Miedos y confesiones

—No tengo ningún problema, será un placer tenerlos a los dos, waoo, mi boda será increíble, muchas gracias jefe.

—No agradezcas, allá nos vemos —esas fueron mis últimas palabras para colgar la llamada.

—Maldito perro, te has enamorado, mis propios oídos han escuchado perfectamente y no te haces la idea de que ella vaya sola, ¡estás enamorado y no lo quieres aceptar!

++Gisela++

Todo podía esperar en esta vida; terremoto, enfermedad, mala vida, dormir bajo de un puente, “casarme por dinero”, pero jamás cuidar a un cachorro. No es que sea difícil cuidar a un perrito, pero no es lo mío, mi madre decía que mi rostro es de vida, sin embargo, no doy vida ni a una plantita y ahora que sea un animal, ¡lo dudo! Tengo que buscar un reloj donde siempre me avise la hora en la que le debo dar agua y comida, también en darle un pequeño paseo, ¡Dios! ¿Dónde va a dormir? La señora trajo una cunita.

Llegando a la mansión, la señora me dio una gran sorpresa, esperándome para pedirme de súplica que cuida
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