No, no estoy actuando desde los celos. Para estar celosa, tengo que sentir celos y para sentir celos Patrick debería importarme. Y no lo hace. Cuando lo veo, me produce exactamente lo mismo que un saco de patatas.
«Un saco de patatas no te pone la piel de gallina» Me susurra una voz maquiavélica. Creo que es mi subconsciente o la parte de mi cabeza qué se ha escapado de los límites de la cordura porque definitivamente eso no es cierto, Patrick no me hace sentir nada.
Esto no es un acto de celos, es un acto de dignidad. No dejaré que Patrick se crea que tiene el derecho de venir hasta acá con su actitud de macho alfa, capaz de conquistar a quien quiera, mientras que yo tengo que jugar al rol de esposa sumisa. Sí, sé que el plan fue ese: jugar a la amiga/novia/esposa perfecta. Pero ningún hombre me ha puesto los cuernos, y no dejaré que él lo haga. Da igual si tenemos algo d
Cuando el vaso de limonada toca el cristal de la mesa, me libro de mis propios pensamientos. Josie me mira, alza ambas cejas, algo me dice que está esperando una respuesta pero, la verdad, llevo casi media hora sin prestarle atención.Hace una semana que se dio a conocer la noticia de que Patrick y yo estábamos saliendo. Básicamente él publicó una foto de los dos una cita que decía algo así como "Una oportunidad para amar de nuevo, una oportunidad para hacerlo bien". A mi me pareció una chorrada y bromeé diciéndole que si realmente estuviésemos saliendo, lo habría dejado después de leer ese escrito. Él rió, simplemente rió y es que últimamente entre los dos han sucedido... cosas.No solo el beso en su tráiler que evidentemente despertó muchas cosas en mí, sino todo lo que surgió después. Si mána
Mía dobla la hoja que hasta hace un segundo estaba pintando y la deja justo delante de mí. Cuando bajo la mirada hasta esta puedo leer: "PARA MAMÁ". Aunque su caligrafía no es la mejor -por ahora- me sorprende lo rápido que ha aprendido a escribir.Esbozo una sonrisa por el mero gesto, con mucha curiosidad toma la hoja, la desdoblo y veo que en el interior nos ha dibujado. Somos ella y yo tomadas de la mano y más abajo se lee "TE QUIERO MUCHO MAMÁ", cada letra en un color diferente.—Está hermoso, Mia. De verás— Le regaló una sonrisa a mi hija y agrego: —Lo colgaré en la nevera, todo el que venga verá qué mi hija me quiere, soy muy afortunada por tener el amor de una niña tan maravillosa como tú.Ella se baja de su silla, rodea la mesa y camina hasta mí. Se sienta en mis piernas y yo la abrazo, entonces mirándome a la cara me dice:—¿Ya Patrick no es tu novio?— No voy a negar que su pregunta me sorprende pero tampoco me toma desprevenida.Mía tiene cinco años, no dos, ha visto suficie
Llevo el dedo índice sobre mis labios para indicarle a Patrick que guarde silencio mientras camina hacia esta parte del avión. Mia se ha quedado dormida. Cuando Patrick me informó hace una semana que viajaríamos a la Riviera Francesa, su propuesta vino con otras sorpresas. Para empezar no tenía ni idea de que Patrick posee un jet privado, al parecer es así como se traslada de un lado otro; además, tampoco sabía que estos aviones son una casa flotante. Hace un par de días le pregunté si era buena idea llevar unas mantas o algo para sobrellevar las horas de vuelo y el muy tonto se rió en mi cara, luego me explicó que no era necesario, sólo me bastaba llevar mi documentación y la de Mia y algo de ropa (“Pero no demasiado"). Cuando me dijo que en el avión tendríamos todo lo necesario, no me imaginé que lo dijera de forma literal. Hay un pequeño compartimiento qué finge las veces de un recibidor y otro que hace las veces de un comedor, sin mencionar que tiene libros, televisión, juegos de
