[MATT]—Me he quedado sin palabras para decirte. — Le susurró al oído mientras aprisiono su cuerpo entre mis brazos.—Me pasa igual, ha sido tan increíble— me responde y luego me abraza mucho más fuerte—lo único que puedo decirte es que me ha encantado estar contigo. Sentía que moriría de placer; eres tan especial — continua y sonrió ante su confesión.—La especial aquí eres tú. Me traes loco Gianna.— Declaro y beso su frente. —Cada caricia, cada beso, cada rincón de ti es especial; quiero que estemos así siempre. — Le confieso.—Y yo...— Responde y noto el cansancio en su voz.Así sin soltarnos, nos va ganando el cansancio hasta que nos quedamos dormidos.[...]No sé qué hora es, solo sé que la luz del sol entra por la ventana de esta habitación obligándome a abrir mis ojos. Volteo para ver el reloj y veo que son las diez de la mañana. Ella aún duerme abrazada a mi cuerpo. Su cabello cubre su espalda desnuda, es una imagen preciosa; una que amaría ver todos mis amaneceres. Comienza a
Somos solo ella, yo, nuestro picnic improvisado, y esta playa desierta en una ciudad que es testigo de cómo este amor toma fuerza tal como lo hace un huracán en el medio del mar; con la única diferencia que estos sentimientos no buscan dañar, sino todo lo contrario. El sol pega fuertemente sobre mi cuerpo y agradezco que mi preciosa novia haya protegido mi piel con el bloqueador solar. La observo disfrutando del mar y es la imagen más bonita del mundo; ella, su sonrisa, y su piel bajo los rayos del sol. En este momento siento que no existe nada más en este mundo que es solo nuestro amor el que llena toda la tierra. Tenerla entre mis brazos ha sido mucho más que solo una conexión física, ha sido una conexión entre nuestras almas. Su mirada clavada en la mía reflejaba ese algo tan especial y tan difícil de explicar. Tomo mi móvil sin moverme de este sitio, y comienzo a anotar frases sueltas que son todas consecuencia de lo que me hace sentir.No sé cuánto tiempo llevo haciendo esto, so
[MATT]La observo caminando por la habitación mientras que con sus gestos se queja de cómo los tirantes del vestido que se ha puesto le molestan. No sé si reírme u ofrecerme a colocarle alguna especie de loción para que le ayude.—Te has quemado un poco, ¿no?— Pregunto tímidamente y ella me mira seria.—¿Qué te dice esto?— Replica sarcásticamente y me muestra el rojo de sus hombros. —Te he puesto bloqueador, pero me olvide de mí— comenta entre risas y río a la par. La miro con una pícara sonrisa y no puedo evitarlo... —Yo creo que la mejor solución para la manera que te has quemado, es que te quites toda la ropa y te quedes aquí conmigo...— Propongo y río.—¿Y perderme la gran fiesta de esta noche en la discoteca y no bailar contigo? No guapo, eso no me lo pierdo...— Responde acercándose a mí de manera peligrosa.—¿Con ese escote?— Pregunto mirando el pronunciadísimo escote que me desconcentra de una manera fuera de lo común.—Con escote, quemada, como sea, estoy en Ibiza contigo...
[MATT]—¡¿Qué hacemos en la playa?!— Pregunta sorprendida cuando aparco el auto.—Ya verás— Me limito a responderle, y bajo del auto para ir a abrir su puerta. Le ayudo a bajar y ella me mira con dudas. —¿Te das cuenta que son las cuatro de la madrugada?— Pregunta de tal manera que me hace reír.—Si, tengo reloj. Ya te dije vamos a dejarnos llevar, vamos a hacer una locura juntos.— Explico y sin soltarla de su mano hago que camine conmigo por la playa hasta que finalmente llegamos a la orilla.Bajo su atenta y confusa mirada, comienzo a despojarme de mis prendas ya que aquí no hay absolutamente nadie —¿Qué haces?— Pregunta sin dejar de mirarme como si estuviera loco.—Elige, ¿te metes con ropa y te la quito en el mar, o entras ya sin ella y me ahorras la tarea?— Le ofrezco entre risas cosa que también le hace reír.—¿Así sin más me dices esto?— Pregunta de manera prepotente y colocando sus brazos en jarra.—Te dije que era una locura... no te dije que fuese la noche más romántica d
[GIANNA]Abro mis ojos lentamente a causa del grandísimo dolor de cabeza que tengo y al ver a mí alrededor, creo entender que es lo que ha sucedido. Botellas de tequila... «¿Qué ha sucedido aquí? ¿Cómo han llegado esas botellas aquí?» Me pregunto. Lo último que recuerdo son nuestros cuerpos enredándose en el mar. Lentamente me levanto de la cama para no despertarlo, y cubro mi cuerpo con su camiseta la cual está tirada en el suelo. Entro al baño, y al mirarme al espejo no puedo creer el desastre que soy. Mi cabello está completamente enredado, lo que queda de maquillaje en mis ojos es horrible... Tomo algodón y remuevo el desastre que hay en mi cara. Una vez que estoy algo decente, salgo nuevamente hacia la habitación y me encuentro con su mirada. Luce tan guapo ahí tendido en la cama con tan solo una tímida sábana cubriendo parte de su cuerpo y todo su cabello desordenado... —Hola.— Saluda con una media sonrisa.Le sonrió a pesar de mi dolor de cabeza y me acerco más a él –Hola..
