Genial. Una desempleada más. Como si no hubiera ya bastantes en el mundo.
—Maldición...—murmuro con su caja de pertenencias alrededor de sus brazos. Solo tenia que regresar ahora y aplicar a otros trabajos. No podía perder tiempo si quería mantener las pensiones del hospital.
Llamo un taxi y se marchó rápidamente sin mirar atrás.
Aun recordaba la extraña sensación de los labios de su jefe sobre los de ella. No lo entendía. ¿Por qué la habia besado? Y mas aun, cuando ella lo empujo quitándoselo de encima y se lo pregunto, el no respondió. No dijo nada a parte del "vete."
—Mierda...—murmuro por lo bajo. No era de las personas que solía decir malas palabras, pero ahora mismo, la situación lo ameritaba.
Cuando llego hasta su casa, se bajó del carro y se adentró rápidamente. Lo primero que hizo fue cepillarse los dientes, quizás con la intención de que aquella molesta sensación desapareciera. No era como se supone debía haber sucedido todo.
—¿Qué voy a hacer?— la desesperación empezaba a llenarla por completo. Fue una idiota. Quizás lo único que debía haber hecho era arrodillarse y rogar por su puesto. Necesitaba ese dinero. Necesitaba ese empleo. Y en ningún otro lugar iba a encontrar un sueldo como el que ganaba trabajando allí.
Lo pensó por un momento.
No muchas personas tenían entre sus contactos el celular de su jefe.
Alguien tan codiciado como Julian Anderson era difícil de localizar. Pero para Tessa, todo era diferente. Después de todo ella fue "James" ella tenia su número, al igual que tenía memorizada en su cabeza todas sus citas y rutinas de su agenda. Podria encontrarse con el por la calle de casualidad si asi lo quería.
Quizás solo necesitaba una segunda oportunidad...
Cerro los ojos. ¿se traicionaría a ella misma y a su orgullo, por su hermano?
Los abrió y se miro en el espejo —claro que sí. Haría todo por mi hermano, lo daría todo...
Miro hacia el reloj, y decidió que aun tenia tiempo para una visita mas.
Se fue a su armario y por primera vez en mucho tiempo tomo un vestido. De un color blanco y con encaje. Algo bonito. Se lo puso y volvió a salir.
Solo existían unos ojos capaces de brindarle esperanza y confort en tiempos de angustia.
Sin embargo, cuando entro en su cuarto, este ya estaba dormido. Era una lástima que James no pudiera ver a su hermana como lo que era. Una chica.
Ahora estaba vestida como una, ella asumía que su hermano debía extrañar aquella vista, aquel sentimiento de realidad.
—No importa hermano...— susurro desde su silla — lo veras después. Pase lo que pase, hallare que hacer. Nos sacare adelante. No tengas duda de ello.
Los rubios cabellos del muchacho caían sobre su frente, soñaba tan plácidamente que transmitía una paz absoluta, una piel blanca suave, y facciones perfectas. Para Tessa, estaba claro quien habia sacado la belleza de la familia. Estaba segura de que, si James estuviera sano, seria el que más ligaría. No era justo. El merecía haber tenido una vida normal. Un trabajo, y citas, y diversión, y deporte.
Tessa sacudió su cabeza. No debía ser tan negativa. Desde que entro aquí estaba mejorando. El podía volver a tener todo eso. No debía rendirse.
Ella solo esperaba un milagro...
Luego de varias horas mas tarde se levantó y decidió que era momento de irse a casa.
Salió del hospital y se detuvo en la entrada del mismo. Saco su celular. Habia tomado una decisión. Su hermano no era algo negociable.
Estaba en la lista de contactos a punto de marcar cuando...
—Julian...
No dudo en contestar. ¿Por qué la estaba llamando el a ella?
—¿S-si?—murmuro inquieta y nerviosa; casi desesperada...
—Ven a verme mañana.
—¿Qué?
—A mi empresa. —dije —Ven como James.
Como James...
—Necesitamos hablar.
—Si, yo...— pero no alcanzo a añadir nada mas porque él ya le habia colgado.
