[MATT]—¡¿Qué hacemos en la playa?!— Pregunta sorprendida cuando aparco el auto.—Ya verás— Me limito a responderle, y bajo del auto para ir a abrir su puerta. Le ayudo a bajar y ella me mira con dudas. —¿Te das cuenta que son las cuatro de la madrugada?— Pregunta de tal manera que me hace reír.—Si, tengo reloj. Ya te dije vamos a dejarnos llevar, vamos a hacer una locura juntos.— Explico y sin soltarla de su mano hago que camine conmigo por la playa hasta que finalmente llegamos a la orilla.Bajo su atenta y confusa mirada, comienzo a despojarme de mis prendas ya que aquí no hay absolutamente nadie —¿Qué haces?— Pregunta sin dejar de mirarme como si estuviera loco.—Elige, ¿te metes con ropa y te la quito en el mar, o entras ya sin ella y me ahorras la tarea?— Le ofrezco entre risas cosa que también le hace reír.—¿Así sin más me dices esto?— Pregunta de manera prepotente y colocando sus brazos en jarra.—Te dije que era una locura... no te dije que fuese la noche más romántica d
[GIANNA]Abro mis ojos lentamente a causa del grandísimo dolor de cabeza que tengo y al ver a mí alrededor, creo entender que es lo que ha sucedido. Botellas de tequila... «¿Qué ha sucedido aquí? ¿Cómo han llegado esas botellas aquí?» Me pregunto. Lo último que recuerdo son nuestros cuerpos enredándose en el mar. Lentamente me levanto de la cama para no despertarlo, y cubro mi cuerpo con su camiseta la cual está tirada en el suelo. Entro al baño, y al mirarme al espejo no puedo creer el desastre que soy. Mi cabello está completamente enredado, lo que queda de maquillaje en mis ojos es horrible... Tomo algodón y remuevo el desastre que hay en mi cara. Una vez que estoy algo decente, salgo nuevamente hacia la habitación y me encuentro con su mirada. Luce tan guapo ahí tendido en la cama con tan solo una tímida sábana cubriendo parte de su cuerpo y todo su cabello desordenado... —Hola.— Saluda con una media sonrisa.Le sonrió a pesar de mi dolor de cabeza y me acerco más a él –Hola..
[MATT]Reviso mis redes sociales mientras espero que llegue la comida que ordene, y que ella salga del baño. No puedo dejar de reír al recordar su cara de confusión al levantarse y ver el desastre que había en esta habitación. Dejo mi móvil a un lado al escuchar un golpe en la puerta, y al abrir un joven entra con un carrito lleno de platos. —¿Puedo?— Pregunta señalando la mesa qué hay cerca del gran ventanal de esta habitación.—Si claro.— Digo sin dudas y agradezco que no haya comenzado con los típicos comentarios o preguntas acerca de quién soy.Lo observo mientras va hacia la mesa y abro mis ojos de par en par al notar que el sujetador de mi novia está tirado en el suelo, precisamente en el camino que él está haciendo.—¡Espera!— Le grito haciendo que el se asuste y se quede estático en el lugar.Sin decir nada, camino hacia donde está la prenda y la recojo del suelo y la escondo debajo de una camiseta mía. Él sigue con su tarea y debo de admitir que es muy profesional, otro en s
[MATT]Estoy con rabia, no quiero separarme de ella; quiero simplemente quedarme a su lado y seguir disfrutando de sus labios como lo he hecho este fin de semana en Ibiza. Me despido de ella bajo el marco de la puerta de su piso y no suelto su cintura por nada del mundo.—Sabes que no quiero irme, ¿no? — Le pregunto y apoyo mi frente sobre la suya. Sonríe y con su mano acaricia mi rostro. Es tan bella. —Ni yo que te vayas, pero hoy tengo que regresar a mi vida normal. Tengo que encargarme del bar... y según lo que me has comentado en el avión, tú tienes que ir a Madrid mañana por trabajo, ¿no? — Me pregunta.—Debo, pero no quiero. — Digo como niño pequeño.Vuelve a sonreír y esta vez acerca sus tentadores labios a los míos y me besa. —Yo tampoco quiero, la he pasado increíble contigo; gracias por tan hermoso fin de semana. — Me dice sobre mis labios.«¿Me está dando las gracias?» Aquí el que debería agradecerle soy yo. Me ha regalado lo más precioso del mundo. He sido tan feliz a su
