—Si estudiaste para ser actriz ¿por qué no trabajas en las películas?— Me cuestiona Mia mientras camina tomada de mi mano, rumbo al auditorio del hotel donde están llevándola cabo las audiciones para el papel.
—Porque no me gradué— Miento. Bueno, realmente no lo hice, no me gradué pero hay muchos actores que no estudian arte dramática y aún así son muy bueno en lo que hacen.
—¿Y por qué no te graduaste?
—Porque... Tenía otras cosas que hacer— Trato de esquivar su pregunta con esa respuesta escueta y aceleró el paso para llegar al auditorio antes de que haga más preguntas.
Cuando abro las puertas, veo a Hugo Abernaty, el director, a Mandy Roberts, a Sam Branagh y a Patrick sentados en las butacas, supervisando la audición.
—Hey, Camila ¿vienes por la audición?— El auxiliar
Escucho una especie de ronquido cerca de mi cabeza y siento como mi almohada se mueve levemente. Entreabro mis ojos con lentitud y veo, en medio de la oscuridad que abraza la habitación, la radiante luz de mi celular.Lo tomo porque obviamente no es una alarma, está programada para sonar a las seis y media pero aún no amanece, así que veo que se trata de una vídeo llamada de Josie.—¿Josie, qué sucede?— Digo con la voz un tanto ronca a causa del sueño. Son las tres y veinte de la mañana así que pienso que algo grave ha tenido que suceder.—¡Agh, Camila! Perdóname— Pronuncia mientras arruga su entrecejo —Me olvidé por completo que hay casi medio día de diferencia. Pensé que estabas...— Se detiene y saco de la cabeza, la veo hacer Lo mientras yo me incorporo en la cama y apoyo mi espalda contra la parte trasera de está
Patrick cruza sus brazos sobre su estómago, me dedica una mirada expectante pero pacífica.—¿Sucede algo?— Apenas alza sus cejas esperando una respuesta de mi parte.«Detesto esto. Muchísimo».Yo no debería estar tan alterada como lo estoy. No debería estar con un pantalón de chándal y una camiseta gigante delante de su puerta, a las tres de la mañana, con la respiración agitada y las manos apretadas con fuerza. Él no debería estar con esa expresión tan serena, como si nada sucediera. Porque sucede. Sucede que el me arrebató la emoción de enterarme que me habían elegido para el personaje que audicioné, todo para publicar un estúpido post en internet, todo para beneficiarse él de mi logro. Lo que me hace cuestionarme hasta que punto quiere ayudarme, hasta que punto realmente puede ser mi amigo, hasta
Una cálida mano se posa sobre mi pierna. Yo trato de leer la pauta que está sobre el escritorio, delante de mí, pero no puedo prestarle atención a otra cosa que no sea la mano de Patrick ascendiendo hábilmente hasta que se cuela bajo la tela del short ansiando traspasar mi ropa interior. Yo toso, para disimular un gemido que se acaba de fugar entre mis labios. Todos se giran para mirarme, para intentar saber por qué he hecho ese ruido extraño.—Creo que es alergia— Me excuso pobremente pero creo que funciona.El director sigue hablando, todos siguen prestando atención, menos yo. Menos Patrick. Lo observo y me resulta increíble como mantiene una expresión serena, ajena a lo que está sucediendo debajo de la mesa. Pueden llamarlo venganza o justicia, lo cierto es que yo también bajo mi mano hasta su entrepierna. Patrick muerde su labio inferior sin piedad y gira su rostro para mirarme, yo le sostengo la mirada alzando una ceja, divertida. Él acaba cediendo y aparta su mano de mí, Yo hago
