လ++Gisela++ —Pasa —alzo la voz, desde el tocador de la oficina, ya que he escuchado la voz insistente de Dolores.—¿Dónde estás mujer? Lo siento, pero te escucho mal.—En el tocador mujer, no es posible que no me escuches si te estoy gritando.No es posible que después de que llorara toda la noche haya quedado afónica. No es que quiera recordarlo, pero todo lo que tiene que ver con Adal y mi hijo es imposible de olvidar. Ayer me encerré en la habitación de Gerald y por ningún momento le dirigí la palabra a Lucero, ya que la ingrata se estaba enredando con Alfonso, ¡se supone que iba a estar cerca!En la mañana siguiente me levanté y acercándome al comedor, Dolores me informa que Lucero se puso a tomar toda la madrugada, que era difícil que ella se levantara para acompañarnos al trabajo. Fui a comprobar en su habitación, a pesar de que tenía la esperanza de que Dolores se haya confundido, pero las cosas como son, Lucero estaba tendida en la cama y ni la alarma menos mis gritos lograr
—Por favor, tengo que atender esta llamada, puedes adelantarte a la oficina —súplica en voz baja, y al asentir ella continúa con la llamada.No hay problema en esperarla, pero tampoco no le veo el problema en adelantarme. Esto es normal, el sentimiento de que todo fracase o de que se me salga de las manos, intento ser la mujer optimista, pero el miedo se aprovecha de mi sensibilidad.—Buenos días —dijo con voz desinteresada en cuanto crucé el umbral de la puerta, dejándome con la boca abierta porque la única persona que está dentro del salón es Adal.Estábamos en una sala bien iluminada, con una gran mesa, sillas y un minibar, todo para los clientes.Crucé los dedos para no ser la víctima del día, no quiero perder la razón. Es que lo de ayer fue demasiado fuerte y no soporto la idea de que él quiera volver a tocar el tema de mi niño.¿Qué es lo que debo hacer?No puede ser, tengo que recordar que él puede venir a la empresa en el tiempo que desee, no puedo correrlo y ofenderlo. ¡Tengo
++Gisela++Solo fueron tres años, ¿qué ha pasado? ¿Por qué no me llamaron? Nooo, esto debe ser una broma de mal gusto, Adal no puede decir que mi padre ha muerto, que no tomó la medicina, ¿cómo? Yo le mandaba dinero y extra también, siempre me rompió el lomo de trabajar tanto para que a ellos no le faltara nada.Ash, es que me duele todo, siento que voy a morir, me cuesta respirar.Padre mío, no puede ser cierto lo que Adal acaba de decir, no puedo aceptar que te me hayas ido, ¿por qué lo hiciste? Jamás tuve intenciones de que se fuera de mi lado, ellos… ¡Fue esa mujer! Ella es la culpable de matar a mi padre, de quitarle su dinero y de dejar en la calle a mi madre.—Por favor, no puedo dejarte ir —escucho los gritos de Adal detrás de mí—, no hemos terminado de hablar, por favor, no me hagas esto.Limpio las lágrimas derramadas, y con ambas manos peino parte de mi cabello, doy media vuelta, y lo primero que veo es Adal con los ojos apagados, y una mirada perdida. Mmm… ¿Qué raro? Bajo
Lucero, ella es la persona que se me viene en la mente, es que la misma escena no deja de darme vuelta y vueltas. Adal salió de la oficina mientras estaba hablando con Lucero, ella me llamó llorando, diciéndome que había visto a mi madre en la fiesta de anoche en casa de los padres de Adal y que si quería más información era necesario que buscara a ese hombre sí o sí.Ella tocó el tema de mi madre y fue en ese entonces que no demoré en ir tras Adal, lo siento por Dolores, pero el tema de mi madre era muy delicado y no podía esperar más tiempo, solo él tenía las respuestas a todas mis preguntas, lo que no esperé es que una de las respuestas era el fallecimiento de mi padre, cuesta que mi cabeza y corazón lo asimilen, soy un ser humano que tiene un corazón y siente dolor por un ser querido. Por un Dios que está en los cielos los amaba.လTerminé cediendo y, Adal finalmente se salió con la suya. Ha pasado una semana completa después de aquel día que me quedé en su casa, junto a mi hijo,
