DamelisNunca pensé que mi vida con Fernando se convertiría, en este sin fin de emociones, que nos tiene los pelos de punta, primero su tía intentando quedarse con la herencia y segundo Justo con Paulina haciéndome los momentos incomodos. No se ha dónde irá a parar todo esto, pero de algo si estoy completamente segura y es que no permitiré, que estos problemas alcancen a nuestros hijos, bastante tenemos con el loco desquiciado que anda merodeando la mansión, para ahora tener que aguantarme los comentarios de Paulina Coronado.Mira que decir delante de todos que mi niña, sería una tortura para los hombres cuando crezca. Hay que tener demasiado cinismo para a ser ese tipo de comentarios, sé que a mi esposo no le pareció, de un tiempo para acá, eh notado celos paternales hasta con su propio ahijado y si a eso le sumamos que Luisa y Adrián, no paran de molestarnos con eso de casar a Noelia y Alejandro cuando estén grandes, él ha sabido disimularlo perfecto, pero yo que lo conozco, sé que
DamelisMiro los cuatro bosquejos que he sacado de mi carpeta mientras mi esposo y mi compadre se encuentran frente a mí, esperando la sorpresa que les tengo preparada, respiro profundo y les entrego las láminas donde están los dibujos.—Comadre te felicito, como siempre sabes sorprendernos, por mi yo escogería los cuatro lamentablemente solo podemos escoger uno solo —Comenta Adrián y sonrió levemente.—Damelis… Amor mío —Dice mi esposo tomando mi mano — Eres una maravilla., con tus manos haces magia y lo plasmas en estas laminas, que luego son puestas en nuestros productos… En algo estoy de acuerdo con Adrián, todas están perfectas… Pero me llama la atención esta, por sus colores el diseño y sobre todo, porque trasmite tranquilidad y paz, definitivamente esto es lo que estamos buscando en el nuevo perfume — Se expresa mi esposo enseñándonos el bosquejo donde hay una mujer acostada en el suelo, casi desnuda rodeada de hojas de árboles, con su cabellera larga suelta y sonriente.—Ento
FernandoMi mirada ahora está perdida en esa hermosa escena donde veo a mi princesa mayor, arrojarse a los brazos de mi esposa, pero para mi sorpresa noto que no soy el único que está perdido, y lo digo por la forma en que mi ahijado está observando a Noelia, la mirada de una manera especial como si… «Son unos niños Fernando» Me regaño a mí mismo he intento olvidar, esta situación que no es de ahora, si no de hace muchos años. Mis compadres se despiden de nosotros y rápidamente los vemos alejarse de la oficina.Mi esposa se coloca el bolso, toma a Noelia de la mano y salimos con mucha precaución de la empresa. Como bien sabemos hay una persona que quiere hacernos daño, por eso debemos estar rodeados de muchos guardaespaldas, por lo menos durante un tiempo. Bajamos las escaleras de la empresa y Tango nos saluda como de costumbre, mientras yo abro la puerta del carro para que mis dos mujeres entren, luego hago lo mismo y Tango da las indicaciones necesarias para ir de regreso a la mansi
DamelisCamino por el pasillo de la mansión hasta llegar al cuarto de mi princesa, y solo me pregunto que será lo que habrá pasado, mi madre me ha dicho, que a medida que los hijos van creciendo, algunos cambios en el comportamiento tan bien se irán notando, y eso es porque entraran en la etapa de la pre adolescencia, pero mi niña apenas tiene siete años, no creo que esos cambios se noten todavía.Trascurren unos segundos, respiro profundo y con la más dulce de las sonrisas toco la puerta de su habitación —¡Estoy dormida! —Contesta con una tierna voz.—Y si estas dormida, porque me has contestado —Digo mientras abro la puerta de su recamara y veo a mi pequeña Noelia cubierta de pies a cabeza con las cobijas de su cama.—Es que pensé que era… —Susurra.—Tu papá —Término de decir y un rotundo silencio se apodera de esta habitación.Despacio me acerco a su cama y con mucho cuidado me quito los tacones y me hago a un lado suyo —¿Mi niña no le va a contar a su mamá porque esta triste? —Pr
