—Me gusta, es una manía que tengo —encoge sus hombros al mismo tiempo que pone en blanco sus ojos—, oye, se escuchara atrevido, pero tengo ganas de saber que te trae a este lugar, ¡ya sé! Mal de amores—chasquea con sus dedos—, es que en tu rostro se puede ver—deja a un lado el vaso que estaba tomando para luego deslizar sus manos sobre la mesa sin tirar nada, hasta que llegan a mis manos.Mis ojos van directo a sus ojos, y segundos después bajan lentamente, hacia sus voluptuosos pechos. La boca la siento seca. De pronto mi cabeza me traicionó, ya que empecé a desnudarla y compararla con Gisela, no tenía necesidad de cerrar los ojos para decir que esa chica es la indomable de mi jefa.—¿Quieres un chicle? —suelto la estupidez más grande del mundo y automáticamente ella aleja sus manos para llevarla a su boca, soplar sobre ella y esperar que… No sé lo que está haciendo.—Qué vergüenza, ¿tengo mal aliento?—No, no quise decir eso, qué tonto, no puedo medir mis palabras, te juro que quise
++Gisela++¡Oh, quiero correrme! No me arrepiento de haber firmado contrato con este hombre y de que él me aceptara. ¡Ahora me siento perdida ante él! No imaginé que esto podría pasar más allá de una calentura, ¡este hombre me ha marcado! Muevo las caderas muy despacio, apretándome contra su abultado pene, la fricción de la áspera tela vaquera contra mi sensible clítoris me está haciendo perder la cabeza. —Oh, cielo —jadea. Su voz es grave, como el trueno que sigue a un relámpago. Noto que se endurece todavía más. Estoy mojada y resbaladiza y me deslizo sobre él con más fuerza. Con más pasión. Me sujeta con firmeza de la garganta, incluso mientras me muevo y me restriego contra él. Luego acerca su boca y tira de mi pezón con los dientes. Él se estremece con violencia y gruñe de placer, es un sonido tan penetrante que me hace temblar. Le miro a los ojos y veo la ardiente pasión, a la altura de la mía. Me doy cuenta de que está tratando de desabrocharse el botón de los vaqueros.
++Adal++Frustrado paso mi mano por todo mi rostro porque mi preocupación me está matando. Gisela y menos Lucero contestan mis llamadas y no está, en la casa que compré. ¿Qué hacen que se descuidan de sus móviles? Le dije a Gisela que la llamaría, que estaría al pendiente de ella.Alfonso ha tratado de consolarme y decirme que no tengo por qué comportarme como un hombre desesperado, ella solo ha estado incomunicada un día, un día del que no es totalmente la ruina, pero lo que no entiende él es que tengo un sentimiento amargo y mi pecho se estruja. Tengo muchas preguntas y dudas, me duele demasiado que ella no conteste mis llamadas, mi cabeza no puede imaginar que ella se ha arrepentido y ahora no quiere volver a verme.—Hermano, no puedes permitir que tu madre te vea en ese estado y no estoy de acuerdo en que tomemos porque me está costando reponerme de la resaca —se levanta del sofá.Me pone de mal humor su actitud, es que no comprende el miedo que siento en mi interior, ¡ella se pue
++Rolo++—Estoy más caliente que nunca y creo que tu deber es atender a tu novia —dice en tono divertido, no espero ni un minuto y la cargo en mis brazos, ella entrelaza sus brazos en mi cuello, subo las gradas y no se me dificulta mucho llevarla a su habitación, ya que ella pesa como una pluma.Al llegar al último escalón mi amiguito siente mucha emoción porque sabe que habrá fiesta, no es necesario que ella me diga cuál es su habitación, ya que es evidente que es la única mujer y la única que tiene la puerta color rosa.Al final me siguió gustando el sexo con ella. Luego de salir del bar nos fuimos a su casa, eso fue ayer cuando me quedé a dormir, al despertar salí corriendo de esa casa por qué tenía que presentarme a trabajar, y al final todo fue en vano porque ellos me dijeron que el jefe no se encontraba y que me daba una semana de vacaciones. En ese momento no tenía donde ir y es cuando decidí buscarla. Ese hombre es un maldito, ya sabía que me haría eso, por gustos de él y del