—Quiero vivir en Francia para siempre— Dice Mia después de darle un largo sorbo a su jugo de fresa.—¿Ah, sí?— Digo divertida.Apoyo mis antebrazos en la mesa y al igual que ella le doy un sorbo a mi batido de melón —¿Puedo saber por qué quieres vivir aquí para siempre?—Porque en casa, a esta hora ya me estás diciendo que vaya a dormir, en cambio en Francia estamos tomando batidos y comiendo panes.—Estos panes, se llaman croissant— Digo con una sonrisa —Y si estamos en un café, a las diez de la noche, comiendo, es porque en casa serían las doce del mediodía. Por lo tanto, ninguna de las tiene sueño, tenemos hambre— Levanto el croissant de mi plato y le doy un mordisco imitando a un animal hambriento, lo que hace que mi hija estalle en carcajadas.Por supuesto que la cosa que me gusta más en el mundo
Doy un paso hacia atrás cuando veo que viene hacia mí, es una mera reacción porque no me siento amenazada, hay una reja entre los dos y Patrick se ha detenido justo a tiempo, ha cerrado sus manos alrededor de las barreras de la reja y me ha mirado con confusión, no con enojo.—¿Jack? ¿Jack está aquí contigo?— Más que confundido, parece aterrorizado.—Por supuesto que está conmigo— Respondo de inmediato «¿qué pretende?» —Un hombre me llamó gritando en francés, sólo entendí tu nombre y que estabas en la policía, ve a saber tú por qué. Ni siquiera sabía dónde estaba estacomisaría — Fui alzando mi voz poco a poco hasta que grito: —¡Por supuesto que llamé a Jack! Es él quién sabe qué hacer en estas circunstancias, é
Unos fuertes brazos me rodean por detrás. Sucuerpo de apega al mío mientras que sus brazos se acomodan sobre mi pecho.—¿Cuál es tu miedo más ridículo?— Me dice, acomodando su rostro sobre mi hombro, yo giro el mío y lo observo consternada.—¿Qué?— Sueno confundida.—Es mi turno de hacerte otra pregunta ¿recuerdas?— Me da un beso en la sien y repite: —¿Cuál es tu miedo más ridículo? Ya sabes, esa cosa que para otros parece algo tonto pero a ti realmente te genera pavor.Ya tenemos una semana en Francia y el altercado en la noche en la que llegamos parece haber sido un punto y aparte en su vida y en nuestra relación. No sé si "relación" es la forma más adecuada de referirme a lo nuestro, creo que "sociedad" o " trato" es más acorde pero también
—Si estudiaste para ser actriz ¿por qué no trabajas en las películas?— Me cuestiona Mia mientras camina tomada de mi mano, rumbo al auditorio del hotel donde están llevándola cabo las audiciones para el papel.—Porque no me gradué— Miento. Bueno, realmente no lo hice, no me gradué pero hay muchos actores que no estudian arte dramática y aún así son muy bueno en lo que hacen.—¿Y por qué no te graduaste?—Porque... Tenía otras cosas que hacer— Trato de esquivar su pregunta con esa respuesta escueta y aceleró el paso para llegar al auditorio antes de que haga más preguntas.Cuando abro las puertas, veo a Hugo Abernaty, el director, a Mandy Roberts, a Sam Branagh y a Patrick sentados en las butacas, supervisando la audición.—Hey, Camila ¿vienes por la audición?— El auxiliar
Escucho una especie de ronquido cerca de mi cabeza y siento como mi almohada se mueve levemente. Entreabro mis ojos con lentitud y veo, en medio de la oscuridad que abraza la habitación, la radiante luz de mi celular.Lo tomo porque obviamente no es una alarma, está programada para sonar a las seis y media pero aún no amanece, así que veo que se trata de una vídeo llamada de Josie.—¿Josie, qué sucede?— Digo con la voz un tanto ronca a causa del sueño. Son las tres y veinte de la mañana así que pienso que algo grave ha tenido que suceder.—¡Agh, Camila! Perdóname— Pronuncia mientras arruga su entrecejo —Me olvidé por completo que hay casi medio día de diferencia. Pensé que estabas...— Se detiene y saco de la cabeza, la veo hacer Lo mientras yo me incorporo en la cama y apoyo mi espalda contra la parte trasera de está