No sé qué es lo que más le molesta si es que yo haya ido al club a encontrar a un prospecto para tener una vida cómoda sin tanto trabajar o las recomendaciones que me dieron cuando me informaron mi estado.
— Estás molesto. — digo y él me sonríe carente de gracia.— Claro que estoy molesto, sabes de los tratamientos que te recomendaron y no me dijiste.— Te dije que no quería tomar medicina, lo ha aceptado ahora por lo que acordamos.— Dime todo lo que te dijeron. — ordena él con enojo.Me quedo en silencio analizando si es buena idea decirle ello cuando se ve muy tensionado. Pero, obtendrá la respuesta de otra forma y podría enojarse conmigo por ello.— Me mandaron medicina para enfermos terminales, también me pidieron aceptar ser internada para recibir cuidados que solo van a mantenerme en una habitación sin saber que pasDuro más tiempo en el agua hasta que los chicos insisten tanto en que me marche que debo salir antes que me causen dolor de cabeza por sus quejas y miedos.— Le hemos preparado una habitación para que pueda asearse.— Iré a casa.— No puede reunirse con el terapeuta en casa, el jefe nos prohibió llevar a alguien a la propiedad. Además, esta por anochecer y lo mejor es que se cambie esa ropa antes que se resfrié.‘Se están tomando muy en serio eso de cuidarme.’ Me digo mentalmente.— Pero…— Debemos tomar medidas, jefa. Recuerde que su salud…— Está bien, dejen de ser tan molestos. — digo caminando hacia la playa donde afortunadamente todo está tranquilo.Pero esa tranquilidad queda en el olvido cuando un auto entra a la playa mientras dispara hacia donde yo me encuentro.— ¡Código rojo! &mda
Ni siquiera sé que debería o no decirle, pero, parece que no debo esforzarme con ello porque alguien comienza a gritar y él suspira profundo por las súplicas que no parecen complacerlo.— Debo márchame. Me satisface saber que estás bien. Con lo que ha pasado solo te pido que a partir de ahora frecuentes lugares donde no haya multitudes ni sea al aire libre. Necesito cuidarlos y si no estoy, que los chicos lo hagan, ¿comprendes lo que digo?— ¿No vas a prohibirme salir?— Ellos fueron los que se equivocaron metiéndose con mi esposa, así que, no voy a encerrarte porque esos bastardos quieren pasarse de listos. Eso no es bueno para ti o el bebé.Oh, sabe utilizar sus palabras para que la molestia que tengo no sea muy grande. Aunque después de escucharlo hablar, ni siquiera recuerdo porque no quería hablar con él.— Lo entiendo, seré p
En el pasado pude sentir mucho miedo por lo que ven mis ojos, pero sabiendo que son ellos o nosotros, todo ese temor desaparece. Maximiliano nos está protegiendo y debo ser agradecida, por eso, lo abrazo, pero, él intenta apartarse.— Aléjate de mí, estoy sucio. — dice Maximiliano y yo me muevo para quedar frente a él.— Entonces déjame limpiarte, quiero que esta sea mi recompensa por habernos cuidado. — pido y él permite que yo tome la esponja de baño y deteniendo la lluvia artificial lo enjabone para limpiar la sangre que se ha pegado a su piel.— No deberías hacer esto, puede causar que vomites.— Yo no estoy pensando en la sangre si no, en que estoy enjabonando el cuerpo de mi esposo. Así que, no te preocupes, estoy disfrutando esto. — digo mirando a Maximiliano que me sonríe negando.— Eres sorprendente. — dice él y y
