Narra David de MaríaAlondra seguía estando celosa de Lisa y eso a pesar, de que ya le había dejado claro, que era sólo ella la mujer a quién yo amo. Su beso me tomaba por sorpresa, le respondí porque no la podía rechazar y mucho menos delante de la que ella, creía, que era una rival. Lisa nos miraba, mientras nos regalábamos apasionados besos Alondra y yo. La noté como queriendo decirnos algo, pero desistió y no nos comentó nada, al respecto.–David, en serio deben reconsiderar, el ir con nosotros esta noche – Suplicó Lisa – Andrés está deseoso de, conocer a tu chica.Bueno esa era algo, que ya no estaba en mis manos, si mi madre se enteraba, que rompí su regla, esta vez sí, que no me lo perdonará, ya las cosas estaban calmadas, como para que, ahora las vuelva a descomponer.–Lo siento en serio Lisa, pero es que mi madre se cabreó, el día que tomé con Andrés y es por eso que no vamos – Me disculpé – Nos vemos después, no pasa nada.Sí pasaba, porque se sentía muy feo que tus amigos t
Narra David de María–David lo siento amor, pero muero de risa, de escuchar como Carmen ha nombrado, al borracho de Andrés – Dijo Alondra – Sé que es tu amigo, pero espero, que a ese paseo no vaya nadie, que la conozca o le dirá que los vimos allá a él y a Lisa.Comprendía su inquietud, de que alguien le fuera con el chisme a mi madre, pero mejor teníamos que pensar positivamente, para que no sucediera nada de eso.–No Alondra, espero en serio, que eso no pase, pero si llega a pasar, mi madre no puede prohibir, el hecho de que ellos por casualidad, anden en ese paseo también. Digo es un paseo libre y puede ir quién quiera.–Sólo falta, para nuestra buena suerte que allá al paseo llegue Fina con Carmen, mientras estamos con Lisa y con el borracho – Me dijo Alondra riéndose, ella no tenía remedio. – Ya vamos a comprar lo que nos ha pedido mi madre Alondra. Sí no lo hacemos, estaremos en problemas.–Claro vamos, amor.Fuimos a lo más parecido a un súper en el pueblo Alondra y yo, nos pu
Narra Alondra FerreyraCarmen llamó a David casi llegando a la cabaña de ellos y él se debatía entre responder la llamada o no, yo no opiné nada de si debía de contestarle o no, pero él terminó por tomar la llamada para casi colgar enseguida ya estábamos prácticamente llegando a la cabaña.Carmen nos esperaba afuera y en cuanto David se estacionó, ella fue y recogió las bolsas con las cosas que encargo y entramos David y yo después de ella a la cabaña. Ella no nos decía nada y eso no era una buena señal, algo sin duda había pasado pues Carmen no era de las personas que disfrutara de estar en silencio, al contrario ella siempre buscaba hacer una conversación de todo.–Alondra, quiero hablar contigo – Me dijo Carmen seriamente – David, por favor ¿Nos puedes dejar solas?Sí, lo aceptaba mi responsabilidad, la situación era directamente conmigo, estaba segura que la regañada seria épica, lo admito me había comportado como una chiquilla de cinco años.–Madre, no veo la necesidad. Lo que qu
Narra Alondra Ferreyra–No lo puedo creer madre – Se molestó David – Nos estás diciendo entonces que defiendes a ese pobre diablo y ahora encima de que ese infeliz comenzó el problema por el que estamos discutiendo ahora. Tú estás de su lado total y absolutamente, esto es inaudito.–Más inaudito es que ustedes dos no valoren absolutamente nada y a nadie tampoco y David, no debiste hacer todo ese número de la cena si vas a seguir haciendo tonterías y comportándote de un modo que haces que yo te desconozca. No me gustan las hipocresías. Yo no te eduqué para que no respetes a los demás y mucho menos para que los humilles. Yo te eduqué para que fueras una buena persona y no un niño mimado que siente que es el rey del mundo.–Lo siento madre pero soy el rey del mundo y si no eso, al menos el rey de este pueblo sí. Ninguna cabaña es como la nuestra, yo me puedo dar el lujo de no repetir mi ropa ningún día del año y de usar prendas de marca y si quiero de diseñador, estudio en una excelente u