Vale, debo admitirlo. Creí que estar lejos de él sería fácil, pero llevo tres días sin verlo y ya lo extraño como una loca. « Basta Gianna... deberás acostumbrarte, es cantante y lo normal es que viva viajando más de la mitad del año.» Con solo pensar en eso un nudo se apodera de mi estómago. ¿Estaré preparada para cuando no tenga que verlo por meses? Respiro profundamente, y sigo ordenando el desastre que han dejado anoche en esta barra. Quise irme más temprano para poder hablar tranquila por teléfono con él y tanto Mauro como Leo, no han sabido dejar las cosas listas para hoy. Estoy muy ocupada en mi tarea cuando la puerta del bar se abre. ¿Quién la ha dejado abierta a esta hora? Miro a la entrada y no puedo entender qué hace aquí nuevamente. Camina hacia mí y solo quiero pedirle que se vaya.—¿Qué quieres aquí Oscar?— Le pregunto cuándo se apoya sobre la barra. —Hola, ¿no?— Dice de manera sarcástica.—Hola, ¿Qué quieres aquí?— Vuelvo a preguntarle.—¿Eres feliz con él?— Me preg
La extraño demasiado, necesito verla ya. «Solo tres días más…» Me digo a mí mismo, pero no sé si funcione para dejar de echarla de menos. Me recuesto sobre el sofá de mi piso después de un largo día de reuniones y tomo mi móvil. Sin dudarlo, marco su número y dejo que suene. «Tarda mucho en responder; eso es extraño»—Hola.— Escucho finalmente del otro lado. Su voz suena extraña, ¿ha estado llorando?—Gianna, cariño, ¿Qué sucede?— Pregunto alarmado. El silencio se hace presente. —¿Cómo te has dado cuenta?— Me pregunta con un hilo de voz.—Te he aprendido a conocer en este tiempo. Tu voz no suena como siempre. Además, siempre me respondes con entusiasmo.— Le explico y me encantaría poder verla a la cara para ver su reacción.—Es increíble.— Dice y escucho su suspiro.No entiendo, ¿Qué pasa? —¿Me dirás que sucede?— Insisto.—Es que me he dado cuenta qué todo esto no funcionara.— Pronuncia en un susurro.«¿De qué habla? Debe de estar bromeando…» Pienso preocupado. —Cariño, no entiendo.
Días despuésUna vez que estaciono el auto enfrente de su edificio, le envió un mensaje por WhatsApp tal como habíamos acordado.MATT:Cariño, ya estoy abajo.Su respuesta no tarda nada en llegar.GIANNA:Ya bajo guapo.Sonrió al ver su mensaje y me pregunto si sentirme así de feliz es normal. La he extrañado tanto que las ansias por verla me consumen.Me bajo del auto y me quedo parado allí esperándola hasta que de repente la veo salir y me quedo con la boca abierta, luce peligrosamente hermosa. Vestido corto color azul pegado a su cuerpo con tiras laterales que a medida que se acerca a mí me dejan ver su preciosa espalda al descubierto. Lleva zapatos del mismo color y su pelo completamente liso. «Es tan perfecta...»Me sonríe y al llegar frente a mí; no desaprovecho la oportunidad y la tomo por la cintura mientras que ella lleva sus brazos por encima de mis hombros. —Buenas noches mi amor. Te ves increíble.— Digo sin dejar de mirar esos ojos azules que me cautivaron desde el primer
Abro la puerta del auto para ayudarle a bajar, y antes que se pueda escapar la acorralo entre mi cuerpo y el auto. —Parece que a mi familia le ha encantado que seas mi novia.— Le comento con una sonrisa de lado. —Eso parece, ya te lo había dicho antes; pero, son muy buenos.— Me responde sonriente y me encanta verla así. Llevo mi mano a su cabello y acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja.—Creo que el que le contaras cómo nos conocimos ha hecho que sumaras muchos puntos.— Bromeo y se ríe.—¿A quién no le hace gracia que tú te hayas escondido de tus fans detrás de una barra de bar?— Me pregunta sarcásticamente y al ver que se ríe en forma de burla, decido callarla con un beso.—Tú síguete burlando, que yo te seguiré callando así.— Le advierto y ambos sonreímos.Sus manos viajan hasta mi cuello y se enredan en este. —Que sepas que me gusta mucho, que me calles así.— Comenta de manera sugerente y esta vez me besa ella.—¿Puedo subir?— Me atrevo a preguntar tal como si fuese un n