De repente el alivio invadió el cuerpo de Michael, Alicia no le había contado nada a Sofía, simplemente se había negado a ser la madrina tal vez de una manera poco adecuada delante de la joven, pero no había sido capaz de contarle la verdad. Sofía sólo estaba triste porque había sido rechazada y no sabía la razón.

-Mi amor, no te preocupes encontraremos a otra persona, puede ser Nana.

(Cuando le cuente a Nana la verdad seguro reaccionará igual que Alicia, maldición.)

-Por favor, ya no llores. No me gusta verte llorar.

Mientras Michael intentaba consolar a su esposa Alicia y los caballeros en la oficina estaban sorprendidos por la reacción de los esposos, Sofía lloraba mares y Michael la protegía como si un huracán intentara arrebatarla de él.

-¿Qué fue lo que hiciste Alicia?

Preguntó Erin, en un tono más serio de lo habitual.

-Nada, yo sólo... Fue mi culpa.

Lo siento, no pude contenerme y le dije que no una y otra vez y eso fue todo, creo que mi reacción fue demasiado violenta.

No es