Ángela llegó a su apartamento y entró aún apresurada mirando la hora en su reloj. Jesús quería ver una película y casi lo había olvidado. -¡Yo sabía que mami iba a llegar a tiempo! ¡Me debes un helado Clau!- Jesus corrió a ver a su madre que acababa de entrar y ella alcanzó a escuchar que otra vez había apostado con la niñera -¿Qué te dije de apostar amor? Claudia siempre te da lo que puede y...- Esperó a qué el completara la frase -Su tiempo y su compañía que es lo más importante- Ángela lo besó y fue al sofá para ver aquella película con las únicas dos personas que tenía en su vida Claudia sonrió al ver la escena, los dos eran maravillosos juntos, aunque creía que si ella tuviese una figura paterna para darle a Jesús, ellos estarían mejor. Desistía de hablarle sobre eso, Ángela estaba completamente negada y aunque lo entendía, también creía que había pasado demasiado tiempo, lo suficiente para volverlo a intentar. Cuando la película terminó, Ángela pidió una pizza y refrescos.
Ángela seguía trabajando más que nunca. Habían despedido a dos periodistas y ella debía hacer muchas horas en distintos tipos de noticias. Había tenido que entrevistar a un bombero que ayudó en un parto, un niño que encontró una gran suma de dinero y la devolvió, también a una señora a la que le habían robado absolutamente todo lo que poseía. También debió viajar para estar presente en una entrega de premios y así entrevistar a estrellas famosas. Si eso no era estresante, también tuvo que ir a entrevistar a los integrantes de un nuevo reality show que parecía la nueva sensación del momento. Estaba exhausta y lo que más deseaba era recuperar el tiempo perdido con Jesús, lo extrañaba demasiado. Si a su ajetreada vida sumaba a quienes la llamaban para entrevistarla por la novela que Vincent había escrito y las entrevistas con él para la continuación contada por ella... su estrés subía a las nubes. Prefería trabajar veinte horas al día y estar con su hijo las cuatro restantes si eso eli
Ángela llegó y solo se desplomó allí dejando salir todo lo que sentía. Estaba sola y se había acostumbrado a que nadie la consolara, había aprendido demasiadas cosas desde que perdió la felicidad que antes tenía. Hacia años que el amor que sentia por Dylan se había transformado en odio y rencor, pero la traición y el abandono que sintió por parte de quienes le dieron la vida aún continuaba latente. -¿Por qué me abandonaron así? Yo no fui culpable de nada. Dylan debió dejarme si la quería a ella, ¿Por qué no terminó conmigo y me humilló de esta manera?- Le preguntó a la nada, no entendía aún por qué todo eso le había pasado y la lastimaba demasiadoAntes de la llegada de Jesús a su vida, ella era un robot sin alma que solo existía en el mundo y trabajaba. Fantaseaba con quitarse la vida, ¿Qué razones tenía para vivir? La llegada de Jesús fue la luz entre tanta oscuridad. Él había cambiado su vida y agradecía no haber terminado con su existencia porque sino no lo hubiese conocido. Je
Vincent llegó a dónde estaba su hogar temporal y no se sentía feliz. Al entrar a su edificio sintió tensión y una gran preocupación porque le habían advertido algunas cosas que poco le simpatizaban. Les habían dado una prórroga pero a cambio debían hacer algunas cosas, como asistir a las fiestas. Él estaba convencido de que eso no sería lo único. Llegó a su apartamento con su equipaje y no pasó mucho cuando Ángela llegó a golpear su puerta muy molesta. Ángela lo había llamado para poder reunirse y se sorprendió al saber que estaba de viaje. Cómo era de esperarse, ella lo había malinterpretado. Ella viajaba por trabajo, ¿Él que excusa tenía para hacerlo? Obviamente sus reclamos solo lograron que Vincent se molestara mucho. -Se acabó la paz- Dijo al abrir y apartarse para dejarla pasar -¿Por qué no cierras la boca? Imagino que ya sabes por qué vine- Se cruzó de brazos molesta -Por la fiesta a la que debemos asistir. Estás loca si piensas que deseo ir allí, pero debemos hacerlo. El
