Ian¡Qué gran mierda!Después de que tengo los días más difíciles con las estúpidas sesiones que me han dejado agotado como nunca antes, por fin me dan un día de descanso y ¿qué sucede? Se rompe la tubería de mi apartamento y, no solo este se llena de agua, también afecta a la propiedad de algunos vecinos. Así que he tenido que tomar el primer vuelo de la mañana para venir a encarar este problema.¡Esto es lo que me faltaba!Estoy muy estresado y mal humorado, si hubiera sabido que me tocaría tener que lidiar con otro fotógrafo además de Paulo y, que este tuviera una actitud de mierda, no hubiera firmado ese contrato. Porque, no es solo tener que aguantar a ese pedante, también las sesiones se hacen eternas, los vestuarios y maquillajes son excesivos e incómodos y odio el maldito concepto que están utilizando.¿Qué clase de gente pendeja es que tienen por publicistas?En fin, estoy fastidiado, pero no puedo hacer nada más que soportar porque he firmado un contrato, por lo tanto, estoy
IanEn mi vida he tenido dos momentos traumáticos; primero, la muerte de mi padre por culpa de un imprudente; segundo, ser testigo de cómo una amiga fue consumida hasta la muerte por causa de una enfermedad venérea.El primer incidente ocurrió cuando tenía catorce años y, como consecuencia de ese accidente no solo perdí a mi padre, mi madre quedó con secuelas físicas y psicológicas también.No diré que soy un tipo frustrado y con traumas, tampoco que me reprimo por miedo a la pérdida o a que me dañen. No me gusta el drama ni las complicaciones; si quiero algo voy por ello, si no, pues ni me molesto en prestarle atención. Soy simple y vivo del día a día, así que tomo lo bueno y trato de superar lo malo que me sucede en la vida.Aun siendo así, no puedo evitar que me conmueva este tipo de eventos y, gracias a eso, tiendo a ser impulsivo a veces. Tal y como lo he sido hoy. No lo sé, pero me dio impotencia ver que ese vehículo se hundía con personas adentro. Por suerte fue solo una mujer
IanSoy del tipo de personas que prefiere evitarse los problemas y busca la manera de evadir una pelea, sin embargo, tengo ganas de hacer una excepción en este momento.O sea, ¿quién se cree este tipejo que es para darme órdenes a mí? Peor, ¿en qué época se cree él que estamos para actuar como un cavernícola machista?¿Que me aleje de su novia? ¿Tan inseguro se siente de su relación que tiene que espantar a todos los hombres que se le acerquen a ella?Aunque, a juzgar por la última vez que vi a la pelirroja, ella estaba borracha en un bar y dispuesta a acostarse con un extraño. Supongo que el man está condicionado a que le pongan los cuernos y puede que sea por eso que actúa de esa manera tan paranoica y ridícula.Pero no me importa, el tipo debe tener sentido común. Demonios, estamos en un hospital y yo estoy aquí porque le salvé la vida a su novia; mas, en vez de agradecerme, me ataca de esta manera tan infantil.En fin, no tengo tiempo para esta pendejada.—Disculpe, amigo —me defi
SerenaDado que los golpes que recibí en el accidente fueron superficiales, me dieron de alta al día siguiente. Por supuesto, mis padres se volvieron sobreprotectores y me trataban como si yo estuviera lisiada; pero ya he retomado mis responsabilidades en la empresa y mi libertad en casa, porque sí, parecía una prisionera allí con los cuidados exagerados de mis amores.—Me alegra que el asunto de Margot se haya aclarado —comento mientras me como una fresa. Bratt me invitó a su cabaña para que pasemos la noche planeando la cena que tendremos mañana en la mansión Nisson, donde nuestra familia confirmará nuestra alianza y pondremos la fecha de la boda.—El abuelo la presionó para que desmintiera los rumores que ella misma alimentaba —responde él, y toma una de mis fresas y se la echa a la boca—. ¡Ah! Está agria... —se queja y hace una mueca. Por mi parte, estallo en una sonora carcajada.—Están perfectas —refuto y me acurruco en su pecho, luego enfoco mi atención en las estrellas. Como d