[MATT]Reviso mis redes sociales mientras espero que llegue la comida que ordene, y que ella salga del baño. No puedo dejar de reír al recordar su cara de confusión al levantarse y ver el desastre que había en esta habitación. Dejo mi móvil a un lado al escuchar un golpe en la puerta, y al abrir un joven entra con un carrito lleno de platos. —¿Puedo?— Pregunta señalando la mesa qué hay cerca del gran ventanal de esta habitación.—Si claro.— Digo sin dudas y agradezco que no haya comenzado con los típicos comentarios o preguntas acerca de quién soy.Lo observo mientras va hacia la mesa y abro mis ojos de par en par al notar que el sujetador de mi novia está tirado en el suelo, precisamente en el camino que él está haciendo.—¡Espera!— Le grito haciendo que el se asuste y se quede estático en el lugar.Sin decir nada, camino hacia donde está la prenda y la recojo del suelo y la escondo debajo de una camiseta mía. Él sigue con su tarea y debo de admitir que es muy profesional, otro en s
[MATT]Estoy con rabia, no quiero separarme de ella; quiero simplemente quedarme a su lado y seguir disfrutando de sus labios como lo he hecho este fin de semana en Ibiza. Me despido de ella bajo el marco de la puerta de su piso y no suelto su cintura por nada del mundo.—Sabes que no quiero irme, ¿no? — Le pregunto y apoyo mi frente sobre la suya. Sonríe y con su mano acaricia mi rostro. Es tan bella. —Ni yo que te vayas, pero hoy tengo que regresar a mi vida normal. Tengo que encargarme del bar... y según lo que me has comentado en el avión, tú tienes que ir a Madrid mañana por trabajo, ¿no? — Me pregunta.—Debo, pero no quiero. — Digo como niño pequeño.Vuelve a sonreír y esta vez acerca sus tentadores labios a los míos y me besa. —Yo tampoco quiero, la he pasado increíble contigo; gracias por tan hermoso fin de semana. — Me dice sobre mis labios.«¿Me está dando las gracias?» Aquí el que debería agradecerle soy yo. Me ha regalado lo más precioso del mundo. He sido tan feliz a su
Vale, debo admitirlo. Creí que estar lejos de él sería fácil, pero llevo tres días sin verlo y ya lo extraño como una loca. « Basta Gianna... deberás acostumbrarte, es cantante y lo normal es que viva viajando más de la mitad del año.» Con solo pensar en eso un nudo se apodera de mi estómago. ¿Estaré preparada para cuando no tenga que verlo por meses? Respiro profundamente, y sigo ordenando el desastre que han dejado anoche en esta barra. Quise irme más temprano para poder hablar tranquila por teléfono con él y tanto Mauro como Leo, no han sabido dejar las cosas listas para hoy. Estoy muy ocupada en mi tarea cuando la puerta del bar se abre. ¿Quién la ha dejado abierta a esta hora? Miro a la entrada y no puedo entender qué hace aquí nuevamente. Camina hacia mí y solo quiero pedirle que se vaya.—¿Qué quieres aquí Oscar?— Le pregunto cuándo se apoya sobre la barra. —Hola, ¿no?— Dice de manera sarcástica.—Hola, ¿Qué quieres aquí?— Vuelvo a preguntarle.—¿Eres feliz con él?— Me preg