—Recuerdo que cuando desperté no era yo, me sentía sucia, asqueada de mí misma. Tenía pesadillas, antes de lo sucedido las tenía debido al accidente de mis padres, vivir en esa casa era un infierno. Nunca les conté a ellos lo que había pasado, así que debía actuar indiferente ante aquel hombre que visitaba a mis tíos. Las veces que se encontraba lo evitaba a toda costa, no salía de mi habitación saltándome las comidas, estaba muy delgada y el poco brillo que tenía se había apagado, las ganas de seguir viviendo eran nulas. Por eso una noche en la cual me encontraba sola en casa, sufrí un ataque de pánico, y lo peor es que ese hombre se hallaba allí. —los recuerdos vienen a mi mente, llevo el corazón a mil por horas, un dolor en el pecho aparece trayendo consigo el temor de revelar esta parte de mi vida que me hace vulnerable. —no sabía que hacer, presentí que algo malo sucedería, y no me equivoqué. Él pudo ingresar a mi habitación, sus intenciones eran perversas lo podía ver en su mira
La pantalla de mi móvil se enciende, reviso de quién se trata el mensaje que me acaba de llegar, un escalofrío recorre mi cuerpo al leer lo que dice.Desconocido: Eres una estúpida por creer que nunca daríamos contigo, no sabes lo que has causado con tu huída. Atente a las consecuencias Annie Palmer.No necesito saber el nombre de la persona, sé claramente que es el tío Braxton. El miedo reaparece, esa sensación de paz se ha esfumado con un mensaje, aunque me diga a mí misma que no debería temerle y más bien enfrentarlo, por otro lado tiene tanto poder que le sería más fácil ganarme, como siempre.Pido la cuenta, ya se me quitó el apetito, siento unas náuseas terribles, espero que el camarero traiga la cuenta, le pago y salgo de la cafetería rumbo a la mansión. Decido avisarle a Said que me marché debido a un malestar de estómago, detengo a un taxi y subo al auto dándole la dirección al chófer.Observo la ciudad por la ventanilla, el olor que desprende el fuerte perfume del chófer me
—¡Annie! ¡Llegaremos tarde! —me coloco los aretes y salgo lo más rápido que mis pies me lo permiten. Said se encuentra enfundado en un traje negro que le asienta como un guante en su musculoso cuerpo. Verlo de esa manera es tan hipnotizante que es inevitable no observarlo con detenimiento, alza la mirada y esboza una sonrisa que hace que pierda la poca cordura que tenía. —Estás hermosa —susurra en mi oído mientras posa su mano en mi cintura atrayéndome hacia él. Comienza a besarme el hombro descubierto, sus caricias despiertan las mariposas en mi interior. Sus labios suben a mi clavícula y reparte beso en la zona baja de mi cuello, echo la cabeza hacia atrás dándole acceso. Sin embargo recuerdo que debemos estar en menos de veinte minutos en una importante reunión de empresarios, así que me alejo unos centímetros y alzo una ceja.—Ah-ah, alto allí vaquero. Resopla.—Bien, vámonos antes de que me arrepienta de no haberte besado como quería. —da media vuelta caminando hacia la puert
POV. SaidSalgo de la ducha, el agua fría no ha borrado aquellas imágenes de mi mente. ¿Cómo pudo hacerme algo así? Después de todo lo que hice por ella, al menos merecía saber la verdad. Pero no, prefiero jugar con mis sentimientos sin importarle nada, eso es lo que fuí para ella, la única opción que tenía apareció justo cuando más la necesitaba. Fuí su salvavidas del momento, no obstante enterarme de la razón por la que se encontraba en Dubái me hizo ver que me utilizó y lo peor es que me enamoré perdidamente de una mujer que ya tiene dueño. Suelto un suspiro frustrado.Tuve que apagar el móvil para que no me llame, sin embargo quisiera que llegara y me explicara que es mentira lo que me dijo aquel imbécil. Aún me cuesta creer que es su prometido, pero verlos allí juntos en la misma cama, verla a ella, la mujer que se robó mi corazón y también lo destrozó en mil pedazos, es difícil de procesar. De pronto escucho unos golpes en la puerta, me incorporo y cuando abro la veo allí. Cu