Narra David de María Cuando terminó ese terrible altercado que tuvimos con mi madre, Alondra y yo nos quedamos callados y sin saber que decir. –Y ni piensen que se van a a quedar esta noche juntos – al escuchar las palabras de mi madre, por supuesto que no estaba de acuerdo.–No es justo madre.Mi madre ni siquiera se molestó en contestarme, se dirigió a Alondra y le dio sus indicaciones.–Alondra, tú te quedaras en la habitación de David.Bueno por lo menos no la mandó al cuarto de afuera, lo más probable es que ese me tocara a mí, conociendo a mi madre la separación, sería significativa.–Muy bien Carmen.Mi novia aceptó sin rechistar, no como yo que para todo tenía que manifestar mi inconformidad. Cosa que no le agradaba a mi madre.–Y tú David, te quedaras en la recamara de aquí abajo.Mi madre nos mandó a recámaras diferentes, quitándonos el celular y dejándonos sin comunicación exterior por un buen rato con la finalidad de que pudiéramos estar un rato con nosotros mismos y pud
Narra David de María –Por nada madre, claro.Mientras mi madre subía con Fina Morgan a su recámara, yo me puse a preparar el té y a sacar las cosas de las bolsas que trajo Fina, para ir organizando lo que se iba a preparar, seguramente, sería pizza por el tipo de ingredientes que en ella venían.Estaba esperando a que se terminara de hacer el té en la cocina, cuando sentí que alguien me abrazaba por la espalda, me di la vuelta y pude ver que era mi adorada Alondra, que había llegado a hacerme compañía.–Hola mi amor ¿Ya te ha levantado el castigo Carmen? Espero que no se enoje conmigo, por salirme de la recámara antes de que ella me lo pidiera – Dijo Alondra – Pero desperté hace un rato y decidí bajar, para visualizar el panorama.–Hola mi princesa, de hecho mi madre ya está más tranquila. Estábamos tomando vino y comentando las cosas, con respecto a lo que había pasado. –Está bien mi amor, ¿Qué son todas esas cosas?, ¿Cocinarás algo delicioso?Pregunto mi princesa, ya con un poco m
Narra Alondra FerreyraEsa noche cenamos una deliciosa pizza en la cabaña, en compañía de Carmen y de su amiga Fina, que aunque era una señora que a veces era indiscreta y se pasaba de directa, para mi gusto me caía bien pues era muy buena gente y le gustaba ayudar en todo. La cena estuvo muy amena y después de cenar David y yo, nos levantamos para recoger la mesa y retirarnos a la cocina a lavar los trastes.–Alondra, ¿Te ha gustado la cena, mi princesa? – Me preguntó mi David – Estuviste un poco callada ¿Qué pasó?Me había fascinado, fácilmente con todo lo que sabía David de cocina, podría montar un restaurante internacional, todos los platillos que sabe hacer, son interesantes y de verdad, me gustaría aprender a cocinar de todo.–Sí mi amor, me ha encantado. Es sólo lo que te dije, hace un rato y que me preocupa que Carmen siga molesta, siempre arruino todo – Respondí con tristeza – Lamento que, por mi culpa le quedaras mal a Lisa.Tanto la atmosfera de tranquilidad, que se respira
Narra Alondra FerreyraCuando Fina se fue de la cocina, me propuse decirle a David, que hiciéramos eso un club de lectura y así no tendríamos que salir de la cabaña y Lisa podía venir y si ella conocía más gente también. Así Carmen no estaría preocupada, por nosotros y nos serviría de distracción. –David, lo que dijo Fina es cierto. No tenemos que salir para hacer algo divertido– Le dije emocionada – Deberías decirle a Lisa que venga y hacemos un club de lectura.–Sí Alondra, es una excelente idea – Respondió David – A ella también le gusta mucho leer, de hecho, le he traído algunas de las revistas de mi madre, dónde escribe Corín Tellado.–Entonces Lisa y yo, sí que podremos ser amigas. Amo las novelas de Corín Tellado y gracias a eso aguanté a la loca de Petra más de la cuenta, porque mis tías compraban esas revistas y las dejaban en mi casa y ahí conocí a esa mujer fantástica, sus historias son preciosas.–Yo he leído una que otra, lo confieso – Dijo David apenado – Mi mamá tambié