SerenaSiento que me voy a morir.Me duele el estómago, tengo ganas de hacer el número dos, siento vértigos, escalofríos y temblores; asimismo, tengo la garganta reseca.El labial en tono rosa tiembla en mi mano y sé que es debido a los nervios. Me miro en el espejo cuando me doy el toque final y una sonrisa nerviosa, que más bien parece una mueca de terror, me hace querer golpearme. ¿Con tan poco carisma me presentaré en la cena más importante de mi vida?«No es real, así que no te estreses», me aconseja mi yo interior.Y sí, no es real, pero no deja de ser terrorífico o quizás, eso es lo difícil del asunto, tener que fingir que somos una pareja que se ama cuando no es así.Después de hacer muecas frente al espejo con la intención de relajarme un poco, me levanto de la silla y doy vueltas, orgullosa de la imagen que se refleja.Para esta cena mi mamá bella me regaló un vestido azul marino, porque ella dice que ese color me queda perfecto y tiene mucha razón. Este tono se me ve hermos
SerenaBien, esta es una cena muy particular, ya que nadie habla. Así es, después del estallido del abuelo, solo mis padres han tratado de buscar conversaciones en tono tímido, pero como que nada fluye aquí, la tensión es horrenda.—¿Habrá algún cambio en nuestra familia como consecuencia de esta unión? —pregunta Linda de repente. Se ha roto el incómodo silencio, sin embargo, la cuestión de ella provoca más tensión de la que ya había. Como consecuencia de su imprudencia, todos nosotros la miramos sorprendidos.—Si a "consecuencia" te refieres a que tu hijo perderá su cargo y, con ello tú el poder que ser una arrimada te ha concedido, pues no, todo seguirá como antes, Linda —responde Bratt con sorna.—Disculpa, pero tengo más derecho que tú en esta familia. Solo eres un impertinente y bueno para nada. Si alguien aquí es un arrimado, ese eres tú.Vaya...La risa de Bratt resuena en el comedor con sorna y eso provoca la ira de la pelinegra.—¡No seas ridícula, Linda! —espeta Bratt—. Llev
SerenaSus labios sobre los míos se sienten suaves, pero cosquilleantes; cálidos, pero abrumadores; me hacen sentir que estoy en casa, pero al mismo tiempo me desconciertan. Es similar a una bruma contradictoria que me atrapa y no me permite decidir qué sensación tener, por lo tanto, se mezclan todas.Mientras el huracán de confusión estalla en mí, los movimientos de Bratt pasan de lentos a pasionales, como si él hubiese necesitado esto desde hace mucho tiempo. Entretanto, los recuerdos del pasado se muestran en mi mente como si no hubieran transcurrido trece años, desde la ocasión en que nos besamos por primera vez.—Bratt... —balbuceo ida. Me temo que el efecto del alcohol es el causante de que me sienta extasiada, en vez del contacto en sí, porque, si soy sincera, este beso no se siente como lo recordaba.—Pecosa, debemos ir a dormir —dice, después de que rompemos la unión de nuestros labios.—Debo avisarles a mis padres que me quedaré contigo esta noche. —Noto que la voz me sale t
BrattMiro a Serena titubeante y puedo asegurar que ella ha notado mi nerviosismo, así que estoy jodido.¿Qué le puedo responder? ¿Debería mentirle y hacerme el pendejo? O simplemente contestarle que, de hecho, sí me besó. Eso sería lo correcto y no tiene por qué salpicarme a mí porque fue ella quien hizo el movimiento, no yo; sin embargo, yo le correspondí y, ¡demonios!, ¡qué beso que estuvo rico!Esto está mal, muy mal. Se supone que yo la superé y que ya no tengo sentimientos por ella, entonces, ¿qué demonio sucedió? ¿Por qué le correspondí? No solo eso, ¿por qué diablos me gustó?Es que fui un idiota al dejarme llevar por esa linda boquita que tanto deseé en el pasado. No sé la razón de ella besarme, quizás deba atribuirlo al alcohol, pero y ¿yo? ¿Qué maldita excusa tengo? ¡Con un demonio!—Bratt, ¿no me piensas responder? —pregunta con temblores en su voz. Sus ojitos se han cristalizado y sus labios están a punto de formar un puchero todo tierno, así como lo es ella. La conozco,