Me quedo sin palabras, porque los tres lloramos sin saber cómo consolarnos, estamos en un momento tan sensible que no parecen los jefes de la mafia, unos que han dejado su parte temible para mostrar su vulnerabilidad sin temor a ser dañados.
— Lo siento, todo es mi culpa. — digo con dolor.— No, con todo lo que ha pasado me alegra que estes con mi hijo, que haya sanado, que le permitas tener a alguien que lo amará y confiará en él, pero… el precio, tu muerte… no le ayudará en lo absoluto.— Padre, por favor. — dice Maximiliano.Su padre se gira observando a su hijo completamente expuesto, sufriendo por las palabras que ha escuchado de un padre que después de saber que estaba mal, solo lo desprecio. Este si es el pensamiento real de su padre, uno que creo que ha arreglado heridas que por parecer fuerte, le causo a su propio hijo.‘Puedes sanar sin mí, carMaximiliano no tarda en tocar la puerta como un animal, pero, yo no pienso abrirle, por eso, miro a mi alrededor en busca de una salida, pero, cuando corro hacia la ventana, mi esposo convertido en un toro salvaje me observa con enojo.— ¡Ven aquí, Axael Barack! — grita él y yo de inmediato me salgo por la ventana y corro hacia la salida.— ¡¿Para qué?! ¡¿Vas a decirme que debo renunciar a nuestro hijo, mal padre?! — grito corriendo.— Deja de correr, puedes caerte y golpearte, recuerda tu corazón.— No finjas que te preocupas por mí, porque si fuera así, no me harías correr, tonto.Mi corazón está muy acelerado ni siquiera soy capaz de calmarlo con mis pensamientos, porque ahora todo mi cuerpo y mente está concentrada en escapar. Pero, como lo esperaba, Maximiliano me alcanza y yo forcejeo con él.— &iex
No puedo quejarme de lo que dice, es verdad, su forma de actuar respecto a la noticia, es verdad. Pero, no puedo evitarle ese dolor, no estaré pronto en su vida y por ello, debe fortalecerse.— ¿Te hizo feliz saber que estoy embarazada?— Saber que la mujer que amo ha concebido a mi hijo, es de las mejores sensaciones que he experimentado en mi vida, pero, Axael, tengo miedo, por eso, prefiero renunciar al bebé ahora porque después dolerá más.— Max…— Es entendible que me odies, pero, puedo vivir con tu dolor y no con el hecho de por ser avaro, pierda a nuestro hijo y te pierda a ti antes de lo planeado. Pajarita, hablo más de ti que de mi vida en terapia, porque sin notarlo me llenas incluso en partes que no sabía que estaban vacías. Por eso, no puedo aceptar perderte antes.Mi corazón se acelera y yo intento calmar todas las emociones que siento porque no
Unos tontos, eso somos. Complicamos tanto todo por no ser sinceros y eso nos hizo sufrir más que la decisión misma que pudimos tomar si no hubiésemos dado tantas vueltas. Pero, afortunadamente, después de tanta presión y acciones confusas, las cosas se aclaran.— El bebé debe estar lamentándose por tener unos padres tan tontos.— Yo soy el tonto, tú no, pajarita.— Los dos lo somos, tú por dar tantas vueltas con tu padre por no querer ser sincero y yo por creer tu mentira. Los dos somos unos tontos. — susurro y Maximiliano baja un poco su cuerpo para besar mi abdomen tensionando tanto mi cuerpo.— Lo siento, hijo, yo no te odio. Solo soy un padre incapaz de protegerte y que teme tanto por renunciar a ti, que solo puedo elegir cobardemente.— Vamos a tener a nuestro bebé, Maxi. No decidas tontamente, porque no aceptaré interrumpir mi embarazo.
