Serena Esto es una locura. Miro a Margot por inercia, quien está pataleando y gritando con cara de asco, y no puedo sentirme más satisfecha por ello. —¿Estás bien, pecosa? —Paso mi atención de ella a Bratt al escucharlo—. ¡Te dije que no bebieras de esa manera! Ven, vamos al aseo. —Bratt me carga. —¡Y yo ¿qué?! —chilla Margot mientras se quita la camisa de él con expresión asqueada. Zorra desgraciada. Debajo de la ducha, Bratt me desnuda y me enjuaga toda, hasta que ya no queda restos de vómitos en mi cuerpo. Cuando termina conmigo, Bratt se quita el pantalón para limpiarse él. Me quedo viendo su desnudez como tonta, suponiendo lo satisfecho que ha de estar después de tremendo revolcón. —Sabes que no puedes ingerir mucho alcohol, pecosa. ¿Por qué te haces esto? Eres una irresponsable —me increpa mientras me enjabona. Parece que no le pareció suficiente echarnos solo agua, así que ahora usa su jabón para ambos. No respondo nada a su cinismo porque me siento sin fuerzas y muy mar
SerenaCelos...Abrazadores como el fuego y capaces de quemar todo a mi alrededor, cuan volcán en erupción.Miro a la peli-teñida de estatura baja que se aferra a Ian, como si temiera que yo se lo arrebatara.Ni que él fuera una cosa.Paso la mirada de ella a Ian para confrontarlo. Ese es el gran amor que me pregonaba, uno que se desvaneció en tres meses. ¿Es que los hombres no soportan la soledad?Maldito puto.—Debo irme, no quiero que mi esposo se preocupe.Lo sé, estoy siendo patética ahora mismo. ¿Qué le importa a Ian mi vida amorosa? Él ya tiene una novia.—No olvides lo que te dije, Serena —me recuerda con indiferencia.—No te preocupes por mí, Ian, estoy muy bien. Sabes que Bratt es el amor de mi vida, así que ya te debes imaginar cómo es mi diario vivir.Ian hace una mueca y aprieta a la mujer que se le aferra como si fuera una garrapata.Tengo unas ganas inmensas de despegarla de mi hombre..., es decir, de Ian.—Me encantaría creerte, de verdad —responde con incredulidad.—¿
IanNo quiero llevar a Jazmín a casa; sin embargo, me dejé convencer porque me siento culpable por el acontecimiento con la pelirroja.Mierda...Volver a verla fue un golpe bajo del universo. Todo estaba en orden en mi vida, al punto de querer darme una oportunidad con otra mujer; pero tenerla frente a mí derrumbó todos mis planes.«Solo estabas evadiendo el dolor».Bueno, sí. Quizás estoy actuando de manera egoísta porque necesito sacarme a Serena de la cabeza y volver a ser yo. Es que ya estoy desesperado por dejar de sentir este sufrimiento del demonio. Es la primera vez que una mujer tiene tanto control sobre mí, al punto de hacerme actuar como un jodido adolescente.¡Mierda!Estuve a nada de cometer el error de adueñarme de esos labios deliciosos de los que nunca me cansaría.«Si todavía quieres ir por ella».Sí, todo el cuerpo me reclama que la busque y me la robe; pero tampoco estoy loco. Aparte de que la pelirroja es demasiado contradictoria y complicada. Sus labios me dicen
SerenaLas lágrimas son el medio al que estoy recurriendo, para sacar de mi interior la frustración que me consume todos los días. Es por esto, que como todas las noches después de haberme encontrado con Ian, lloro sobre la cama mientras Bratt duerme.Todo lo que había avanzado, se ha hecho añicos, por lo que fingir delante de los demás se ha tornado difícil.El recuerdo de aquella mujer aferrada a Ian, las palabras de él y el imaginarme a los dos haciendo el amor todas las noches me torturan de una manera muy dolorosa. Me siento perdida y que mi vida carece de sentido cada día que pasa.Es que, ¿de qué me sirve seguir existiendo si estaré atada a un matrimonio que no quiero?Con quejidos y lamentaciones que se ahogan en la almohada, me quedo dormida.***La claridad provoca que me remueva incómoda entre las sábanas, pero estoy tan adormilada que me quedo con los ojos cerrados. Casi entro en una nueva etapa del sueño, cuando la voz de Bratt me despierta por completo, pero me hago la d
