Capitulo 6

Tessa estaba consternada. Cuando el vestido llego a la puerta de su casa no lo podía creer. Nunca había visto algo tan bonito en toda su vida. No es que ella fuera una persona materialista, y no a todas las mujeres tendrían porque gustarle los vestidos, pero para alguien que había estado usando estos últimos meses solo pantalones, saco y corbata pues esto era un gran cambio. Un pequeño paso para el hombre, y un gran paso para su closet.

Lo alzo admirándolo —lo amo...—murmuro, y casi se le hacen unas lágrimas. Y sí. Claro que estaba exagerando.

Aunque se sentía raro tener entre sus manos tanto dinero. Este vestido costo miles de dólares. Que horror. Ni aunque le sobrara el dinero se veía comprando algo asi por cuenta propia o iniciativa.

Algo de pronto vibro en su bolsillo. Ella lo tomo y vio el mensaje

Era Julian.

"¿Estas listas?"

« ¿Acaso este tipo no comía? » Pensó Tessa « ¿no iba ni al baño? »

Ella tomo el celular entre sus manos y tecleo "pensé que eso era más tarde"

"Lo se. Pero hay que ir por maquillaje"

"¿Maquillaje para qué?"

"Para la reunión"

Tessa frunció el ceño "No soy fan"

"¿Y tú crees que yo sí?"

Ella suspiro. Normalmente entre ellos dos no solía haber tanta informalidad y todo esto era muy nuevo y raro para ella.

"Dame un minuto"

Entonces se apresuró a cambiarse. Luego comió algo lo más rápidamente posible. Se cepillo los dientes. E iba saliendo de su casa cuando esta vez su celular sonó. Era una llamada.

"Ya voy para allá señor Anderson. En serio, pediré un taxi ahora mismo"

"Eso no es necesario" sonó su voz por el intercomunicador

"¿Qué?"

"Estoy al frente de tu calle."

"¿Cómo?"

Entonces ella se dio la vuelta y lo noto. Un Julian con ropa un poco más elegante de la usual, como si eso fuera posible. Ella no sabía que el vendría a verla hasta su casa ¡SU CASA! Madre mía. ¿Acaso iba tener que llegar al límite de hasta mudarse?

—Eh...

Se aclaro la garganta y sacudió la cabeza ligeramente, casi como si asi despertara de su desconcierto. Después de todo, quizás todo esto era un sueño y pronto despertaría de esta pesadilla.

Cuando cruzo la calle, y llego hasta él estaba atónica

—¿No piensa entrar?— señalo el auto

Ella miro el interior —¿Dónde está tu chofer?

—Hoy no. —dijo —esto es algo personal.

—¿Sabes manejar?

—¿Sabes guardar silencio?

Ella puso los ojos en blanco. Olvidaba lo cortante y frio que podía ser Julian—eso es grosero.—dijo.— Considerando que necesitas mi ayuda deberías ser más amable.—suspiro —y además, también debes ser considerado ya que estas disponiendo de mi tiempo como una marioneta.

Julian lo pensó —De acuerdo. —entonces la miro y ella titubeo ante la firmeza de aquella mirada. —Tessa,—murmuro, era la segunda vez que lo oía decir aquel nombre, y sintió un escalofrió recorrerle la espalda, y entonces él le estiro la mano —permíteme escoltarte hasta nuestro destino

Ella no sabía que Julian podía actuar tan caballeroso con alguien. Bueno, No. No con alguien. Mas bien con alguna mujer. Ella de hecho, no recordaba que el conviviera con mujeres.

—N-no... no seas tan incoherente. — murmuro nerviosa, y evitando tomar su mano solo se metió en el asiente del copiloto. ¿Por qué estaba tan nerviosa? Ah claro, ya lo recordaba. Porque estaba en una jodida cita falsa con su jefe.

Terminaría despedida, claro que sí.

Julian entro por la puerta del conductor y dio marcha al coche. —Ya tenemos una cita separada.

—Y llegaremos puntual, —murmuro ella y luego suspiro —como siempre

—Exacto.

La vista de la ciudad era hermosa. Tessa no solía salir mucho. Su vida se resumía entre el trabajo y las visitas del hospital de James. No había nada más. Nada entre el medio. Hasta ahora.

