SerenaToda esta semana me la he pasado pensando en una vía para deshacer mi matrimonio con Bratt, de manera que el abuelo no pueda hacerle daño a Ian; pero ¿cómo puedo evitar esto último?Sería una estupidez ponerle una demanda por extorsión, puesto que no hay forma de que yo le gane a un Nisson.—Me siento atrapada —susurro, resignada—. Por lo menos Ian ha hecho su vida y se encuentra bien.Estuve revisando sus perfiles y al parecer ya dejó el modelaje, para dedicarse a su verdadera carrera.Estoy muy feliz por él, puesto que me había mencionado que es lo que en realidad quería hacer, pero que le habían cerrado todas las puertas y no tuvo más opción que recurrir al modelaje.Entonces no es justo que su sueño se vea arruinado por mi culpa.Observo los documentos que yacen sobre mi escritorio y hago una mueca de disgusto porque no quiero trabajar. Es increíble que, de ser una maniática del trabajo, ahora es lo menos que quiero hacer. A decir verdad, no tengo ganas de nada.Siento que
SerenaEl ruido a mi alrededor se percibe tortuoso y confuso, sumándole las preguntas a las que no tengo respuestas; asimismo, las acusaciones, insultos y burlas.No entiendo qué sucede, pero siento que voy a colapsar en cualquier momento, si estas personas continúan rodeándome de esta manera tan asfixiante.—¡Déjenme en paz! —grito, alterada y con los nervios de punta.Necesito que se vayan...Miro a mi alrededor desorbitada y solo soy consciente de que me graban y me fotografían, aparte de los ataques de su parte.Con pasos titubeantes, trato de huir de aquí, mas ellos me lo impiden al interceptarme.«Qué alguien me ayude, por favor».—¡Eres una maldita vergüenza para las mujeres! —grita una señora a quien desconozco.—¡Deberías morirte! ¡Eres tan desagradable que por eso tu marido se buscó a una mejor que tú, perra!«¿Qué sucede? ¿Por qué estas personas me atacan?».—¡Déjenme en paz! —espeto, más alterada y al borde del llanto.El mareo se torna insoportable, entonces ocurre lo ine
Taís y yo nos miramos asustadas, mientras que mamá, quien se ha quedado parada en el umbral de la puerta, nos observa con semblante relajado.—Hubo un tiempo en que notaba la manera tan tierna en que mirabas a Bratt —rompe el silencio y camina en nuestra dirección—. Fue cuando supe que te habías ilusionado con tu amigo apuesto y encantador. »Es que Bratt, aparte de atractivo, era un chico dulce y caballeroso. Por tal razón, me pareció normal que tú también cayeras rendida a su encanto; al fin y al cabo, eran unos jovencitos ingenuos. Mamá suspira y se sienta cerca de donde yacen mis pies.—Después ustedes se separaron y pocas veces se veían. Él se convirtió en un mujeriego y tú empezaste a tener tus novios. Entonces comencé a sospechar que tu enamoramiento había terminado. Por eso me sorprendí mucho cuando nos dijeron que estaban enamorados y que querían casarse.—Te equivocas, mamá, siempre amé a Bratt —refuto.—Una pregunta, cariño, cuando estabas con tus novios ¿extrañabas a Brat
BrattMe siento extraño.Quizás melancólico o un maldito imbécil. En mi vida, he tenido la dicha de tener a mi lado a dos mujeres maravillosas, mas a ninguna valoré.Serena fue mi primer amor. Ese que es puro e inocente y que nació de una travesura. O quizás ya la amaba y no me atrevía a reconocerlo. A veces pienso que lo de aprender a besar fue solo una excusa para probar sus labios.¡Si tan solo no hubiera sido tan cobarde aquella vez!Luego ambos tomamos caminos por separado y sentí que mi mundo se derrumbó. Sin embargo, seguí cometiendo pendejadas. Luego me animé a decirle acerca de mi amor por ella, pero había llegado tarde.Eso me dolió bastante, razón por la que me cerré a la posibilidad de volver a amar y de mostrar mis verdaderos sentimientos.Luego conocí a Victoria. Una mujer hermosa, segura de sí y muy inteligente. Hicimos química al instante y, a los pocos días de haber salido, tuvimos un buen sexo.Mientras me acostaba con ella no lo hacía con ninguna otra; supongo que u