¿Seria posible? ¿le pediría que se reintegre a la empresa? ¿lo habia pensado mejor? ¿se habia arrepentido? Quizás habia visto el gran desempeño de su trabajo.
¿O es que acaso la iba a demandar o quizás se trataba de una trampa? O talvez... tal vez solo quería consultar cosas del trabajo antes de dejarla marchar por completo...
Sin embargo, era peor de lo que suponía.
***
Aquella mañana cuando llego a la empresa vestido de "James" se sintió extraña, la mentira era mas palpable que nunca.
El presidente habia pedido hablar con ella en privado en su oficina. Asi que eso hizo.
Sus ojos azules la recibían del lado contrario del escritorio. —Tessa Jhonson. —dijo a consciencia de que ya no habían mas mentiras entre ellos.
Ella guardo silencio
—Se que necesitas este trabajo. Al igual que el dinero
—¿Qué?
—¿Por qué, lo necesitas no?
—S-si— se apresuro a contestar con cabeza gacha
—Estoy dispuesto a hacer un trato contigo— ella alzo la vista hacia el esta vez interesada
—¿Un trato?—inquirió mientras sus ojos se entrecerraban mirándolo expectante
—Se que el hospital de tu hermano es costoso. ¿asi es como lo cubres no? Con este sueldo. —dijo —Asi que, obviamente lo necesitas
—Pero... entonces lo sabias. —ella lo comprende -Sabias que habia tomado el puesto porque estaba desesperada por cubrir las cuotas medicas de mi hermano.
—Si. Lo sabia
—Pero... entonces ayer... ¿Por qué me cuestionaste si lo hice por ambición de quedarme para mí misma el dinero si sabias la verdad? ¿Por qué insinuaste y me englobaste de que pertenecía a ese grupito de mujeres que se te acercaban solo por dinero? ¿Por interés? ¿Por qué hiciste todo eso?— lo pensó y se armó de valor para preguntarlo —¿Por qué me besaste?
La cabeza del joven se recuesta en la silla giratoria casi quitándole importancia. —tú me engañaste, —suelta —y necesitabas una lección.
—¿Qué?
—Me engañaste y yo te engañe. Estamos a mano.
Tessa estaba a punto de reclamarle, pero la siguiente oración le hace cerrar la boca
—Puedes seguir con tu puesto — dice, y eso casi parecía ser su milagro —pero, —la mira —deberás seguir fingiendo ante los ojos de los demás que eres un hombre, que sigues siendo James.
—¿Por qué?— pregunta —tu ya sabes la verdad. No hace mucho sentido seguir con esta farsa si estas dispuesto a darme el empleo de todas formas.
El sonríe — aquí viene la parte interesante donde nos conviene a ambos mantener el secreto.
Tessa no comprendía
—Se que tienes el pelo largo —le dice — te lo recoges. Te vi ayer en el hospital.
¿Julian habia ido ayer al hospital? ¿pero cuando? ¿y en que momento la vio?
Tessa se llevó una mano a sus cabellos, o mejor dicho, a la peluca corta que llevaba. Cuando toda la farsa inicio ella se lo habia cortado, pero con el tiempo habia vuelto a crecer, asi que con algo de dinero prefirió adquirir mejor una peluca —¿y eso que?
—Pues ahora el famoso y multimillonario Julian ya tiene pareja
Ella inclina su cabeza más confundida que antes ¿Julian estaba saliendo con alguien?
—¿Quién?—habia cierta incertidumbre en su corazón
Entonces los ojos azules del muchacho se fijan en ella —Tu
¿Qué?