Este lugar es mágico.En las noches parece cobrar vida. Las luces de los negocios -la mayoría casas empedradas - Se encienden y se reflejan en el agua, como si fuese el mismo cielo. Toda la costa está plagada de visitantes y locales que disfrutan de una cena, un helado, un postre o simplemente de la música que se escucha en las calles a cargo de los artistas de la zona. Todo el mundo parece disfrutar de este lugar pero desde su propio mundo. Todo es tan tranquilo, tan impoluto. Es hermoso.Y es justo lo que necesitaba.Después de comer helado, Patrick insistió en bajar hasta la playa. Mia estaba feliz. Fuimos hasta Cannes, Patrick le enseñó varios lugares iconicos de la ciudad, por ejemplo, donde se lleva a cabo el Festival de Cine. Mia no está muy familiarizada con ello pero Patrick le dijo que es un lugar donde asisten muchas estrellas de cine y ella le dijo que le gustaría asistir. Él de comprometió en llevarla el próximo año.Cuando volvimos a este lado del muelle, Patrick nos inv
—¡No me lo puedo creer!— Mascullo para mí. El calor es insoportable. El equipo está viviendo un completo infierno en el rodaje a causa de las altas temperaturas y nos han dicho que aquellos que no somos enteramente necesarios en el rodaje del día de hoy, podíamos irnos para despejar el espacio tanto como fuera posible. Mia aún tiene dos horas de clase de pintura por delante y está en el aire acondicionado, a salvo en el interior de la habitación, así que pensé que lo mejor era pasar un rato cerca de la piscina, bajo alguna mesa con sombrilla pero están todas ocupadas. Incluso la piscina está abarrotada de gente y hay otras apuñadas a la orilla, probablemente a la casa de alguna mesa. —Eh, disculpa— Me giro para ver si es conmigo y en efecto, veo que hay una mujer de larga cabellera castaña sentada en la mesa que está detrás de mí —Puedes sentarte aquí si lo deseas— Me señala la silla vacía frente a la que ella está ocupada y yo no lo pienso dos veces. —¡Gracias!— Exclamo, tal vez d
Me giro en la cama, tomo mi celular de la mesa de noche y reviso la hora: cuatro y veintitrés de la mañana. Mia está rendida a mi lado y -me inclino en mis antebrazos para ver al frente- Patrick también lo está. Yo no, ya he dormido lo suficiente y creo que no volveré a cerrar los ojos en un largo rato.Me levanto de la cama con mucho cuidado de no despertar a mi hija, está acostado de lado, con su rostro apoyado en las manos. Es un auténtico ángel. Le doy un beso en la sien y camino hasta el baño para asearme. Recojo mi cabello en una cola de caballo muy alta, un tanto desordenada y cuando salgo, inspecciono el lugar y de la mesa noche café, justo delante del mueble donde duerme Patrick, tomo una de las copias del guión con la que él había estado repasando.Camino hasta el pequeño balcón y me siento en una de las sillas que están acompañadas de
—¿Por qué tengo que estar aquí?— Le pregunto a Hugo.Normalmente, cuando los periodistas son invitados a los set de rodaje para cubrir cómo se hace la película, suelen hablar con los protagonistas. Y, a veces, si también es famoso, con el director o algún miembro del equipo técnico. Pero jamás, bajo ninguna circunstancia hablan con los extras y yo, prácticamente soy una.—Tu personaje es clave en la historia — Insiste.—Y aparece solo en dos escenas — Le repito por enésima vez.—Ya, pero tenía intenciones de cambiar eso, simplemente tú no quisiste— Notala mirada incipiente qué le dedico y dice: —Está bien, reconozco que los cambios en el guión no parecían favorables.Cuando me dijeron que querían añadir más escenas a mi personaje, estaba feliz. M&aacut
—¡¿Eso es lo que realmente crees?!— Me grita.Si seguimos así, será muy difícil que los demás empleados no escuchen nuestra discusión.—Dime algo, Camila ¿qué demonios tengo que hacer para que me creas cuando te digo que realmente quiero ayudarte? ¿Eh? ¿Acaso habrá un momento en el que dejes de pensar qué sólo soy un ególatra?«¿Lo habrá?» Yo sacudo la cabeza y me pongo de pie. No quiero discutir pero ahora que los dos estamos aquí, notoriamente alterados y diciéndonos cosas que no nos habíamos dicho antes, creo que es el momento perfecto para dejar de resistirme ante unas cuantas verdades.—¿Y a ti quién te ha dicho que necesito tu ayuda? No la necesito ahora, no la necesité hace cinco minutos cuando la periodista esa estaba decidida a meter sus narices