Fernando. Entro a mi oficina, camino hacia mi escritorio y pongo mi maletín a un costado, pero está felicidad que traigo por dentro, no me la cambia nadie. Pueden pasar miles de cosas, pero el amor que siento por mi esposa es más grande de lo que se alcanza a imaginar. Esta noche tiene que ser todo perfecto, tenemos días que no compartimos un momento a solas y es necesario para demostrarle, cuanto la amo.Tomó un suspiro y enciendo el portátil para ponerme al día con todo lo relacionado con el nuevo lanzamiento del perfume. No cabe duda que esta empresa cada día, va mejor, y lo digo por las cifras que me muestra el balance y es que a pesar de todos los problemas que eh tenido con Margarita y Justo por la herencia que dejo mi abuelo, hemos podido sacar cada proyecto, de forma exitosa.Estoy concentrado en mis deberes cuando siento unos golpecitos en la puerta, de inmediato fijo la mirada y me doy cuenta que es Adrián y mi ahijado.—¡Fernando! ¿Qué tal, como estas?— Me saluda
Fernando.Seis años han pasado, desde aquella tarde que estuvimos en el helipuerto mostrándole a nuestra hija, mi deporte favorito. Aún recuerdo su carita de felicidad al montarse en aviador, (nuestro helicóptero preferido). Ella no paraba de reírse y yo estaba tan emocionado al ver la hermosa familia que había formado con mi bonita. De ese día, solo quedan los recuerdos guardados en nuestra memoria, bien dicen que los años pasan volando y es exactamente lo que ha sucedido, Noelia ha crecido mucho, ya no aquella pequeñita bebé que cargaba en brazos con tanto fervor, ahora se ha convertido en una hermosa niña; de ojos azules y cabellera rubia como el sol, mi comadre dice que se parece demasiado a mí, sin embargo pienso que mi niña es mucho más bella, al igual que sus otros hermanitos.Esos preciosos mellizos Diego y Natalia que llegaron a nuestra vida para llenarla de alegría y mucha felicidad. Para nosotros fue una sorpresa enterarnos que eran dos, tanto así que decidimos repetir la e
FernandoDisfrutar en familia es como estar en el paraíso, alegría, diversión complicidad entre ambos y sobre todo mucho amor. Ese nunca sobra en esta mansión, y mi pequeña lo sabe por eso viene sonriente conmigo en busca de sus dos hermanitos, quienes aún no salen de su habitación. Damos unos leves golpecitos en la puerta de Diego y este sale vestido como todo un caballerito, pantalón blanco, una camisa remangada hasta la altura de sus codos, mas unas pequeñas zapatillas que combinan perfectamente con este día soleado. Bajo a su hermanita y me da la mano para que lo sujete con un poquito de fuerza.Teresa la empleada más antigua de la mansión y quien se ha convertido en su nana, sale de la habitación de mi otra princesa. Le da una vuelta delante de mí, mi pequeña me sonríe y corre a mis brazos enredándonos todos en un círculo de sonrisas.—¡Papito! Papito, ¿Ya llegaron nuestros padrinos? —Pregunta Natalia y la forma en la que me mira, con esos ojos oscuros igual a los de su madre me
DamelisPensar en ese sobre, es traer de vuelta una inseguridad que nos ha estado persiguiendo todos estos años. Ese día en el helipuerto no quise darle mucha importancia, por no querer dañar la tarde que habíamos planeado con tanto amor y preferí que el viento se llevara los pedazos de papel, que mi esposo había roto, por causa de una persona que simplemente quiso molestarnos. No sé cuál sería su propósito, tal vez, ¿Intimidarnos? O sacar provecho de la herencia que don Roberto Domenech, le dejo a mi esposo por ser el primero que le dio un bisnieto.Hay muchas preguntas y respuestas por resolver, pero desde hace días mi sexto sentido me dice, que esa persona podría estar relacionada con la decisión que tomo Felipe. Si, suena como una completa locura y más cuando ya han trascurrido muchos años, pero la nota decía: Hay un niño que reclama su herencia y el único que estaba detrás de esa fortuna era Felipe, hasta me propuso que tuviéramos un hijo con el fin, de quedarnos con esa maldita