—No.—Si.— le contradice el. —Esa es la condición para que conserves el puesto. Solo fingiéremos —dice de forma despreocupada — asi el mundo sabrá que tengo pareja y asi dejaran de venirme mujeres desesperadas por ocupar un lugar que no deseo que ocupe nadie por ahoraPor ahora...Tessa nunca lo había escuchado decir algo asi—Entonces... ante las cámaras...—Ante las cámaras estaré saliendo con Tessa Jhonson. Me acompañaras a reuniones, fiestas, bailes, cualquier encuentro de la alta sociedad. Yo te proveeré de todo, vestimenta, maquillaje, joyas. Todo. Y claro se te pagara por todos esos servicios. Y mientras tanto en mi dia a dia en la oficina, seguirás siendo James.Tessa parpadea incrédula —¿no cree que es una locura?—¿Y quién mejor para hacerlo sino es usted?— le sonríe¿Le sonrió?¿Acaso Julian se estaba burlando de ella?—No bromee—No lo hago. Tómalo o déjalo. Es una situación que nos beneficia a ambos, seguirás cuidando de tu hermano, y a cambio seguirás a mi lado brindándo
Tessa estaba consternada. Cuando el vestido llego a la puerta de su casa no lo podía creer. Nunca había visto algo tan bonito en toda su vida. No es que ella fuera una persona materialista, y no a todas las mujeres tendrían porque gustarle los vestidos, pero para alguien que había estado usando estos últimos meses solo pantalones, saco y corbata pues esto era un gran cambio. Un pequeño paso para el hombre, y un gran paso para su closet.Lo alzo admirándolo —lo amo...—murmuro, y casi se le hacen unas lágrimas. Y sí. Claro que estaba exagerando.Aunque se sentía raro tener entre sus manos tanto dinero. Este vestido costo miles de dólares. Que horror. Ni aunque le sobrara el dinero se veía comprando algo asi por cuenta propia o iniciativa.Algo de pronto vibro en su bolsillo. Ella lo tomo y vio el mensajeEra Julian."¿Estas listas?"« ¿Acaso este tipo no comía? » Pensó Tessa « ¿no iba ni al baño? »Ella tomo el celular entre sus manos y tecleo "pensé que eso era más tarde""Lo se. Pero
Tessa sentía incomodo los tacones, hasta sentía que el vestido le apretaba. Quizás no porque realmente le apretara, quizás solo era porque estaba muy nerviosa, y eso era notorio.—Solo tienes que relajarte— le susurro Julian por lo bajo mientras desfilaban por el salón.Ella lo fulmino con la mirada —no es divertido mentir—No mentí—Dijiste pequeña reunión. "pequeña Julian"—Esto es pequeño— contesto inocente mientras se encogía de hombros.Quizás debió haberlo visto venir.—Ponte esto —Julian le tendió un anillo y un collar—¿Qué es esto?—No tienes joyería encima. Eso se vería raro.—Claro...— entonces de manera disimulada Tessa se apresuró a ponerse la cadena y el anillo en el dedo.Mientras más avanzaban Tessa no pudo evitar notar que toda la gente tenía grabada en sus rostros esa mirada petulante y orgullosa. No es que toda la gente rica fuera de esa manera. De hecho, gracias a ser asistente de Julian conocía a muchos, y algunos de ellos la habían sorprendido de muy grata manera
¿Por qué te comprometerías con alguien que no conoces? Aun si era fingido, era muy pronto. Primer dia y Julian ya lo habia arruinado todo.—¿Y... amor, ya tenemos fecha?— le sonrió Tessa de manera forzada y ojos acusadoresJulian a mas de estar preocupado o intimidado, solo respondió —Tu di el dia y yo me caso, TessaElla vacilo. ¿Cómo podía hablarle con tanta informalidad y confianza? Habia algo entre ellos dos ahora, cierta intimidad entre ellos que antes no habia. Un nuevo lazo forjado.—El anillo es hermoso —comento el chico rubioFue entonces cuando Tessa siguió la dirección de su mirada hasta su mano. No podía creerlo. Que tonta fue. Este era el plan desde un inicio. Julian puso las piezas, y ella solo cayo en el juego. Por eso le dio el anillo. Era la prueba de su "compromiso"Vaya que Julian tendría mucho que explicar una vez salieran de allí. Si las condiciones habían cambiado, entonces ella también impondría sus propias reglas.—Ya veo. Disculpe si he molestado a su pareja.
