Me Robaste El Corazón
Me Robaste El Corazón
Por: Lulyzbenavides77
Nuestra vida

Fernando.

Seis años han pasado, desde aquella tarde que estuvimos en el helipuerto mostrándole a nuestra hija, mi deporte favorito. Aún recuerdo su carita de felicidad al montarse en aviador, (nuestro helicóptero preferido). Ella no paraba de reírse y yo estaba tan emocionado al ver la hermosa familia que había formado con mi bonita. De ese día, solo quedan los recuerdos guardados en nuestra memoria, bien dicen que los años pasan volando y es exactamente lo que ha sucedido, Noelia ha crecido mucho, ya no aquella pequeñita bebé que cargaba en brazos con tanto fervor, ahora se ha convertido en una hermosa niña; de ojos azules y cabellera rubia como el sol, mi comadre dice que se parece demasiado a mí, sin embargo pienso que mi niña es mucho más bella, al igual que sus otros hermanitos.

Esos preciosos mellizos Diego y Natalia que llegaron a nuestra vida para llenarla de alegría y mucha felicidad. Para nosotros fue una sorpresa enterarnos que eran dos, tanto así que decidimos repetir la ecografía, pensado que había sido una equivocación, pero los resultados seguían arrojando dos semillitas y ahí están esas dos pequeñas vidas de tan solo cuatro años, corriendo por todos los rincones de este lugar. Ellos junto con su hermana han llenado de alegría esta mansión, así como mi abuelo siempre quiso.

Deiner Parfum (Último Aroma) La empresa que construyo familia, sigue teniendo el mismo éxito, y en parte esto es, gracias a mi esposa, la mujer más bonita de todo París Francia y la única que pudo robarme el corazón. Aun se sigue encargando de los diseños para los nuevos lanzamientos y es que aparte de ser muy hermosa, es inteligente en los negocios, sus dibujos siguen impresionando a más de uno en los lanzamientos.

Damelis me sorprende cada día, y no solo por sus diseños, sino por la forma en la que lleva nuestra vida. De día, es la importante diseñadora gráfica dueña de la empresa más exitosa del país y mi esposa; en la tarde es la mejor madre del universo que me hace morir de amor al verla dándoles muchos besos a nuestros hijos y en la noche es la prefecta amante que todo hombre desearía tener. Nuestro matrimonio no es una rutina como tal vez se basan muchos matrimonios, todo lo contrario inventamos cosas nuevas y me lleva a un límite donde casi quedo sin aliento.

Luego nos fundimos en ese profundo sueño hasta que la mañana comienza asomarse por los ventanales de la habitación y nuestra realidad nos hace despertar, para atender a los niños, la empresa y todo lo que se presente, sin embargo hay una sola cosa que nos inquieta y es ese sobre misterioso que nos llegó hace 6 años y aun conservamos… me pregunto ¿Quién lo habrá mandado? Y ¿Por qué lo habrá hecho? Soy el único nieto vivo de Roberto Domenech y mis hijos vendrían siendo los herederos de la fortuna que dejo mi abuelo, principalmente Noelia que es mi primera hija, aun no me explico cuál fue la finalidad de esa persona y por el momento prefiero dejarlo así… no me quiero romper la cabeza, pensando que tengo enemigos por ahí y que podrían hacerle daño a mi familia.

De momento prefiero disfrutar de este domingo soleado, en compañía de mis hijos, mi esposa y los compadres, quienes vienen con mis ahijados Alejandro y la pequeña Chantal, de tres años —¡Mi vida trae los cubiertos que deje sobre la encimera de la cocina! —Me dice y verla preparar las cosas para el asado que hemos organizado, me hace amarla más de lo que aun la amo. No importa si esta con un delantal y en vez de rosas huela a ensalada fresca me sigue enloqueciendo.

Rodeo mis brazos a su cintura y aun estando de espaldas ella echa su cabeza hacia tras para que choque con mi hombro —¡Eres extremadamente sexy, no sabes cómo me enloquece tu cuerpo! —Susurro a su oído.

—¡Fer!… este no es el momento, los niños están cerca —Me hace saber con una sonrisa tatuada en su rostro y al igual que ella rio suavecito.

—Lo se… pero tenerte así, hace que me olvide de todo —Le hablo en voz baja.

—Prometo recompensarte una noche de estas en nuestra suite —Me asegura para luego colocar la ensaladera sobre la encimera y así girar su cuerpo, quedando frente mí.

—Es una promesa y no acepto escusas… muero por verte vestida de policía, con una mini faldita… uff—Le digo sobre su boca y verla sonreír me hace saber que le ha encantado mi comentario.

—Eso y mucho más lo tendrás, pero ahora necesitamos terminar con todo esto, Adrián y Luisa están por llegar —Comenta y antes que me lo espere me da un pequeño beso en mis labios para después alejarse. Indudablemente me encanta esta picardía que flota en el aire entre mi esposa y yo. Supongo que es normal sentirse así, cuando se está con la persona correcta y una vez más tendré que agradecerle a mi abuelo, por haberme puesto en el camino a esta maravillosa mujer.

—¡Papito! —Escucho la voz angelical de mi princesa mayor y me agacho un poco para cargarla en mis brazos así, como cuando era una bebé de un año y se cuela en mi cuello con sus diminutos bracitos sonriendo.

—¡Qué bonita se ve mi princesita! —La halago alejándola un poco para poder ver esos ojos azules igual a los míos.

—¿Te gusta mi vestido? —Pregunta y asiento.

—¡Me encanta! —Susurro.

—Mi mamita me lo compro… dijo que hoy era una ocasión especial y a mis hermanitos también los vistió —Me informa dejándome sorprendido «¿ocasión especial?» mmm ¿que estará organizando mi bonita esposa? Me pregunto sacudo mi cabeza y vuelvo a mirar a mi hija.

—Bueno… ¡Vamos por tus hermanitos! —Propongo y dice que sí, con un leve movimiento cabeza sin dejar de reírse.

En definitiva esta etapa como papá no la cambiaría por nada del mundo, siempre soñé con tener una familia numerosa y hoy gracias a la vida, tengo todo lo que desee… una esposa, varios hijos; pero sobre todo esta infinita felicidad que esperamos y dure para siempre.

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