Quería atenderlo de una forma no sexual, pero íntima y placentera, pero tal parece que mis planes serán arruinados porque el hombre que limpia mi cuerpo me hace girar y caer sobre la cama donde sé que tengo mucha desventaja.— ¿Te había dicho antes que me encanta como tus pechos rebotan? — pregunta Maximiliano completamente eclipsado por mis senos.— No, no lo habías dicho.— Que falla la mía. — dice él tomando mi pierna para comenzar a secarla mientras permite que mi pie use como soporte su firme pecho.‘¿Cómo puede tener tanta calma con su arma apuntándome mientras mis piernas están abiertas y a su merced?’ me pregunto.Intento pensar en los lugares a los que quiero ir y todos esos planes por los que sufrí al no haber visitado aunque llevo toda mi vida en un mismo país. Porque eso fue lo segundo que pensé
Agotar a mi esposo al punto de él ya no querer hacerme el amor, es una tarea casi difícil como lo es encontrar una cura poco invasiva para mis enfermedades. Porque cuando creo que va a decirme que me detenga, él solo me sonríe complacido mientras observa como reboto para entrar y salir de mí.— Sin duda, está es una increíble vista. — dice Maximiliano colocando sus manos como soporte de su cabeza, mientras yo tengo una competencia sobre quien tiene primero el orgasmo y yo soy quien está por perder.Por eso, me detengo durante varios segundos que hacen que Maximiliano me observe sonriente al notar mi propósito.— Eres una chica tramposa, mentirosa y tramposa, tal parece que estás transformándote.— ¿Por qué lo dices?— Te detienes cuando estás por tener el orgasmo.— Lo hago porque me he cansado. — digo y Maximiliano
No me conozco, de eso no tengo dudas, porque normalmente no uso orejas mutiladas para liberar mi estrés, pero, aquí estaba actuando ruda cuando no pongo en práctica la violencia que mi esposo mantiene debido a su trabajo.— ¿Oreja? — pregunta el hombre confundida.— Sí, es una oreja la que tengo en mi mano. — digo describiendo lo que estoy haciendo, porque no hay algo más violento que yo haya hecho.— Disculpe, ¿usted es?— La mujer que respondió su llamada.‘No des información, él es un asesino y tú no, así que, mejor finge ser cruel, pero no des información privada.’ Me digo mentalmente.— ¿Es consciente que tomar el teléfono del jefe de la mafia puede costarle la vida?— ¿Vas a matarme?— No, eso lo hará Maximiliano, a él no le gusta que le agarren sus
Miro sonriente a mi esposo, porque solo está usando ropa interior y por su rostro, se nota que apenas se ha despertado. Así que, debo recurrir a la persuasión para no estar en problemas.— Te ves tan bien, amor. — digo guiñándole un ojo.— Estoy hablando en serio, Axael.— Yo también, cariño. — digo colocando mi mano en su pecho.— ¿Qué te sucede? Has sacado todo mi semen, ¿quieres más? — pregunta él y yo suspiro profundo.— Mi propósito es seducirte para que estes feliz, no para follar siempre.— A mí solo sedúceme para follar, esa tontería de jugar no va conmigo si no cumple ese propósito.‘Parece que está un poco molesto.’ Me digo mentalmente.Eso me preocupa mucho porque lo que he hecho es suficiente para que se enoje conmigo, pero si lo está y
Lo reconozco se siente espectacular que él me proteja tanto, que incluso lo haga de sus propios enojos. Porque aunque evidentemente merece ser regañada por lo que he hecho, lo que puede evitar lo voy a evitar.— Tranquilízate, por favor. Ya he reconocido que es mi culpa así que no me asustes.— ¿Asustarte? — preguntó confundida.— Tu corazón es débil y estás embarazada, lo menos que quiero ahora es asustarme contigo porque te sientas mal.— Me encuentro perfectamente, amanecí bien. No te preocupes. — digo separándome de él.— Sí, de eso no tengo dudas, te encontrabas perfectamente en la mañana al punto de hacer tantas travesuras. A lo que me refería era que hiciera algo que me hiciera correr contigo porque te sorprendieras tanto con lo que estaba por hacerte que tuviera que llevarte al hospital.‘Mejor