Liam intenta acercarse a mí, pero lo alejo, le doy una mirada fulminante y salgo corriendo de la cocina tropezando con el culpable de todo. —¡Eres un imbécil! —vocifero deteniéndome a poco centímetros de su rostro. —¡Vas a pagar todo lo que me has hecho! Su rostro se contrae, tiene la mandíbula tensa, a comparación de él soy una débil chica que no debería estar haciendo esto, no en mis condiciones. No sé en qué momento ha levantado la mano y abofeteándome. —No me faltes el respeto mocosa malagradecida, si no...—¿Si no qué? ¿Me vas a volver a golpear? Vamos, hazlo de nuevo, eres tan poco hombre que tú esposa te ha engañado todo este tiempo en tu propia casa. —escupo furibunda.—¡Cállate de una vez por todas! —hace el amago de estrellar su mano en mi mejilla, cierro los ojos esperando el golpe pero no llega.—Si le pones una mano encima te las verás conmigo —esa voz hace que abra los ojos. Sus ojos se encuentran fijos a tío Braxton, nunca lo había visto de esta manera, su mirada est
Es increíble lo rápido que puede pasar el tiempo al lado de la persona que amas. Cuando menos nos dimos cuenta ya habían pasado cuatro meses, mi barriga estaba mucho más notable, de hecho tuve que que comprar ropa puesto que la anterior me quedaba demasiado ajustada. Aunque amaba esta nueva etapa por la que estaba pasando, el hecho de sentir los cambios en mi cuerpo me daba un poco de miedo, es decir, al observarme en el espejo lucía gorda y aunque Said se ha encargado de halagarme diciendo que soy una embarazada sexy, yo no lo veo así. Todo ha cambiado, mis pechos lucen más grandes, tengo las caderas anchas y hasta mi trasero creció. «Aunque de esto último no me quejo, eh»Miro mi reflejo en el espejo, llevo un vestido veraniego color lila que tiene un escote pronunciado en la parte delantera, a decir verdad me gusta como me queda, resalta mis curvas y la tela es suave. Tomo varias fotos con diferentes poses, una sonriendo, otra sacando la lengua y unas haciendo muecas.-Amor, ya de
—Luzco todo menos sexi, parezco un globo a punto de estallar —lloriqueo gateando en la cama hasta situarme a su lado. —Para mí eres perfecta —susurra en mi oído. —¿Te he dicho cuánto te amo? Comienza a repartir besos en mi hombro, sus labios están tibios, es una suave y tierna caricia.—N-no... —titubeo.Se aparta una centímetros quedando cerca de mi rostro, contorneo sus facciones haciendo que cierre los ojos al acto.—T-e-a-m-o —deletrea lentamente. —gracias por hacerme el hombre más afortunado de la faz de la tierra, por darme el privilegio de ser el padre de esta linda niña que pronto conoceremos y la llenaremos de amor —sus manos se posan en mi abultada barriga e inmediatamente siento como la bebé se mueve. Es lo que ocurre cada vez que escucha a su padre hablar, aún no ha nacido y ya lo ama. —Y a tí por amarme, te amo —planto varios besos en su boca. (***)El sonido del despertador inunda la habitación, abro los ojos acostumbrándome a la iluminación que se filtra por las per
—¡Annie déjame ver! —resoplo sonoramente.Me echo un vistazo por última vez en el espejo, muerdo mi labio inferior observando mi trasero, la verdad es que se ve muy ajustado. Decido salir de probador de ropa y escucho a Lauren chillar. Es tan escandalosa.—¿Y bien? —¡Wow Annie! ¡Me encanta! —expresa abriendo su boca.—¿No crees que se adhiere demasiado a mi cuerpo? —niega frenéticamente. —pero...—Pero nada —interrumpe —a Said le fascinará, de hecho no podrá quitarte los ojos de encima. —sube y baja sus cejas.Escucho una risita de parte de la vendedora de la tienda, mis mejillas se tornan rojas de la vergüenzale, le doy un golpe a Lauren.—Me probaré los otros —entro nuevamente al probador y bajo el cierre que tiene en la parte inferior hasta bajarlo completamente. Agarro un vestido de color rosa claro, al contrario del que tenía puesto, este es suelto y la tela es mucho más fina. Me lo pruebo, y efectivamente es cómodo, hasta acentúa mis caderas de una forma tan sensual que sonrí