Doy media vuelta y veo que él está mirándome como un bobo. No hay necesidad de preguntarle. «¿Cómo hiciste para arreglarse tan rápido?» Es obvio que no le preguntaré, ya que él solo tenía que subirse el bóxer junto a su pantalón, acomodarlo y... ¡Listo! Mientras que yo estaba completamente desnuda.—Entrégame mis bragas —extiendo mi mano—. No me pondré mi vestido sin mis bragas.El muy desgraciado esboza una sonrisa y se limita a hablar. Respiro profundo y me voy colocando mi pantalón sin mis bragas. «Esta vez ganaste, pero dudo la próxima».—Me pierdo ante tu belleza —masculla con voz ronca, haciendo que mi cuerpo se erice por completo.—Atente a las consecuencias —le sentenció.Me aliso el cabello y nuevamente me lo vuelvo a recoger, con un poco de nerviosismo quito el seguro de la puerta, la abro asomándome si de casualidad hay alguien cerca.—No tienes por qué avergonzarte y menos si estás junto a mí.Él toma de mi mano y ambos salimos del tocador, ¡sí! El tocador de mujeres que f
—Quiero que sepas que durante el tiempo que hemos estado juntos he sentido o, mejor dicho, soy testigo del sentimiento que ha crecido en mi corazón, no pude evitarlo, me desespero por ti, quiero estar contigo el tiempo que tú quieras.Siento me he lanzado en el lodo de los cerdos, ah, tengo una vergüenza, que preferí el baño de los cerdos y no el entierro de la cabeza como el avestruz.—Eso mismo pienso, quiero pasar más tiempo contigo, disfrutar de lo que queremos y… Es amor lo que sentimos, eso que le llamamos sentimiento, es amor, te gustaría que te dijera amor, quiero pedirte permiso, eso me nace hacerlo, pero tengo un poco de miedo que me abofetees —se acerca con la mano posándola en mi mejilla—, ¿qué dices, amor?—Sí…. Acepto, acepto, Adal, quiero que me digas amor y yo quiero decirte en la cama bichito sabroso —relamo mis labios.—¿Bichito sabroso? —se suelta a reír, no se molestó para nada, wao, su sonrisa es hermosa y contagiosa, es raro las veces que sonríe así, hasta mostra
++Lucero++လAún me cuesta creer que el señor Alfonso me ha traído a mi apartamento, lo extraño es que piensa quedarse aquí por el simple hecho de que estoy borracha. ¡Borracha, yo!Desde que entre al apartamento me quité desesperada la ropa para remplazarlo con una bata. El señor Alfonso debe sentirse aliviado porque no soy de las que se mantiene con ropa, no cuando siento que mi cuerpo arde.Luego de un momento de despojarme de todo lo que me estorbaba, fui a la sala acompañar al invitado, suficiente. Lo importante es que el alcohol que tenía en mi cuerpo ha desaparecido, no por completo, pero sí ha desaparecido.—Eh, quiero agradecerte por traerme, me siento mal por ser una perra con Gisela —murmuro por lo bajo.Ah, me debo callar, no puedo más con todo esto, no cuando tengo ganas de follar, sí, es una locura, pero puedo ver que el licenciado tiene lo suyo, me gustaría conocer que hay detrás de ese traje.—No soy bueno dando consejos, pero es demasiado evidente que debes dejar que
++Adal++La reunión estuvo fantástica, no importó lo que sucedió con Lucero, ya me encargué de que Gisela tenga su mente completa en otra cosa.Todo inició desde que le dije que deseaba hacer otro tipo de cosas con ella, que quiero que me conozca y se conozca ella; su cuerpo, lo que desea, sus fantasías y todo lo que su cuerpo entero puede dar. Sin embargo, me estoy arrepintiendo, la tengo frente a mis ojos y solo parpadea, ¡no hay ninguna reacción!¿Qué es lo que estoy haciendo? ¿Cómo tuve las agallas de proponer tal cosa? ¿No creo que acepte? ¿Ella no es para esto? Soy un completo idiota, cómo pude pensar que ella lo haría, ¡le quité la virginidad!¿Por qué hice eso? Mi vida sexual es demasiada delicada y secreta, y por ello tuve ese pensamiento absurdo de que ella pudiese entrar a mi mundo.—Podemos tomar algo —empieza a darse aire con su mano como si tal fuese un abanico.Eso es una señal de nerviosismo, ella no aceptará, pensará que la mataré. ¡Hmmm! Sin embargo, puedo aprovechar