Las mañanas en la oficina eran casuales y llenas de trabajo. Lo usual de siempre. Julian Anderson recibía más documentos que cualquier otra persona allí. A veces Tessa se preguntaba que, si ese era el requisito para ser millonario, preferiría una vida normal. La cantidad de trabajo que manejaba él no era ni medio normal. No sabía como manejaba realmente el estrés que da saber que cada decisión tomada puede ser la victoria o una derrota para la empresa. El caos o la salvación. Y todo en tus manos. Ella agradecía no ser él.Aunque la relación de ellos había cambiado un poco en lo que involucraba el trabajo. Julian había cumplido su palabra. Él era más… amable.—¿Podrías entregar esto al departamento de abajo por favor?— pidió —Claro.—¿Qué hay de la reunión de hoy?Tessa miro hacia el reloj -debería de ocurrir pronto. ¿Tiene todo ya listo?Julian alzo unos documentos un poco distraído mientras no dejaba de verla.—Debería dejar de hacer eso. — dijo—¿Hacer qué?—Mirarme tanto — contest
—Esa es una real tontería—¿Y crees que yo quiero esto?—Pues no te veo renegando Julian.—Claro que lo hago. Trato de pensar como mandarlo directo al lugar de donde salió—Esto no cambia en nada el plan o ¿sí?—Bueno...—Julian.—hablo severamente—Hay algunas cosas que aclarar aun...—¿Cómo el hecho de que se quedara aquí?—Si. Ya te lo dije —suspira —Viene a supervisar mi relación hasta que contraiga matrimonio. Solo entonces se largaráTessa entrecierra los ojos mientras como un acto reflejo, y casi sin darse cuenta a apretado los papeles contra si en sus brazos. —pero... lo de la boda era mentira—Bueno, quizás debamos de hacer de la mentira una realidad— propone elElla abre los ojos como platos —¿perdona?—Lo he estado pensando. Quizás no basta con esto—Julian. No sigas cambiando las cosas. No es justo.—Podríamos decirle que la boda es dentro de tres meses.—¿Y que pasara exactamente dentro de tres meses?—¿Qué te parecería la oportunidad de ganar más dinero?—Bromeas, ¿no?Ju
Tessa no lo podía creer. Se sintió en un deja vu. Por segunda vez, Julian estaba interfiriendo, de nuevo salvándola de una situación incómoda. El… era como otra persona. ¿Cómo no lo habia visto antes? ¿Dónde se habia escondida tanta bondad?Adam, de mala gana, obedeció mientras retraía su brazo. —Solo conversábamos— dijo justificándose rápidamente —Pues si ese es el caso, mantén tu distancia. —y habia un tono diferente en su voz ahora, por primera vez, ante los ojos de Adam, su primo era diferente. No sabia cuando habia cambiado tanto.—No voy a hacerle nada a tu empleado favorito —rodo los ojos —además, ¿no estabas ocupado lamentándote por ese trato fallido tuyo?Tessa se tensó, de hecho, estaba furiosa. Estaba a punto de reclamarle cuando sintió una mano sobre su hombro. Al voltear ligeramente los ojos azules de Julian la recibieron con cautela logrando calmarla. Porque los ojos de Julian eran eso ahora, un océano en calma, una marea tranquila, la libertad del océano en sus ojos.—
No. Que tontearía. Y pensar que Adam le estaba empezando a caer un poco mejor… Tessa se levantó indignada del sofá, y lo miro con ojos altivos. Ella era la pura imagen de una mujer bella, y llena de dignidad. —¿Por qué cree que me vendería por dinero? Adam sonrió —¿y no estas con el idiota de mi primo por eso?— había burla en su voz —¿Me cree una oportunista? El no contesto. Tessa tomo el cheque, lo alzo para que Adam lo viera con claridad, y luego lo rompió en cuatro no muy elegantes y desiguales pedazos. —No puedo decir que eso me alegra —No aceptare su dinero. Me estoy quedando con Julian porque… —¡¿Por qué?!— pregunto este levantándose del sofá de una forma igual de altiva que ella. Sus cuerpos cerca, separados tan solo por unos centímetros del otro, y sin embargo esto no era una situación romántica. Era una confrontación. Adam era más alto que Tessa en todo sentido, y sus ojos castaños miraron a los suyos. ¿Cuál hubiera sido la respuesta correcta ? « ¿Por qué lo amo