Ángela estaba horrorizada. No podía creer que la gente fuera tan estúpida para buscar el lado rosa de todas las situaciones. No había romance en lo que desencadenó el conflicto inicial entre los dos, ¿En qué estaban pensando al imaginar eso? ¿Qué clase de desgraciado debía ser un hombre para escribir tales cosas sobre una mujer con quién compartió sentimentalmente un momento de su vida? Debería ser el más despechado y estúpido de los hombres. Vincent y ella solo coincidieron en un mal día que marcó su vida y no por ese incidente. Ángela sabía que si tan solo él lo entendiera jamás hubiese tenido ese proceder en aquel momento. Hizo una llamada luego de verificar que no hubiese nadie escuchando. Sabía que lo que esa reportera les preguntó se había transmitido inmediatamente y que su llamada era esperado. Había prometido que llamaría si todo salía mal y necesitaba calmarse. -Estoy cansada, de verdad lo estoy. Ya no soporto más- Se apoyó en la pared y suspiró con fuerza-Tienes que hac
Ángela se sentía avergonzada. Odiaba haber malinterpretado las palabras de Vincent, pero era más que entendible haberlo hecho. -Cuando esto sucedió con Dylan, mi boda y todo lo que pasó después tuve malas experiencias- Explicó impidiendo que él lo escribiera -¿No debo escribir esto?- Preguntó con extrañeza y ella negó-Varios hombres se acercaron a mi con intenciones incorrectas. Fue por eso que malinterpreté tus palabras y me disculpo por mi actitud- Aquello hizo que él se sorprendiera totalmente. ¿De verdad se había disculpado con él? Eso era nuevo -No creí que verme en camisa hiciera que pensaras mal. No puedo escribir con ese saco puesto, me siento preso. Siento que la corbata me quita el aire- Sonrió levemente y ella solo se quedó pensativa mirando sus manos entrelazadas sobre la mesa. Borró esa pequeña sonrisa y esperó a que ella hablara Ángela solo suspiró buscando el valor suficiente para continuar su historia. Era tan difícil para ella esa parte, no sabía cómo contarla y
De todos los escenarios que Claudia hubiese podido imaginar, aunque ese no era el más loco, era difícil de creer. Sabía que su amiga no mentía. Su conmoción era genuina y no esperaba menos de ella. -¿Te gustó?- Le preguntó con duda. Tantos años sin dejar que nadie se le acercara y quién lo hacía era su enemigo-No. Ni le correspondí, solo me quedé inmóvil y luego vine aquí-¿Qué sucedió para que te bese? Vamos a tomar un té, creo que lo necesitas- Ángela solo asintió -Debí decirle sobre lo que mis padres hicieron. Sabes que es lo más doloroso para mí y por más que lo intenté, no pude contener el llanto. Fui tan estúpida, si hubiese podido él no me besaba- Ella se había acostumbrado a culparse a si misma siempre-Te duele, es normal que llores. No es tu culpa lo que haya sucedido después ni tampoco lo ocurrido años antes- Claudia la abrazó y sintió una fragancia masculina en su amiga -Me abrazó para consolarme y luego me secó las lágrimas y me besó. Estaba demasiado sorprendida, no
Vincent se había quedado en silencio procesando lo que Ángela acababa de decirle. Ella parecía negada al sexo y a tener contacto con hombres, ¿Entonces eso que significaba? Habían pasado muchos años desde que su compromiso se rompió trágicamente, ¿No hubo ningún hombre desde ese momento? ¿Y todos los hombres que hablaban de ella? -No puedo concederte eso y lo sabes- Afirmó cuando ella sonreía mirando algo en su teléfono-Si puedes, eres tu quien escribe la historia y puedes hacer lo que desees, ¿No es eso lo que hiciste con la primera parte?- Reclamó ofendida, él no debía negarse a lo que para ella era una vida feliz -Ángela simplemente no puedo. Quieren romance, ¿Que les diré? ¿Que solo pasas tu tiempo libre de rodillas en la iglesia rezándole a Dios, Jesús o cualquier santo que encuentres?- Él lo creía absurdo y ella contuvo las ganas de reír por eso. El nombre de su hijo era perfecto y sabía que Vincent lo había malinterpretado. Podría mantenerlo a salvo sin contar sobre su adopc