NARRADORÁngela continuaba viviendo sin un hombre al lado. Ella creía que con su hijo era más que suficiente, ¿Para que podría querer un hombre? Acabaría entregando el corazón y luego siendo engañada, prefería evitar toda esa basura. Muchas mujeres no lograban estar un mes solteras, pero ella no podría estar casada. Cada día en que Ángela veía una pareja o le preguntaban si estaba sola, ella recordaba lo estúpida que había sido en el pasado. De ese modo no podría jamás volver a considerar estar con nadie. También llegaban a su mente las estupideces que había hecho por amor, los detalles de San Valentín, los innumerables "Te Amo" y hasta las tarjetas que le había regalado a quien creía que sería el amor de su vida. Ella sabía, en su corazón y en su conciencia, que no había hecho nada mal. Su único error fue enamorarse de un hombre sin escrúpulos y también confiar en él y quiénes decían ser sus amigas del alma fue un error de enormes proporciones. Odiaba la sensación de estar enamorad
Vincent y Ángela seguían mirándose con una mezcla de odio y también desafío. El dueño de la editorial los miraba con sus ojos entrecerrados y esperaba obtener una respuesta de los involucrados. Por incumplir el contrato deberían pagar millones, que aunque a la compañía le beneficiaban, lo mejor sería cumplir lo estipulado porque el público quería una historia más. Habían ganado una fuerte suma con la primera novela "Karma e Infidelidades" y esperaban aún más.-¿De cuánto dinero estamos hablando si no cumplimos con el contrato?- Preguntó Ángela dejando de ver a ese hombre desagradable que había escrito tantas barbaridades suyas -Cinco millones de dólares- Respondió aquel hombre y ella tragó grueso-¿Entre los dos?- Indagó nuevamente-Cada uno- Sentenció aquel hombre y la pareja que tanto se odiaba se miró con absoluta sorpresa. No sabían que la suma sería tan grande -Necesitamos un momento a solas- Vincent se dirigió al dueño de la editorial, quien salió de ahí sabiendo que había gan
Ángela no quería tener que repetir la experiencia de ir a ver a Vincent, pero era consciente de que lo poco que le había dicho no servía de nada. Se había sentido tan juzgada, él parecía un juez dispuesto a sentenciarla injustamente. Debió ir nuevamente a ese apartamento al que no deseaba volver a acercarse. Sentía que no tenía ni una pizca de energía después de tantas humillaciones y lo que más le dolía era no tener ánimos de nada. Jesús le preguntaba si irían al parque o a algún lugar, pero ella no quería que nadie los viera juntos. Claudia iba muchas veces a llevar y a recoger al niño al colegio, por lo que había varias personas que creían que tal vez era ella su madre. El temor de Ángela era que su pequeño escuchara los rumores suyos y que sea burlado en el colegio. Era tan doloroso vivir con miedo y solo deseaba encerrar a su hijo en una burbuja de cristal donde nadie pudiera hacerle daño. -Tengo que trabajar amor, ¿Qué te parece si vas con Claudia? Yo te daré dinero para un h
Cuando Jesús llegó con Claudia, notó a su madre diferente. Ella parecía haber llorado y no estaba igual de sonriente que siempre. El pequeño se preocupó de inmediato con su encantadora inocencia.-Mami, ¿Te duele el estómago?- Le preguntó abrazándola-Un poquito hijo- Mintió para no preocuparlo. Tampoco podía decirle que le había ocurrido ni la causa de su angustia. Él era muy pequeño para entender -¿Por eso llorabas mami?- Claudia miraba la situación que se desarrollaba con tristeza por saber lo que su amiga sufría y con ternura porque Jesús tenía un corazón enorme -Me dolía más antes de que tú llegaras, por eso lloré, pero ahora que tú estás aquí el dolor desaparece- Le sonrió para tranquilizarlo, aunque en sus ojos se notaba la profunda tristeza que sentía Para Ángela el pasado debía quedarse dónde pertenecía. Remover lo que había ocurrido era por demás doloroso porque eso reafirmaba lo estúpida que había sido y además todo lo que había perdido. Cuando Jesús se durmió profundam
