Hola, mis corazones, gracias por el apoyo que me han dado, aquí termina esta historia, no obstante, el fin no ha llegado porque le tengo preparadas más aventuras inesperadas de las que se sorprenderán. Un beso y abrazo inmenso de mi parte, y nuevamente, gracias por la oportunidad.
El abogado de la familia Müller se retira con un “hasta pronto”, dejando al empresario Adal Müller lleno de furia porque la herencia que ha dejado su abuelo impregnado en ese testamento es injusta, ya que ahora se encuentran el siglo XXI y no en el tiempo pasado que la familia debía obligar a sus hijos a casarse.Los padres de Adal intentan alentarlo, llenándolo de sabias palabras; míralo por el lado amable, considera que tu abuelo ha sido bueno, eres afortunado de ser el heredero de toda la fortuna Müller, no es tan fácil buscar a una chica que quiera casarse contigo, agradece que tu abuelo solo puso eso en su testamento y no un hijo como condición. Sus padres no dejaban de hablar del asunto y lo último que rebalsó el vaso fue decirle que debía casarse, pero jamás el abogado debía enterarse de ello porque si no todo fuese un fraude total y la herencia se iría a la fundación de animales.Los susurros de sus padres provocaron que el empresario saliera de ese despacho como alma que lo l
*Gisela*Saliendo de mi rutina diaria, me voy encontrando con mi compañera de apartamento, ella sabe dónde trabajo, sin embargo, me sorprende que me esté esperando, no voy a negar que me he asustado porque es primera vez que la veo y más su insistencia a querer hablar conmigo en una cafetería y no en el apartamento.¿Será que me pedirá que me largue de su apartamento? ¡Dios, no permitas que ella me saque de su apartamento, no ahora! Ella tiene muchas oportunidades de subsistir y más ahora que se casará con un empresario, bueno, eso es lo que he escuchado de su propia boca.Ah, yo no tengo ni la oportunidad de ver de reojo, todo es trabajo y trabajo, hasta el agotamiento me ha llegado, no sé en qué momento me detendré, aunque puede que mi recompensa sea saber que mis padres no están sufriendo de alimentación y menos que los sacaran de su propia casa por no poder pagar el impuesto. Ash, me duele mucho pensar en lo mentirosa que me he vuelto, en que no tengo el valor de decirle a ellos q
No… Ella no puede estar hablando en serio, la veo a los ojos y no lo creo. La chica que tengo ante mí me está proponiendo casarme con su jefe. ¿Será que tengo un letrero en mi frente que dice lo necesitada que me encuentro?—¿Me consideras tu amiga? —cuestiono con los ojos abiertos.En el preciso instante que veo que ella asiente como una loca, agarro mi cartera, la abro y en par de segundos logro sacar el pequeño espejo que siempre llevo conmigo. Me veo a mí misma, y me suelto a reír al ver que no tengo ningún letrero que diga que me estoy muriendo por conseguir más dinero del que gano.—¿Qué es lo que buscas? —pregunta en tono preocupado—, ¿te sientes mal?Intento creer que ella me quiere ayudar, sin embargo, una parte de mí me dice que se está burlando o que solo me quiere como su plan "b", ya que ella no se puede casar con su jefe. No... Necesito saber por qué no me pidió otra cosa, bueno, ¡que no me pida que me case con su jefe y menos que deje su casa! Acepto si su propuesta es
Dios, me siento entre la espada y la pared, tampoco puedo ir a cometer un robo porque de eso soy pésima.—No, lo siento, pero creo que no es recomendable que te deje ir en el estado en el que te encuentras, no cuando soy el causante de que hayas caído contra el suelo —cuando pensaba que me había alejado del hombre, es cuando más cerca lo tengo—, dime, ¿tienes algún problema en el que te pueda ayudar? Me apena muchísimo lo que sucedió.¿Qué? Ni que fuera el fin del mundo, ¿de verdad está preocupado por mí?Me detengo en seco, antes de que se me haga tarde le dejaré en claro al hombre grande que por alguna razón me afecta su presencia.Nuevamente, cerca de él le digo que no tiene por qué preocuparse, que la culpa puede ser compartida, ya que no tuve la oportunidad de ver a la persona que estaba frente a mí y todo por ver el móvil.—No me mires así, te estoy diciendo la verdad.—¿Por qué tus manos tiemblan? En serio, debería verte un médico —dice en tono preocupado, retrocedo al sentir s
