba a estar a su lado.–Si hijo, veré que puedo hacer, pero ya, no perdamos tiempo. Iré a abrir el auto para que lleves a Alondra y ya poder irnos. Cuanto antes, será mejor.–Sí madre – Le contesté.Mi madre salió para abrir el auto y después yo, tomé en mis brazos a mi hermosa Alondra, que iba muy dormidita. Me subí con ella en brazos al auto, la llevaba en mis piernas, de vez en vez la besaba, la abrazaba y la consentía. Mi madre también estaba preocupada, yo la con
Narra Alondra FerreyraOdiaba todas esas situaciones que tenían que ver con el médico, odiaba ir a todas esas cosas y más que por otra cosa, yo lo había hecho por David y por Carmen eso de ir a que me revisaran, no por nada más, pues ellos habían hecho ya bastantes cosas por mí, como para que yo no accediera al menos a eso, porque ellos se veían muy preocupados. Pasé con David la mayor parte de la mañana de estudio en estudio y cómo había dicho el doctor sólo a los Rayos x, no pudo pasar mi chico conmigo, ya que así eran las normas de todos los hospitales.–Muy bien Alondra – El doctor, era muy amable – Ya casi terminamos, sacamos estas radiografías y sería todo.–Muchas gracias, doctor. No me gusta estar aquí, lo siento mucho por mi actitud negativa y no es nada en contra de usted, pero odio todo esto, es que no lo soporto, me da miedo – Me justifiqué – Espero que ya no me toque venir de nuevo y estar tanto tiempo como ahora.–Lo siento mucho, no eres la única paciente que me dice e
Narra Alondra FerreyraCarmen, se notaba que seguía preocupada por mí, trataba de evitar el decirme algo o preguntarme algo, lo podía leer en sus ojos y finalmente lo hizo, pues no pudo contener más su inquietud, porque creo que era necesario para ella comprender muchas cosas.–Alondra hija, sé que no te gusta hablar de tu familia, pero quiero saber algo – Me dijo Carmen – Por lo que veo, llevas mucho tiempo sintiéndote mal y se me hace mal de parte de tus padres que jamás te hayan atendido.Yo no le iba a mentir sobre eso, yo era a la que nunca se le había atendido, en ninguno de los aspectos de mi vida, ellos siempre me habían dejado de lado. No tenía porque no decirle la verdad a Carmen, que yo era la hija olvidada y repudiada, por no ser como ellos quisieron que fuera.–Sí, Carmen, ellos siempre han sabido lo que me ha pasado, pero les ha valido lo que yo pueda sufrir – Dije abatida – Mi papá dice quererme, pero no más de lo que quiere a Petra y ella, siempre que me ponía mal decí
Narra David De MaríaRecosté en mi cama a Alondra y le puse más alcohol, para que pudiera olerlo y dormir un rato. Estaba muy preocupado por ella y por ver, que se seguía sintiendo mal, despacio la besé con mucha ternura y ella se deshizo ante mi contacto cerrando los ojos, me asustaba verla así, por que me daba miedo que ella se pudiera desmayar nuevamente.–Alondra mi amor, ¿Cómo te sientes, mi princesa? – Le pregunté al oído – Te amo, mi muñequita.–Yo también te amo a ti, David – Respondió con sus ojos cerrados – Me siento bien, solo tengo sueño.–Vamos a dormir un rato, es necesario que descanses, para que te mejores. –Sí, DavidMi madre subió un té para Alondra, se lo di y se lo pudo tomar todo. Fue algo que, me tranquilizó verla tomarse ese té y ahora estaría, más que repuesta, en cuanto a su calor corporal. Amaba a Alondra, estaba loco por ella y quería que ella se sintiera mejor. Mi madre se sentó un rato, ahí con nosotros y eso me tranquilizó mucho, ver que las dos mujeres
Narra David De MaríaIsmael guardó silencio. Alondra y yo nos miramos con caras de preocupación y mi madre, estaba expectante, esperando lo que fuera, que Ismael nos fuera a decir. No era la situación más idónea que podría haber, pero lastimosamente, era la que había y nos teníamos que aguantar todos, hasta que mi amigo Ismael, se dignara a hablar.-Carmen, Alondra, David - Nos nombró Ismael - Lo que vengo a decir, no es nada fácil. Hoy tuvimos una práctica profesional que, equivale al 70% de la nota final de la materia de producción y cómo no te presentaste David, el profesor me dijo que, como somos muy cercanos, te avisara que le llames cuanto antes, para ver que harás. Que él dará regularización, para si llegas a tener que recursar la materia, pero, vine a avisarte lo más rápido que pude, porque recordé, que te irás a España con Alondra.No es que se me hubiera olvidado lo de la práctica, simplemente mi mente lo hizo a un lado, por la urgencia que se me había presentado, yo era muy
Narra Alondra FerreyraMientras estuve arriba yo sola, escuché que Carmen estaba enojada y regañaba a David, no quise asomarme para sentarme en la escalera ni mucho menos, pero hasta la recámara, se podía escuchar todo. Me puse a hacer mis tareas del Tec, que me hicieron favor mis amigos de pasarme al celular y en eso se me fue el tiempo, hasta que mi güero se apareció devastado en la recámara, no lo dudé, ni por un segundo y corrí a abrazarlo.–David, mi amor ¿Qué es lo que está pasando? – Le pregunté a mi chico – Te ves muy mal y escuché que Carmen, te estaba regañando.Todo por lo que nos vino a decir Ismael, sabía que David estaba enojado con su amigo, que vino a poner las cosas de cabeza con Carmen. –Alondra, mi princesa. Te amo mucho – Me mantuvo así en el abrazo – Ismael vino a decirme, que tendré problemas en una asignatura, por no haber ido hoy, tenía que hacer una práctica que valía el 70% de la calificación y al no ir, hay riesgo que pierda la materia.–Mi amor, eso es te
Narra Alondra Ferreyra–Te amo mi amor, buenos días flojo – Me reí – Tienes que despertar y apurarte, ya están por venir los del laboratorio.–Sí mi princesa, me meteré a bañar de inmediato.–Sí mi príncipe.David se metió a bañar y yo, me puse a arreglar la cama en lo que salía. Ya que salió, se arregló y se puso guapísimo y bajamos a la sala a esperar junto con Carmen, quién ya estaba haciendo el desayuno, en lo que llegaban las personas del laboratorio. Según el reloj de David, si eran puntuales no iban a tardar nada, ni cinco minutos más en llegar y cuando nos íbamos a sentar en la sala, tocaron el timbre. Carmen, salió a abrirles la puerta, mientras que David, puso una mesa y varias cosas y una silla para que yo me sentara para lo que vendría enseguida.–Buenos días, venimos a tomar la muestra, para la señorita, Alondra Ferreyra – Dijo la química – Será muy rápido y veo que, ya tienen todo listo.Eran de las peores cosas, que me disgustaban y me horrorizaban, tener que dejar que