SerenaMiro el mensaje de Ian, una y otra vez, con una sonrisa de tonta en la cara, o así creo que me veo.Él es tan lindo…—Por lo menos tengo una razón para sonreír en medio de este infierno. —Suspiro.Salgo de la habitación y doy vueltas en toda la casa, entonces me siento en el jardín, para admirar las rosas que me regaló papá ayer y que mamá me ayudó a sembrar.—Si sigo aquí encerrada, me volveré loca —musito.Vuelvo a entrar a mi perfil, solo para leer el mensaje que me dejó Ian. Por un momento siento la necesidad de desbloquearlo de mis contactos del teléfono para llamarlo, mas me freno.Ian ya tiene pareja y sería mucho atrevimiento de mi parte buscarlo. Mejor no hago tonterías.Miro al cielo y una extraña tristeza me embarga, ya que Bratt también cumplió años ayer. ¡Hasta eso compartimos! Recuerdo que mi mamá y la suya dieron a luz el mismo día. Solo que yo nací de noche y él en la mañana, así que es mayor que yo por varias horas.—¿Todo bien, mi niña? —me aborda mamá, quien
BrattObservo a Jael con ganas de estrangularlo, pero en su lugar, decanto en sorber mi whisky.—Bueno, esa es la razón para odiarte —dice como si nada.—¡Eres un maldito cabrón! —exclamo. Este puto es un imbécil y aparte está loco—. ¿Qué culpa tengo yo de esa pendejada?—Eres su hijo —responde el muy patán.—¿Y...?—Lo sé, fui un tonto; pero Taís me está ayudando a ver ciertas situaciones con más claridad y desde otra perspectiva.Ajá...—¿Ella es tu entrenadora física o tu maldita coaching de vida? —interpelo fastidiado. Desde que Jael empezó a ir al gimnasio de Taís, todo lo que este cabrón menciona tiene que ver con esa mujer.—Ella me está guiando para sacar una mejor versión de mí; ya sabes, necesito reflejar de manera externa lo que llevo en mi interior.—Ya... —Asiento con la cabeza, como si de verdad esta pendejada tuviera sentido para mí—. Sé lo que te sucede, primito. —Sonrío malicioso—. Te gusta la mulata y por eso le sigues la corriente en todas sus tonterías. Ni que ella
BrattEstos días han sido difíciles. He tratado de venir a la mansión varias veces, pese a que ahora me paso la mayoría del tiempo en mi apartamento, con el único objetivo de vigilar al abuelo.Estoy seguro de que ya se enteró de que estoy en el proceso de anulación de mi matrimonio, por lo que me encuentro a la expectativa de su próximo movimiento.En estos días él ha estado muy raro y reservado, así que atribuyo su actitud a mi decisión. Por tal razón, me mantengo alerta y converso con Jael a menudo, por si acaso puedo sacarle alguna información útil, dado que él siempre ha sido el títere del abuelo.Subo al piso donde el abuelo tiene su estudio, con la esperanza de ver a Jael por estos lares. Si es así, mis sospechas de que este le puede estar colaborando a ese viejo mañoso con algún plan en mi contra, puede que sea certera; por lo tanto, buscaré la manera de indagar lo más que pueda.No veo a Jael por aquí, pero gran sorpresa que me llevo, al encontrarme a Linda con la oreja pegad
BrattSorbo todo el vino de mi copa y vuelvo a extenderla hacia Victoria, quien me sirve sin rechistar. En este momento, ella me entiende mejor que nadie, por eso solo me escucha mientras me acompaña a beber.Ambos nos encontramos en su apartamento, sentados en el balcón.—¿A qué le temes? —me pregunta de forma repentina.—Le temo a caer en una trampa. —Suspiro—. Es decir, se trata del abuelo, no me fío de él.—Yo digo que le des el beneficio de la duda. De todas formas, no te está pidiendo nada malo ni fuera de lugar; es más, me parece justo.—Lo sé. Es increíble que mi rival sea mi primo. Ese maldito tiene el mismo gusto que yo, ambos nos fijamos en la misma mujer —digo con ironía.Noto que Victoria se remueve incómoda y toma todo el contenido de su copa de un solo trago.—¿Todo bien? —le pregunto en un tono divertido, debido a que se ha tomado todo eso de a una.—Sí —asiente con firmeza.—Gracias por escucharme, Victoria, no te imaginas lo mucho que lo necesitaba —digo con sincerid