++Gisela++Dios mío... Ah, sin poder mover mi cuerpo, abro lentamente mis ojos, pero lo vuelvo a cerrar tras sentir como los rayos del sol golpeaban mis ojos. Me remuevo un poco y busco el edredón del cual debería estar cubierta, pero, en cambio, estoy tendida en una inmensa cama, desnuda y sin nadie que me acompañe.Intento abrir los ojos para recordar donde estoy y también la hora que es. Extiendo mi mano hacia la mesita de noche y como si fuese mi mano como una araña, buscando su presa, ¡mi móvil!Al tocarlo y tenerlo en mis manos abro un ojo y el otro permanece cerrado. Veo la hora, y me levanto automáticamente, como si tuviera chile en mi trasero. ¡Las diez de la mañana! ¿Qué es esa mierda? ¿Por qué dormí tantas horas? Corro hacia la ducha, ash, se me había olvidado que no me encontraba en mi habitación, bueno, pero no creo que Adal se moleste por ocupar el baño que está aquí. Tengo que alistarme y salir de aquí, ya pronto será el viaje y obvio que no me quiero quedar y arruinar
++Adal++ Al final las cosas no salieron como uno la esperaba, dentro del avión me llegó una llamada a la que me obligó cancelar el viaje, mejor dicho, tuve que hablar con Gisela y pedirle disculpas porque no podré ir con ella, no después de saber que mi madre viene en camino y no para bien, su médico cardiaco me pidió estar presente cuando ella estuviese aquí.Claro está que al escuchar eso el miedo y la angustia se hicieron presente a lo que me llevo cancelar todo, pero no podía llevarme a la consciencia que los padres de Gisela nos estaban esperando y principalmente a su hija a la que tienen tiempo de no ver.Maldije por lo alto en ese momento, no podía cancelar todo, así que le expliqué a ella como estaban las cosas y que no era necesario cancelar el viaje, que ella y Lucero debían ir, mientras que el resto debía de quedarse porque el caso era personal.Recuerdo en ese momento como sus ojitos empezaron a nublarse, ella no quería dejarme solo, me pedía en palabras de súplica que no
Estoy sintiendo que todo esto es una telenovela; “el hombre que se enamora de la chica”. Desde un principio me llamó la atención, luego no pude evitar expresar lo que sentía.—He dejado que ella entre lentamente en mí, sí, acepto reconocer que me he enamorado de ella —digo con nostalgia—, pero todavía no me atrevo a decirle que se quede conmigo, Alfonso, no sé si ella está enamorada de mí, ¿por qué tenerla a mi lado? No quiero que ella al final quiera estar conmigo por…—Ni lo pienses hermano —me interrumpe—, deja ese pensamiento estúpido del que ella está contigo por dinero, recuerda perfectamente que Lucero y tú fueron detrás de ella, me ha quedado claro que nadie le metió un cuchillo para que aceptara, pero ella tampoco esperaba que encontraría una salida para el infierno en el que se encontraba, ¿quién vive de pan y agua?Estoy siendo un inmaduro, ella es una persona en la que me he dado cuenta de que su enfoque principal son sus padres, que ella daría su vida por ellos. ¿Será que
—Me gusta, es una manía que tengo —encoge sus hombros al mismo tiempo que pone en blanco sus ojos—, oye, se escuchara atrevido, pero tengo ganas de saber que te trae a este lugar, ¡ya sé! Mal de amores—chasquea con sus dedos—, es que en tu rostro se puede ver—deja a un lado el vaso que estaba tomando para luego deslizar sus manos sobre la mesa sin tirar nada, hasta que llegan a mis manos.Mis ojos van directo a sus ojos, y segundos después bajan lentamente, hacia sus voluptuosos pechos. La boca la siento seca. De pronto mi cabeza me traicionó, ya que empecé a desnudarla y compararla con Gisela, no tenía necesidad de cerrar los ojos para decir que esa chica es la indomable de mi jefa.—¿Quieres un chicle? —suelto la estupidez más grande del mundo y automáticamente ella aleja sus manos para llevarla a su boca, soplar sobre ella y esperar que… No sé lo que está haciendo.—Qué vergüenza, ¿tengo mal aliento?—No, no quise decir eso, qué tonto, no puedo medir mis palabras, te juro que quise