Su beso de despedida se me ha quedado grabado en los labios. Me ha dicho que tenía que irse a Madrid unos días por cuestiones de su trabajo, pero que regresaría para que nos fuéramos de viaje a Ibiza. Debo decir que cada vez que pienso en que estaremos los dos solos allí, se me hace un nudo en el estomago; esos que el amor te hace tener. Esta tarde en el auto, todo se salió de control y fue en ese instante que me di cuenta de lo mucho que me he enamorado de él; tanto que se me ha olvidado por completo todo lo que el imbécil de Oscar me ha dicho. Me quito el vestido, el traje de baño, y entro a la ducha después de haber abierto el grifo. La cascada de agua caliente cae por mi espalda haciendo que cada músculo en mi se relaje. Lavo mi cabello y así van pasando los minutos entre la tarea de ducharme y de pensar en él. Tengo tanto miedo de ilusionarme, de enamorarme tanto pero tanto que después no pueda reponerme si las cosas no funcionan más allá de ese trato que hicimos, pero, a la ve
[MATT]Cinco días despuésSu mano me sujeta fuertemente mientras que el avión despega y eso me deja saber que no soy el único al que le pone nervioso los aviones. —¿Te da miedo volar?— Le pregunto al oído y ella me sonríe.—No lo sé, pero sujetar tu mano me hace sentir más segura. — Responde haciéndome reír.—Esa es una buena razón. A mí me encanta sujetar tu mano, me hace sentir el hombre más afortunado del mundo. — Le comento y dejo un tierno beso en la comisura de sus labios. [...]Después de un vuelo relativamente corto para lo que estoy acostumbrado y uno donde nos hemos seguido conociendo en medio de una charla muy amena, recogemos el auto que he rentado y vamos al hotel para dejar nuestras cosas y cambiarnos para ir al evento que tenemos planeado. Si bien muero por quedarme con ella comiéndonos a besos, sé que también debemos ir con calma, y eso es una de las cosas que más me enamoran de ella. Es esa mezcla entre la mujer segura que está detrás de aquella barra, y la niña que
El pasillo de este hotel rumbo a nuestra habitación, ha sido testigo de besos que si fuesen parte de una escena de película; probablemente serían censurados. Sin soltar su cintura ni apartar mi boca de la suya, logro abrir la puerta con la tarjeta magnética. —Te amo.— Le susurro entre beso y beso mientras caminamos por la habitación de una manera bastante torpe, pero muy apasionada. Su espalda golpea con la pared del pasillo y ambos reímos. —Yo también te amo. Me haces sentir tan viva.— Susurra mirándome a los ojos y vuelve a besarme. Mis manos viajan por todo su cuerpo hasta llegar a la cremallera de su sensual vestido y con mis dedos, comienzo a bajar la misma bajo el encanto de su provocativa sonrisa. Sus manos en cambio comienzan a desabrochar mi camisa de manera muy lenta, pero sensual. Es como si estuviera abriendo ese regalo que tanto había esperado. Le sonrió dándole a entender que me encanta lo que hace, y ella sigue con su tarea hasta llegar al último botón para luego cola
[MATT]—Me he quedado sin palabras para decirte. — Le susurró al oído mientras aprisiono su cuerpo entre mis brazos.—Me pasa igual, ha sido tan increíble— me responde y luego me abraza mucho más fuerte—lo único que puedo decirte es que me ha encantado estar contigo. Sentía que moriría de placer; eres tan especial — continua y sonrió ante su confesión.—La especial aquí eres tú. Me traes loco Gianna.— Declaro y beso su frente. —Cada caricia, cada beso, cada rincón de ti es especial; quiero que estemos así siempre. — Le confieso.—Y yo...— Responde y noto el cansancio en su voz.Así sin soltarnos, nos va ganando el cansancio hasta que nos quedamos dormidos.[...]No sé qué hora es, solo sé que la luz del sol entra por la ventana de esta habitación obligándome a abrir mis ojos. Volteo para ver el reloj y veo que son las diez de la mañana. Ella aún duerme abrazada a mi cuerpo. Su cabello cubre su espalda desnuda, es una imagen preciosa; una que amaría ver todos mis amaneceres. Comienza a