¿Qué…? Estás demente Gisela, cómo te atreves a preguntarle al desconocido si quiere acompañarte, es demasiado obvio que tiene problemas y yo también los tengo, sin embargo, estoy aquí como una estúpida esperando que el desconocido sea el príncipe del cuento.Sacudo mi cabeza y alejo los pensamientos de mi consciencia imprudente, por ahora no necesito que me reprenda, aunque me ha puesto en mi lugar, ya que ahora tengo presente lo que debo hacer.—¿Crees que puedas correr peligro? —dice en tono preocupado, alarmándome por sus buenas intenciones conmigo, siento que él no es un hombre que intente lastimarme.—No… —niego rápidamente con la cabeza—, lo que quiero decir es que no hay necesidad que se quede más tiempo aquí, también tengo algo urgente que hacer, así que adiós—tartamudeo, y cuando me doy cuenta ya ha sido demasiado tarde, sin poder evitarlo siento como mis mejillas empiezan arder y con un poco de disimulo doy media vuelta—. Nuevamente, gracias, aunque no fue necesario que se p
+Narrador omnisciente+Adal Müller por un segundo se sintió aliviado al escuchar a su secretaria que la chica que le había recomendado ha aceptado y que solo espera que él sea que él indique el momento y el lugar donde ambos tendrán que hablar y planear lo de la boda por contrato.Una cosa pasaba por su mente y es que podía lucir a la chica que sería su esposa en eventos especiales, todo por las apariencias, sin embargo, no podía considerarla como su esposa verdadera. Si tenía algo en claro con respecto al matrimonio arreglado era que las emociones acabarían por arruinarlo.Adal bebió un gran trago de su whisky mientras se quedaba pensativo por los pro y contras de ese matrimonio, hasta que de pronto se le vino un par de ideas para establecerlo en el contrato. Sin decirle ni una sola palabra a su secretaria, él fue directo a su escritorio, se puso cómodo y rápidamente tomó un bolígrafo y comenzó a escribir las reglas principales para mantener el control absoluto del contrato.Una chic
—Sí, quiero disculparme por la tardanza, no es excusa, pero tuve que pedir permiso a mi trabajo y… —ella guardó silencio al darse cuenta de que par paloteaba.—Por favor, siéntate. ¿Quieres un café? ¿Té? —dice él en tono nervioso.—Agua, por favor —ella pidió de forma de súplica, ya que había corrido demasiado—Puedes ponerte cómoda sobre el sillón, luego pasaremos a la mesa.Gisela asintió, caminó hacia la dirección, se sentó con elegancia en el sillón acolchado y cruzó las piernas. La sedosa tela roja subió un poco y le ofreció a Adal una buena vista de sus piernas, suaves y atléticas, o eso es lo que su cuerpo muestra a cualquier par de ojos que intentan deleitarse de ellas.—¿Bocadillos? —pregunta él con mucha amabilidad, tratando de ser cordial.—No, gracias —ella negó con la cabeza.—¿Estás segura? —Adal insiste, tratando de ser un caballero.—Sí.Totalmente desconcertado hacia la mujer con la que no quería tener contacto físico alguno, empezó a llevarle un vaso de agua.Se anal
+Gisela+Costó mucho tiempo para poder decidirme, mi almohada no me ha dejado pensar mucho, ya que se me vino a la mente que mi nona necesitará más dinero para mi papá y sus necesidades.Las palabras de Lucero no dejaban de pasar por mi mente hasta llegar a tocar fondo y sentir que mi única salida era vender mi vida al diablo, a ese viejo que me sacaría de todos mis problemas, sin embargo, jamás imaginé que la persona que esperaba era la misma que choqué frente a la cafetería.Recuerdo perfectamente lo que hable antes de que ella saliera del apartamento; le dije que me casaría con su jefe, que no tenía de otra que vender mi dignidad porque no tengo nada. La desesperación me ha orillado a tomar esa decisión tan drástica. La respuesta de ella fue que todo lo que hago es por el amor que siento por mis padres, demostrando que soy capaz de todo con tal de no dejarlos en la calle.El día de hoy estando en el trabajo recibí una llamada repentina de Lucero, diciéndome que mi reunión sería el