—No, necesito que ellos se vayan —respondí cabreada—, entiendan por una vez que necesito estar sola.—Joder... —farfulló él y a mí me dieron ganas de abrir la puerta—, no sé lo que ocurrió para que te encerraras, pero una cosa te digo mujer y es que si no me sales ahora nosotros no nos vamos y tampoco los empleados porque no es justo de que tú te quedes y ellos se vayan a dormir.Ese hombre está demente, no tuve otra opción que abrir la puerta, ¡perdí! Me enredé toda y medio dije que los dos estaban dementes.—Nena, ¿qué te pasó? —Dolores viene a mí con los brazos abiertos—, ¿por qué no me has llamado?Me detuve, se me hizo un nudo en la garganta, al sentir sus brazos junto a los míos y me suelto a llorar, entre llanto y llanto le digo que soy la culpable de que otras personas tomen malas decisiones.—No, eso no es cierto, todos somos responsables de nuestros actos y tú no le has metido un cuchillo para que esa persona la embarrara como hacemos con la mantequilla al pan.No lo hice co
လAl final Adal se salió con la suya, el muy hijo de su papá nos llevó a casa porque me dijo que estaba nerviosa y no era condiciones de manejar. Al principio me opuse, pero Dolores le metió segunda para convertirse en amiga de Adal. Luego de que Adal viera que no había nada que hacer me chantajeo utilizando estás palabras, “nuestro hijo te espera en casa”.Él se pasó de listo, ya que metió a mi bebé en nuestro pleito de que no quiero que se involucre más en mi vida, no lo necesito.Ahora que estoy en casa, me muerdo la lengua con el propósito de quedarme callada, veo como mi hijo está jugando con ese hombre, ya que Gerald se comió toda la cena que le preparo la niñera.Dolores se me acerca y me dice que debo cambiar mi actitud, que sea lo que ese hombre hizo en tiempo atrás, es mejor que se quede atrás, por el hecho de que el tiempo sigue, no se detiene y menos retrocede.Ahora ella se está convirtiendo en la salvadora y defensora de Adal. No, ese hombre no necesita que nadie interve
လLa noche es testigo de nuestra locura, no demoramos mucho tiempo cuando Lucero apareció, ya que las tres juntas decidimos salir de casa, claro está, que siempre y cuando la niñera se quede con mi bebé. Y como Lucero es de las que te juran y perjuran que todo estará bien, Dolores y yo nos hemos venido acompañarla al primer bar que encontramos, no esos de mala muerte como diría Lucero, ella tiene ese toque de superioridad y es normal, así la educaron.Para mí es la tercera vez que vengo a este tipo de lugares y creo que será la primera en la que aprovecharé para tomar cualquier bebida que lleve alcohol. En este momento cada una de nosotras contará su historia; lo que la agobia y entristece, hemos venido para ahogar nuestras penas.La música del bar es totalmente suave, no es de esas que tienes que arrancarte la campana para que te puedan escuchar. El club tiene poca iluminación, ensordecedor y lleno de cuerpos retorcidos: en la pista de baile, en los pasillos, contra el bar. Un DJ mez
—Oye, eso no se toma así —grita Lucero, intentando arrebatarme la copa de margarita, mientras ella hace el intento, yo me la empino más, aprovechando que está heladita—, ya, no tienes remedio, chico, por favor, trae tres margaritas, ella necesita más que dos margaritas, ups, lo siento, ya va por la segunda y todo se debe por querer dárselas de machita que puede tomar vodka cuando no lo es.—¡Lucero! —me quejo, terminando la última gota de margarita, dejo hago a un lado la copa para seguir con la otra—, tienes razón, no soy de tomar y si me conoces bien sabes que mi garganta se está quemando.Y le voy con la segunda margarita, lo lamento por Dolores, pero es que me arde mi garganta. ¡No! Esto no me puede estar sucediendo, la lengua se me está…—Ya te has perdido mujer, hasta ni se te entiende lo que estabas hablando.Eso mismo, ya me siento mareada, pero todo es culpa de las dos copas que le arrebaté a Lucero, es que pensé que esta vez las cosas serían diferente, que porque soy mayorsi