Vincent intentaba analizar lo que Ángela le había mostrado, sin entender por qué ella no tenía millones de dólares en su cuenta bancaria. Cuando eran más jóvenes ella conducía un lujoso automóvil personalizado y pintado a su gusto. -¿Aún tienes el Lamborghini rosado?- Ella hizo un gesto de desagrado y fue incapaz de sostenerle la mirada porque no quería que el viera cuánto le dolía recordar aquelloEl automóvil era solo algo material, pero el color le recordaba esa etapa que le encantaría olvidar. Fueron momentos cargados de dolor los que vivió en esos tiempos. -Lo vendí- Respondió y volvió a mirarlo -¿Conduces algo mejor ahora?- El creía que ella había vendido ese automóvil para comprar uno aún más caro, tal vez eso había dejado su cuenta en ceros -Depende de lo que tú consideres mejor será la respuesta que pueda darte- Se cruzó de brazos sin entender como eso haría que la novela fuera terminada y como limpiaría su imagen. ¿La había ido a ver para acabar sabiendo que carro conduc
Lo que Ángela y Vincent no sabían, era que muy pronto todo cambiaría para ellos. -+-+-+-+-+-+-+Los dos salieron de la editorial frustrados y muy enojados. Los dos tenían mucho en que pensar y bastante de que hablar. También tenían claro que estaban en manos de la editorial porque era más que obvio para los dos, que seis meses no serían suficientes. -Tenemos que hablar tu y yo- Vincent la detuvo tomándola del brazo y ella se dió la vuelta para mirarlo -No me toques, no lo hagas. Lo último que necesito es que alguien malinterprete eso- El asco que sentía al imaginar eso se notaba a kilómetros -Lo entiendo y tienes razón- Reconoció al final y ella siguió caminando -Te pedí que habláramos Ángela- Se apresuró para seguirla-Te dije que aquí no. No quiero que nos vean juntos. Iré a tu apartamento y hablaremos allí- Siguió caminando y él la vio ir a su edificio *Vincent llegó a su apartamento y dejó todo lo que necesitaba para poder escribir. Tenía que llegar a un acuerdo con Ángela.
Ángela buscaba pretextos para no ir a ver a Vincent. Ella sabía que tendría que decirle los incómodos detalles de su relación, ¿Eso incluía el sexo? Lo dudaba demasiado. También sabía que eso fue algo clave en su relación con Dylan. Después de haberlo pensado demasiado, había llegado a la conclusión de que cuando él dejó de insistir tanto con llevarla a la cama con frecuencia, probablemente Agostina había entrado a su relación. No entendía como no lo había pensado antes, pero tener que remover todo ese pasado dejaba a la vista varios detalles que había querido olvidar. Le envió un mensaje a Vincent avisándole que al salir de su trabajo iría para continuar y él respondió un simple ok. Claudia la había convencido de ir y le había dicho que haría algunas actividades con Jesús para que pudiese estar tranquila. -¿Debo hablarle de sexo a ese idiota?- Le preguntó a Claudia pidiéndole su consejo -Tienes que explicar lo que sucedió en tu relación. Dylan y su zorra arruinaron tu vida, tu re
Ángela llegó a su apartamento y entró aún apresurada mirando la hora en su reloj. Jesús quería ver una película y casi lo había olvidado. -¡Yo sabía que mami iba a llegar a tiempo! ¡Me debes un helado Clau!- Jesus corrió a ver a su madre que acababa de entrar y ella alcanzó a escuchar que otra vez había apostado con la niñera -¿Qué te dije de apostar amor? Claudia siempre te da lo que puede y...- Esperó a qué el completara la frase -Su tiempo y su compañía que es lo más importante- Ángela lo besó y fue al sofá para ver aquella película con las únicas dos personas que tenía en su vida Claudia sonrió al ver la escena, los dos eran maravillosos juntos, aunque creía que si ella tuviese una figura paterna para darle a Jesús, ellos estarían mejor. Desistía de hablarle sobre eso, Ángela estaba completamente negada y aunque lo entendía, también creía que había pasado demasiado tiempo, lo suficiente para volverlo a intentar. Cuando la película terminó, Ángela pidió una pizza y refrescos.