SerenaNo sé cómo he llorado tanto. Es que el dolor en el pecho me presiona muy fuerte, debido a eso, lo único que me apetece es dejar salir mi sufrimiento en llantos sonoros.¿Cómo es que Bratt y Lilia tuvieron el coraje de hacerme algo como esto?Bratt tiene problemas serios, ¿acaso es adicto al sexo? Es que no asimilo que él no tenga un filtro. ¡Con Lilia! Una mujer casada, quien tiene un hijo con su esposo, pero que también es mi amiga.¿Cómo se atrevió él a pasar ese límite si supuestamente me amaba? Es que no lo concibo.Me siento traicionada. No solo eso, siento que no tengo ningún valor para nadie, que mis sentimientos no importan.—Me quiero divorciar de Bratt, pero si lo hago, el abuelo le hará daño a Ian. Él es inocente y no es justo que pague por mis errores —digo para mí porque no tengo con quien desahogarme. Podría recurrir a mis padres, pero no quiero decepcionarlos. Mi otra opción sería Ian, mas de él debo mantenerme alejada.«Bombón, te amo tanto que siento que me vol
SerenaToda esta semana me la he pasado pensando en una vía para deshacer mi matrimonio con Bratt, de manera que el abuelo no pueda hacerle daño a Ian; pero ¿cómo puedo evitar esto último?Sería una estupidez ponerle una demanda por extorsión, puesto que no hay forma de que yo le gane a un Nisson.—Me siento atrapada —susurro, resignada—. Por lo menos Ian ha hecho su vida y se encuentra bien.Estuve revisando sus perfiles y al parecer ya dejó el modelaje, para dedicarse a su verdadera carrera.Estoy muy feliz por él, puesto que me había mencionado que es lo que en realidad quería hacer, pero que le habían cerrado todas las puertas y no tuvo más opción que recurrir al modelaje.Entonces no es justo que su sueño se vea arruinado por mi culpa.Observo los documentos que yacen sobre mi escritorio y hago una mueca de disgusto porque no quiero trabajar. Es increíble que, de ser una maniática del trabajo, ahora es lo menos que quiero hacer. A decir verdad, no tengo ganas de nada.Siento que
SerenaEl ruido a mi alrededor se percibe tortuoso y confuso, sumándole las preguntas a las que no tengo respuestas; asimismo, las acusaciones, insultos y burlas.No entiendo qué sucede, pero siento que voy a colapsar en cualquier momento, si estas personas continúan rodeándome de esta manera tan asfixiante.—¡Déjenme en paz! —grito, alterada y con los nervios de punta.Necesito que se vayan...Miro a mi alrededor desorbitada y solo soy consciente de que me graban y me fotografían, aparte de los ataques de su parte.Con pasos titubeantes, trato de huir de aquí, mas ellos me lo impiden al interceptarme.«Qué alguien me ayude, por favor».—¡Eres una maldita vergüenza para las mujeres! —grita una señora a quien desconozco.—¡Deberías morirte! ¡Eres tan desagradable que por eso tu marido se buscó a una mejor que tú, perra!«¿Qué sucede? ¿Por qué estas personas me atacan?».—¡Déjenme en paz! —espeto, más alterada y al borde del llanto.El mareo se torna insoportable, entonces ocurre lo ine
Taís y yo nos miramos asustadas, mientras que mamá, quien se ha quedado parada en el umbral de la puerta, nos observa con semblante relajado.—Hubo un tiempo en que notaba la manera tan tierna en que mirabas a Bratt —rompe el silencio y camina en nuestra dirección—. Fue cuando supe que te habías ilusionado con tu amigo apuesto y encantador. »Es que Bratt, aparte de atractivo, era un chico dulce y caballeroso. Por tal razón, me pareció normal que tú también cayeras rendida a su encanto; al fin y al cabo, eran unos jovencitos ingenuos. Mamá suspira y se sienta cerca de donde yacen mis pies.—Después ustedes se separaron y pocas veces se veían. Él se convirtió en un mujeriego y tú empezaste a tener tus novios. Entonces comencé a sospechar que tu enamoramiento había terminado. Por eso me sorprendí mucho cuando nos dijeron que estaban enamorados y que querían casarse.—Te equivocas, mamá, siempre amé a Bratt —refuto.—Una pregunta, cariño, cuando estabas con tus novios ¿extrañabas a Brat