Somos solo ella, yo, nuestro picnic improvisado, y esta playa desierta en una ciudad que es testigo de cómo este amor toma fuerza tal como lo hace un huracán en el medio del mar; con la única diferencia que estos sentimientos no buscan dañar, sino todo lo contrario. El sol pega fuertemente sobre mi cuerpo y agradezco que mi preciosa novia haya protegido mi piel con el bloqueador solar. La observo disfrutando del mar y es la imagen más bonita del mundo; ella, su sonrisa, y su piel bajo los rayos del sol. En este momento siento que no existe nada más en este mundo que es solo nuestro amor el que llena toda la tierra. Tenerla entre mis brazos ha sido mucho más que solo una conexión física, ha sido una conexión entre nuestras almas. Su mirada clavada en la mía reflejaba ese algo tan especial y tan difícil de explicar. Tomo mi móvil sin moverme de este sitio, y comienzo a anotar frases sueltas que son todas consecuencia de lo que me hace sentir.No sé cuánto tiempo llevo haciendo esto, so
[MATT]La observo caminando por la habitación mientras que con sus gestos se queja de cómo los tirantes del vestido que se ha puesto le molestan. No sé si reírme u ofrecerme a colocarle alguna especie de loción para que le ayude.—Te has quemado un poco, ¿no?— Pregunto tímidamente y ella me mira seria.—¿Qué te dice esto?— Replica sarcásticamente y me muestra el rojo de sus hombros. —Te he puesto bloqueador, pero me olvide de mí— comenta entre risas y río a la par. La miro con una pícara sonrisa y no puedo evitarlo... —Yo creo que la mejor solución para la manera que te has quemado, es que te quites toda la ropa y te quedes aquí conmigo...— Propongo y río.—¿Y perderme la gran fiesta de esta noche en la discoteca y no bailar contigo? No guapo, eso no me lo pierdo...— Responde acercándose a mí de manera peligrosa.—¿Con ese escote?— Pregunto mirando el pronunciadísimo escote que me desconcentra de una manera fuera de lo común.—Con escote, quemada, como sea, estoy en Ibiza contigo...
[MATT]—¡¿Qué hacemos en la playa?!— Pregunta sorprendida cuando aparco el auto.—Ya verás— Me limito a responderle, y bajo del auto para ir a abrir su puerta. Le ayudo a bajar y ella me mira con dudas. —¿Te das cuenta que son las cuatro de la madrugada?— Pregunta de tal manera que me hace reír.—Si, tengo reloj. Ya te dije vamos a dejarnos llevar, vamos a hacer una locura juntos.— Explico y sin soltarla de su mano hago que camine conmigo por la playa hasta que finalmente llegamos a la orilla.Bajo su atenta y confusa mirada, comienzo a despojarme de mis prendas ya que aquí no hay absolutamente nadie —¿Qué haces?— Pregunta sin dejar de mirarme como si estuviera loco.—Elige, ¿te metes con ropa y te la quito en el mar, o entras ya sin ella y me ahorras la tarea?— Le ofrezco entre risas cosa que también le hace reír.—¿Así sin más me dices esto?— Pregunta de manera prepotente y colocando sus brazos en jarra.—Te dije que era una locura... no te dije que fuese la noche más romántica d
[GIANNA]Abro mis ojos lentamente a causa del grandísimo dolor de cabeza que tengo y al ver a mí alrededor, creo entender que es lo que ha sucedido. Botellas de tequila... «¿Qué ha sucedido aquí? ¿Cómo han llegado esas botellas aquí?» Me pregunto. Lo último que recuerdo son nuestros cuerpos enredándose en el mar. Lentamente me levanto de la cama para no despertarlo, y cubro mi cuerpo con su camiseta la cual está tirada en el suelo. Entro al baño, y al mirarme al espejo no puedo creer el desastre que soy. Mi cabello está completamente enredado, lo que queda de maquillaje en mis ojos es horrible... Tomo algodón y remuevo el desastre que hay en mi cara. Una vez que estoy algo decente, salgo nuevamente hacia la habitación y me encuentro con su mirada. Luce tan guapo ahí tendido en la cama con tan solo una tímida sábana cubriendo parte de su cuerpo y todo su cabello desordenado... —Hola.— Saluda con una media sonrisa.Le sonrió a pesar de mi dolor de cabeza y me acerco más a él –Hola..