Capítulo 4

Genial. Una desempleada más. Como si no hubiera ya bastantes en el mundo.

—Maldición...—murmuro con su caja de pertenencias alrededor de sus brazos. Solo tenia que regresar ahora y aplicar a otros trabajos. No podía perder tiempo si quería mantener las pensiones del hospital.

Llamo un taxi y se marchó rápidamente sin mirar atrás.

Aun recordaba la extraña sensación de los labios de su jefe sobre los de ella. No lo entendía. ¿Por qué la habia besado? Y mas aun, cuando ella lo empujo quitándoselo de encima y se lo pregunto, el no respondió. No dijo nada a parte del "vete."

—Mierda...—murmuro por lo bajo. No era de las personas que solía decir malas palabras, pero ahora mismo, la situación lo ameritaba.

Cuando llego hasta su casa, se bajó del carro y se adentró rápidamente. Lo primero que hizo fue cepillarse los dientes, quizás con la intención de que aquella molesta sensación desapareciera. No era como se supone debía haber sucedido todo.

—¿Qué voy a hacer?— la desesperación empezaba a llenarla por completo. Fue una idiota. Quizás lo único que debía haber hecho era arrodillarse y rogar por su puesto. Necesitaba ese dinero. Necesitaba ese empleo. Y en ningún otro lugar iba a encontrar un sueldo como el que ganaba trabajando allí. 

Lo pensó por un momento.

No muchas personas tenían entre sus contactos el celular de su jefe.

Alguien tan codiciado como Julian Anderson era difícil de localizar. Pero para Tessa, todo era diferente. Después de todo ella fue "James" ella tenia su número, al igual que tenía memorizada en su cabeza todas sus citas y rutinas de su agenda. Podria encontrarse con el por la calle de casualidad si asi lo quería. 

Quizás solo necesitaba una segunda oportunidad...

Cerro los ojos. ¿se traicionaría a ella misma y a su orgullo, por su hermano?

Los abrió y se miro en el espejo —claro que sí. Haría todo por mi hermano, lo daría todo...

Miro hacia el reloj, y decidió que aun tenia tiempo para una visita mas.

Se fue a su armario y por primera vez en mucho tiempo tomo un vestido. De un color blanco y con encaje. Algo bonito. Se lo puso y volvió a salir. 

Solo existían unos ojos capaces de brindarle esperanza y confort en tiempos de angustia.

Sin embargo, cuando entro en su cuarto, este ya estaba dormido. Era una lástima que James no pudiera ver a su hermana como lo que era. Una chica. 

Ahora estaba vestida como una, ella asumía que su hermano debía extrañar aquella vista, aquel sentimiento de realidad.

—No importa hermano...— susurro desde su silla — lo veras después. Pase lo que pase, hallare que hacer. Nos sacare adelante. No tengas duda de ello.

Los rubios cabellos del muchacho caían sobre su frente, soñaba tan plácidamente que transmitía una paz absoluta, una piel blanca suave, y facciones perfectas. Para Tessa, estaba claro quien habia sacado la belleza de la familia. Estaba segura de que, si James estuviera sano, seria el que más ligaría. No era justo. El merecía haber tenido una vida normal. Un trabajo, y citas, y diversión, y deporte.

Tessa sacudió su cabeza. No debía ser tan negativa. Desde que entro aquí estaba mejorando. El podía volver a tener todo eso. No debía rendirse. 

 Ella solo esperaba un milagro...

Luego de varias horas mas tarde se levantó y decidió que era momento de irse a casa.

Salió del hospital y se detuvo en la entrada del mismo. Saco su celular. Habia tomado una decisión. Su hermano no era algo negociable.

Estaba en la lista de contactos a punto de marcar cuando...

—Julian...

No dudo en contestar. ¿Por qué la estaba llamando el a ella?

—¿S-si?—murmuro inquieta y nerviosa; casi desesperada...

—Ven a verme mañana.

—¿Qué?

—A mi empresa. —dije —Ven como James.

Como James...

—Necesitamos hablar.

—Si, yo...— pero no alcanzo a añadir nada mas porque él ya le habia colgado.

¿Seria posible? ¿le pediría que se reintegre a la empresa? ¿lo habia pensado mejor? ¿se habia arrepentido? Quizás habia visto el gran desempeño de su trabajo. 

¿O es que acaso la iba a demandar o quizás se trataba de una trampa? O talvez... tal vez solo quería consultar cosas del trabajo antes de dejarla marchar por completo...

Sin embargo, era peor de lo que suponía.

***

Aquella mañana cuando llego a la empresa vestido de "James" se sintió extraña, la mentira era mas palpable que nunca. 

El presidente habia pedido hablar con ella en privado en su oficina. Asi que eso hizo.

Sus ojos azules la recibían del lado contrario del escritorio. —Tessa Jhonson. —dijo a consciencia de que ya no habían mas mentiras entre ellos.

Ella guardo silencio

—Se que necesitas este trabajo. Al igual que el dinero

—¿Qué?

—¿Por qué, lo necesitas no?

—S-si— se apresuro a contestar con cabeza gacha

—Estoy dispuesto a hacer un trato contigo— ella alzo la vista hacia el esta vez interesada

—¿Un trato?—inquirió mientras sus ojos se entrecerraban mirándolo expectante

—Se que el hospital de tu hermano es costoso. ¿asi es como lo cubres no? Con este sueldo. —dijo —Asi que, obviamente lo necesitas

—Pero... entonces lo sabias. —ella lo comprende -Sabias que habia tomado el puesto porque estaba desesperada por cubrir las cuotas medicas de mi hermano.

—Si. Lo sabia

—Pero... entonces ayer... ¿Por qué me cuestionaste si lo hice por ambición de quedarme para mí misma el dinero si sabias la verdad? ¿Por qué insinuaste y me englobaste de que pertenecía a ese grupito de mujeres que se te acercaban solo por dinero? ¿Por interés? ¿Por qué hiciste todo eso?— lo pensó y se armó de valor para preguntarlo —¿Por qué me besaste?

La cabeza del joven se recuesta en la silla giratoria casi quitándole importancia. —tú me engañaste, —suelta —y necesitabas una lección.

—¿Qué?

—Me engañaste y yo te engañe. Estamos a mano.

Tessa estaba a punto de reclamarle, pero la siguiente oración le hace cerrar la boca

—Puedes seguir con tu puesto — dice, y eso casi parecía ser su milagro —pero, —la mira —deberás seguir fingiendo ante los ojos de los demás que eres un hombre, que sigues siendo James.

—¿Por qué?— pregunta —tu ya sabes la verdad. No hace mucho sentido seguir con esta farsa si estas dispuesto a darme el empleo de todas formas.

El sonríe — aquí viene la parte interesante donde nos conviene a ambos mantener el secreto.

Tessa no comprendía

—Se que tienes el pelo largo —le dice — te lo recoges. Te vi ayer en el hospital.

¿Julian habia ido ayer al hospital? ¿pero cuando? ¿y en que momento la vio?

Tessa se llevó una mano a sus cabellos, o mejor dicho, a la peluca corta que llevaba. Cuando toda la farsa inicio ella se lo habia cortado, pero con el tiempo habia vuelto a crecer, asi que con algo de dinero prefirió adquirir mejor una peluca —¿y eso que?

—Pues ahora el famoso y multimillonario Julian ya tiene pareja

Ella inclina su cabeza más confundida que antes ¿Julian estaba saliendo con alguien?

—¿Quién?—habia cierta incertidumbre en su corazón

Entonces los ojos azules del muchacho se fijan en ella —Tu

¿Qué?

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo