[CAPÍTULO DOCE]

Definitivamente le había juzgado mal a Nicolás, era una persona extraordinaria. La mujer que saliera con él sería una afortunada. Podía ser una persona divertida y podría parecer que las cosas le pasasen por alto, pero sabía lo que era importante y sabía luchar por ello, verle enfrentarse con Luis me lo había dejado claro.

Ahora nos estábamos dirigiendo a casa, Luis nos seguía por detrás con su auto.

—Sigo sorprendida—confesó—ha conseguido que él quiera hacerse cargo del niño. —él miró a través del retrovisor.

—Pues vigila que no intente escaparse. — no pude evitar sonreír cuando dijo aquello.

—Solo me preocupa que su presencia empeore la situación de Maya. —apartó la mirada de la carretera y me miró por unos segundos, parecía que no había ten

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