Apoyó su mano sobre la puerta y bajó su cabeza… suspiró derrotado… había usado un autocontrol que creía inexistente para apartarse en ese momento… giró su rostro y vio la puerta cerrada tras la cual Leia permanecía… no podía volver por mucho que lo deseara… ese juego era de él… tenía que dejarla deseando más, para que fuese ella la que rogara por estar con él… en un inicio creyó que sería más humillante para James al saberlo; pero ahora entendía que era por orgullo y tal vez por ego… Leia era su reto… no iba a perder con ella.
¿Ahora cómo demonios ocultaba la tremenda erección que la estúpida chica le causó?… Se forzó a pensar en otra cosa para desaparecerla… una mueca de disgusto se posó en su rostro al venir a su mente su mejo
— Así que vas a una cita con mi novio…— la fría voz de Emireth contrastaba perfecto con su rostro endurecido.— ¿Perdón? — preguntó sin entender.—Mph…— sonrió aquella mujer con superioridad —… a nadie engañas con tu cara de mosca muerta, no eres mas que una perdida – dijo Emireth con enojo.Leia entrecerró los ojos ¿Ella había ido únicamente a insultarla?— ¿Y me quieres decir tú que demonios sabes? No fui yo la que se metió en donde no debía — cuestionó molesta Leia, no iba permitir que esa mujer la insultara.— ¿A caso no vas a encontrarte con James? – cuestiono Emireth con enojo.Leia sonrió, y sin saber bien por qué no se empeque&nt
Leia condujo con algo de música pop hasta la mansión Miller… era bastante tarde, sus papás la regañarían…— Pero es que esa mujer…— recordó todavía molesta, sostuvo el puente de su nariz… al menos, no se había sentido inferior que ella en ese momento… “eso se lo debo a él”, reconoció, Caleb la ponía en bastantes situaciones bochornosas y vergonzosas que comenzaba a acostumbrarse a vivir al límite, por eso fue que pudo sobrellevar esa situación, controló sus nervios muy bien.— Darlene ¿eh?... así que su amante…— recordó mientras se detenía en el jardín frontal de la mansión Miller.Experimentó la molestia que eso le provocó… ella recordaba muy bien todo lo que él provocaba en su
Ella lo vio suspicaz… sí, él y Leia se traían algo… generalmente ese asunto no le hubiese interesado.— Si… algo a lo que no me interesa asistir…— aseguró Emireth con arrogancia y le sostuvo la mirada.Él sonrió del medio lado.— Por supuesto…no fue porque el principito te dejo de lado — respondió el rubio irónicamente y dejó a un lado se embriagante bebida.— ¿A dónde vas? — preguntó Emireth molesta al verlo dirigirse a la puerta y tomar sus llaves.— Tengo asuntos que atender — mencionó simplemente —…cierras cuando salgas – pidió Caleb para luego marcharse.— E-espera Caleb…— dijo Emireth sin creer que la hubiese dejado ahí…
— ¿Dónde estás Leia? – se preguntó el pelinegro mientras pasaba por segunda vez por los sanitarios más cercanos a la que fue su sala. —¡Disculpa! – le habló a uno de los encargados del servicio del establecimiento — ¿Hay alguien en los baños? – cuestiono James.El anciano sujeto lo vio extraño.—Estoy buscando una amiga, es bajita de estatura y pelo largo y cobrizo — informó al percatarse.—Me temo que no… los sanitarios están vacíos — mencionó al voltear al lugar del cual recién salía.James solo asintió y se giró para seguir buscando.“Soy un imbécil … debí suponer que algo así pasaría” … se regañó mentalmente “&ique
Caleb con dos de sus dedos movió la ya húmeda ropa interior de la chica bajo su cuerpo, logrando con ello obtener la entera atención de la misma, arrancándola de sus pensamientos.Ella lo vio con reproche.—Dije que no diría nada … pero no que me quedaría quieto— volvió a susurrarle haciendo indignar a la pelinegra que juraba que podía colapsar por la tensión.¿Leia? … Leia ¿qué te pasa? ¿Por qué no me contestas?—E-es que… hay mucha gente… - volvió a mentir -… todo está muy… apretado — dijo para justificarse.Sabes lo peligroso que es viajar en el metro a estas horas… - se escuchó molesto y preocupado, ella se sintió una mala persona -&hellip
La noche la había alcanzado en ese estacionamiento, Leia aun sentía su corazón latiendo con demasiada fuerza, y es que, cada vez parecían escalar mas y mas de tono, Caleb era demasiado pasional, y también demasiado descarado…aunque esa noche había sido ligeramente diferente con ella, había respetado su decisión e incluso, podría jurar que se sintió ligeramente interesado en lo que le dijo.—¡Hola Leia! – saludó emocionada Kristel al verla regresar.— Hola — mencionó Leia cansada y forzó una sonrisa amable.— ¿Y? … ¿qué tal todo? – preguntó la castaña mientras la seguía a su habitación.— Bien… supongo — la cobriza mintió, por esa noche no tenía ganas de nada.
—Entonces esperas algo “especial” – se dijo intrigado una vez que estuvo en su solitario departamento … negó en silencio … Leia podría ser la única tonta que todavía le daba importancia a esas cosas, aun así, por alguna razón que no lograba comprender, no quería burlarse de ello, la decepción en sus ojos, la manera en que le había confesado aquello, lo hizo sentir extraño, era una niña estúpida, de eso no cabía duda, pero su manera ingenua de pensar lograba fascinarlo, presionó una de las flechas del teclado de su portátil … la siguiente foto apareció.— James — mencionó Caleb con desprecio… después de darse una ducha pensó en dormir, pero carecía de sueño, ahora se estaba sentado frente a su escritorio y había entrado a su red social… no ta
— ¡FALTA! — se escuchó el grito después del silbato, el entrenamiento del día estaba en curso y los chicos en la duela se veían ya cansados.—¿Qué te pasa James?... no puedes cometer faltas tan inocentes — regañó Erick cuando su rubio amigo caminó con el balón.—Cierra la boca— contestó el aludido fastidiado mientras le lanzaba el balón al árbitro y limpiaba el sudor de su rostro con la casaca amarilla de entrenamiento.— ¿Qué te tiene tan distraído? — cuestionó Erick curioso al caminar con él y tomar posición a su lado.— Nada — James fue seco en su respuesta y miró fijamente a cierto rubio ojiazul que lo veía con burla y con el balón ya en las manos.— Cre