La visita en el centro de belleza fue aún más raro. Muchas chicas revoloteando alrededor de ti sugiriendo que hacer con su cara y pelo. Nombrándole cualquier cantidad de marcas de maquillajes, y preguntándole cual preferiría ella, o cual adorno para el cabello le gustaba más. Y lo único que ella acertaba a hacer era sonreír. Una sonrisa confundida. Una que quería decir, "no tengo idea de lo que me estás hablando, solo hazme un maquillaje y un moño, gracias"

—No te preocupes, quedaras hermosa. —dijo una de ellas y enseguida,—Chicas —llamo la mujer de deslumbrantes ojos claros mientras todas las chicas la envolvían cual abejas en un panal..

Este lugar estaba lleno de chicas hermosas. ¿podria llegar a ser Tessa una de ellas?

Realmente no creía poder hacer que las demás personas se asombrarán por la nueva pareja que había conseguido Julian Anderson. ¿Qué pensara la gente cuando los vieran juntos? Julian, objetivamente hablando era muy guapo. Uno de los hombres más atractivos que había visto nunca en toda su vida; si se permitía ser honesta, pero... ¿Y ella? No tenía un color de ojos específicamente muy llamativo. Unos ojos castaños oscuros, un pelo castaño oscuro. No tenía gracia alguna. Era delgada, pero su cuerpo no estaba tonificado o bien puesto. Ella no amaba el gimnasio. Y detrás de un escritorio no se hacía mucha actividad física que digamos. A Tessa le estaba empezando a doler la cabeza. ¿Por qué su pasatiempo favorito era menospreciarse?

Para no pensar solo se permitió cerrar los ojos, mientras las jóvenes hacían su trabajo.

Mientras las encargadas estaban adentro con ella. Afuera, un joven llamaba la atención de más de una señorita. Quienes se alejaban desilusionadas cuando le preguntaban si con la joven que vino era de casualidad su hermana, y él les decía que era su novia.

No es que a Julian le importara el título, pero por primera vez estaba feliz. Nunca le había resultado tan fácil alejar a una mujer de él.

¿Qué si tenía un trauma con las mujeres? Seguro. Todos se lo decían. Pero algo en su interior se sentía atrapado, el oxígeno le faltaba, y el odio lo consumía cuando recordaba el pasado. No quería desquitar su odio con Tessa. No con ella. Ella era diferente. Y hoy había sido grosero. ¿Por qué quería la oportunidad para enmendarse?

Pasaron unas horas cuando Tessa volvió a salir. Pero algo en sus ojos se perdieron en cada detalle de su rostro, y todo en cuanto estaba pensando se desvaneció en cuanto la vio.

—Deberíamos irnos ya. La reunión pronto empezara y aun debo ponerme el vestido. —Tessa hablaba como si en ella no hubiera ni un mínimo cambio. Porque la plática para ella, era como lo usual de la oficina. Salvo que, esta no era una oficina.

Los cabellos de Tessa caían en ondas a sus espaldas con un recorrido delicado hasta llegar a la fina cintura. Y sus ojos castaños lo llevan a un bosque. Los bosques se incendian. Arden. Y Julian sintió calor.

—Vámonos. —dijo. Porque ser un pirómano, no estaba entre sus objetivos esta noche.

Condujo callado a pesar de que Tessa venia hablando constantemente, ella seguía recordándole los pendientes del dia, casi como si aun afuera de la empresa, ella siguiera siendo su leal asistente. Cuando se parqueo en su casa ella se bajó, y se fue a cambiar.

¿Qué le pasaba a Julian?

Decidió no mirarla más por el resto de la noche. Solo asi volvería a ser él mismo.

Cuando Tessa se subió nuevamente al carro, apenas la veía de reojo. Asi que cuando el coche arranco, y llego hasta su destino, rápidamente se parqueo en la mansión, y el silencio fue aún más grande.

Hasta que...

—Dijiste que era una pequeña reunión...

—Lo es. —dijo con tranquilidad Julian mientras se acomoda la manga de su traje

—¿Bromeas Julian? Esto es una mansión...

—Lo harás bien— se bajó y finalmente la miro —vamos, Tessa Jhonnson. Es hora

Los ojos castaños de ella se dirigieron a la inmensa construcción llena de luces y música. Y ese fue el momento exacto en el que se planteó ¿en qué carajo se había metido?

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