++Gisela++Llevo un día en mi tierra y ha sido una total pesadilla, como me arrepiento de haber venido, todo no ha salido como lo había esperado, hasta me llevé una sorpresa de la que me tiene decepcionada y con ganas de quitarme la vida, pero al final alejo ese pensamiento por lo más que puedo porque tengo la mirada insistente de Lucero.Por ahora nos estamos quedando en casa de Adal, gracias a Dios que Lucero se acordó y tenía una llave de la casa, lo peor es que mi maleta donde tenemos los móviles están en casa de mis padres y ahí no tengo pensado ir, no cuando ambos han estado fingiendo tener enfermedades para mantener a una aprovechada hija de su madre, esa que desconozco su existencia.—Estoy cansada de verte así, no es porque sea una mala mujer, pero recuerda que una y mil veces te dije que tus padres se estaban aprovechando de ti —y la presencia de Lucero se hace presente, quitándome la poca paz mental que tenía—, es demasiado que estés así por esa maldita perra, deberíamos ll
[Inicio del flashback]Me siento cansada de todo esto, sé que son mis padres, pero son un par de seres humanos que no tienen compasión de nadie, no le importó que sea su hija, tampoco que me restrieguen en mi propia cara, que están manteniendo a una vividora que se gasta el dinero de mis padres en fiesta, ¿dónde está la salud delicada de mi padre? No digo que mienta, ya que he sido testigo, no, hablo de las asistencias médicas.Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo.No sé dónde saca tanto descaro y no negar lo que hacen. ¡Estarán ciegos!Aahh… pero que ni se le ocurra enfrentarme o hacerme daño, desde hoy en adelante ella no podrá conmigo, desde ahora ella conocerá la verdadera Gisela. La Gisela que tuvo que volver a la realidad; la que tuvo que casarse por darle todo a sus padres, la que por poco muere en el intento y la que siempre ha luchado para que ellos no sigan sufriendo.¿Dónde están mis verdaderos padres?Al no aceptar a esa maldita vividora, ellos me han despreciado, me han desecha
Mi padre se queda pensando por unos segundos, sin embargo, mi madre se mantiene con esa firmeza a la que siempre quise que tuviese conmigo.—Vamos Gisela, no vale la pena que sigas gastando palabras, ese par de señores no entraran en razón, no después que aprendan la lección —Lucero agarra de mi mano, ella ha desistido de nuestro plan en matar a esa maldita vividora.—No, ellos tienen que saber que esa vividora los llevará a la ruina, soy honesta y sincera que es otra cosa, me iré, claro que me iré, pero antes les juro que verán una nueva Gisela, la que pensará primero en ella y después en los demás, venía aquí para pasar más tiempo con ustedes, pero me encontré con una grata sorpresa, es mejor que me vaya y tu perra viciosa, tienes que saber que se acabó tu reinado.—Al parecer no jamás aceptarás la realidad, entiende que soy como tu hermana, ellos me han adoptado y eso nos convierte en familia —dice con descaro.—Y tú que te has creído que soy de piedra, puedo perdonar, pero no olvi
—¿Salir? Te irás a ver con un hombre o tienes trabajo de mentira —cuestiona con los ojos abiertos—, si ya no eres una chiquilla, quiero que me respondas como una adulta o mejor compórtate, ya que pareces una calenturienta parecida a una adolescente que tiene ganas de…—¡Basta! No te permito que me faltes el respeto —exclamé con las lágrimas rodando en mis mejillas—, es demasiado, parecen mis enemigos y no mi familia, no quiero escuchar nada de ustedes, no quiero que me digan que es lo que debo hacer, no quiero volverlos a ver.Ah, esto es a lo que no quería llegar, no quiero lastimarlos con palabras hirientes o con cosas de las que no quiero decir, pero tampoco puedo permitir que ellos me menosprecien y menos que hablen sin saber.—Lu…—No, padre, esto me lastima y me hieren más sus palabras que las personas que están afuera —mi voz temblorosa traiciona mi fachada de frialdad, pero mi mirada se mantiene firme—. Les agradezco por su tiempo, pero creo que desperdiciaron su valioso tiemp