Estamos locos, de eso no hay duda, porque él se equivoca mucho y yo lo perdono rápido e incluso le entrego mi cuerpo para que disfrute completamente del placer que le proporciono al hacerme el amor.‘Quizás por eso necesitan terapia.’ Me dice mi mente.Afortunadamente logro calmar la desesperación de Maximiliano, porque se toma su tiempo para besarme y recorrer tanto mi cuerpo, que siento que la que va a entrar en desesperación soy yo.— ¿Cómo no iba a caer en tus manos si tu cuerpo es perfecto y tu forma de ser es demasiado atractivo? ¿Tenía oportunidad de no amarte cuando reparas lo que no has dañado y me ayudas a ser fuerte?— No digas ese tipo de cosas, por favor.— Por decir mentiras te hice sufrir y con eso casi me muero, así que, necesito ser honesto contigo para que mis disculpas sean sinceras. — dice Maximiliano dejando de besarme para da
Despierto desorientada y confundida, porque la cama todo está completamente oscuro y mi cuerpo siente como si hubiese dormido durante toda una estación. Complacida por no tener dolencias, miro el techo de la habitación hasta que las náuseas me hacen correr al baño.Toda celebración parece empañarse con el malestar, sobre todo, porque de inmediato, Maximiliano aparece para sostener mi cabello y acariciar mi espalda.— Todo está bien, tranquila. Estaremos bien. — dice Maximiliano.— Pensé que no iba a vomitar.— Lo he averiguado, me dijeron que son las náuseas matutinas. Es algo normal, parece que traer seres humanos al mundo es así de terrible.— Bueno, me alegra que no sean mis enfermedades las que se muestren con el vómito, si no, el pequeño revoltoso que tengo en mi interior. — susurro.— Pequeño revoltoso, entonc
Maximiliano trae mi cepillo de dientes, mientras yo me aseo después de vomitar, él calienta la comida y se sienta conmigo para desayunar. Cuando eso sucede, ya ha amanecido, por lo que, puedo ver sus hermosos rasgos faciales que ocultan la preocupación que de su mente no puede salir.En silencio, desayunamos pero, sé que incluso cuando come está pensando en el problema que parece ser serio, por eso, me levanto y me acerco a él.— Deberías comer. Solo has estado jugando con la comida sin llevar un poco a tu boca. — susurro y Maximiliano parece no escucharme, por eso, aparto el plato y coloco mi mano para que note el cambio.Pero, esta tan perdido en sus pensamientos que hace los mismos movimientos que realizaba con la comida, lastimando un poco mi mano.— ¡Maximiliano!— ¿Qué pasa? ¿Qué te duele? ¿Debo llamar una ambulancia? — pregunta Maxim
Maximiliano duda un poco, por lo que, lo abrazo intentando persuadirlo con besos, pero alguien corre hacia nosotros y por eso, mi esposo saca el arma que parece aparecer con solo desearlo.— Maximiliano, las cosas se han complicado, el enemigo quiere aprovechar esta grieta donde debes elegir un equipo para destruirte, sin duda, no puedes hacer esto desde la distancia. — dice el señor Barack.— Esto debe ser una maldita broma.— Vayamos, te aseguro que seré muy cuidadosa. Pero, es momento de partir, las vacaciones se cancelan.— No, querida, iremos a solucionar el problema si aceptas quedarte con al menos cincuenta hombres para que te protejan.— ¡¿Cincuenta hombres?!Maximiliano me observa con mucha seriedad así que sé que no está bromeando al decirme ello, él realmente colocará a tantos hombres bajo mi cuidado.— Pueden ser más con el tie
Decir que el viaje es cómodo sería mentirme, tengo comida y Maximiliano me cuida, pero, estar en una bodega no es algo agradable sobre todo, porque llega un momento en el que necesitamos oxigeno con ayuda de la mascarilla porque aquí es reducido.— ¿Cuánto tiempo falta? — pregunta el señor Barack.— Poco más de una hora.— Oh, voy a enloquecer.— Puedes esperar, ¿verdad? — pregunta Maximiliano.— ¿Se siente mal, señor Barack? ¿Alguna de sus heridas están molestando? — pregunto preocupada.— Estoy bien.— Maximiliano, enciende la luz, necesito confirmar lo que dice tu padre. — pido.Su padre no se queja o intenta decirme que todo está bien, por lo que, me preocupo más. Maximiliano enciende la luz para encontrarme a su padre inconsciente.— Tu padre no se encuentra bien, po