REGINATodo a mi alrededor se reduce a la nada, ha pasado una semana desde que llegué a Italia, desde que mi padre secuestró a Kendra y le paga todo como si fuera una hija más, que estoy embarazada de Ronan y desde que me enteré de que él se ha comprometido de nuevo con Blaine, mi prima, que ante los ojos de mi padre, es una traidora, ya que su único trabajo era haberme encontrado y persuadido para que cuando él apareciera, no me costara mucho trabajo entender, bueno, al parecer sus planes no salieron como él esperaba. E hizo todo lo contrario. Aunque en términos generales, si hablamos de traidores, el que Arsene Moretti esté aquí, ¿no lo hace uno también? El corazón me sigue doliendo, me parece que me dejé ilusionar muy rápido por el padre de mi hijo, sin embargo, el ver las ocho pruebas de embarazo que me consiguió Kendra, con el resultado positivo en cada una de ellas, ya no hay más dudas, estoy muy embarazada de Ronan Novikov. Las manos me tiemblan, ya lo sabía, pero esto es una
REGINAMe esperaba todo, su compromiso gritándolo a los cuatro vientos, alguna clase de humillación verbal por parte de mi prima o del padre de Ronan, pero esto me desarma de cualquier forma, un vacío crece en mi interior y los pedazos que habían quedado del impacto que dejó él en mi vida, terminan por destruirse, un dolor punzante en el pecho me impide respirar, sé que solo son segundos, pero son los suficientes como para que Alexei me mire con un brillo lleno de malicia en los ojos, él está viendo mi dolor y lo peor, es que se está regocijando con él mismo. —Vaya, Blaine —habla mi padre rodeando mi espalda con un brazo en señal de apoyo, él mejor que nadie me conoce—. No cabe duda de que Carter, tu padre, debe estar muy decepcionado de ti, hacer de tu suegro al hombre que lo mató, eso es caer demasiado bajo incluso para ti. Noto que los latidos de mi corazón se aceleran y que las manos me sudan, por alguna extraña razón levanto la mirada y veo a lo lejos a Arsene, mirando la escen
RONANNo soy un hombre de la mafia, no soy un hombre que haya tenido las manos manchadas con la sangre de mis adversarios, toda mi vida, llegué al punto en donde estoy gracias a mi solo esfuerzo, jamás había sentido esto que siento ahora mismo y que me ahoga conforme pasan los segundos, e intento procesar lo que ocurre. Todo pasa en cámara lenta, como si el tiempo se hubiera detenido solo para Regina y para mí. Observo a detalle sus manos, su cuerpo manchado con la sangre de Blaine, la mujer que llegué a amar más que a mi propia vida. Siento que algo se rompe dentro de mi caja torácica, las cosas entre los dos nunca iban a funcionar, pero… ella era alguien importante, más, sabiendo que estaba esperando un hijo mío. —¡Ataquen! —grita Alexei a mis espaldas al ver lo que ha pasado. Entonces el tiempo vuelve a funcionar. Todo a mi alrededor es un caos para el que nunca sé si estaré preparado, Regina parece salir de su estupor de nuevo, ella me observa, el miedo está latente en sus pupi
REGINASangre. Dolor. Odio. Venganza. Muerte. Asesina. Son las palabras que no dejan de rondar mi mente. Siento que el aire me quema en los pulmones, mientras vamos en la camioneta en dirección a casa, mi padre no deja de hablar en un tono italiano molesto, por teléfono, al parecer no le agradó lo que pasó con Alexei, el padre de Ronan. Mi cuerpo no se recupera del temblor, y es Kendra quien me envuelve en un tierno abrazo. Trato de enfocarme en el calor que emana de su cuerpo, pero no puedo, mis ojos se siguen enfocando en mis manos manchadas con la sangre de mi prima, con la sangre de Blaine. Lo hice, maté a alguien, le arrebaté la vida a una persona, sí, fue en defensa propia, he entendido esa parte, pero eso no quita el hecho de que pude saborear en primera fila la maldad de mi prima, ya que cuando lo hice, ella sonrió solo para mí, y empujó el puñal dos veces más, aparentando que yo era quien lo estaba haciendo, y eso no es verdad. Luego de eso vi la mirada de Ronan, eso
MÍARonan no me escuchó, no quiso ver lo que por tanto tiempo he querido evitar, sabía desde el principio, que cuando él naciera, iba a tener la misma sangre podrida de Alexei, y que eso significaba que cabía la posibilidad de que fuera como su padre. Lo quise evitar a toda costa, aun si eso significaba renunciar a la Bratva, dejé atrás a una familia que me dio la espalda, porque cuando le conté a mi padre que Alexei me era infiel, él solo me dijo tajante. “¿Y eso qué? Todos los hombres de la Bratva lo somos, debiste haberlo sabido desde hace mucho tiempo, no eres nada especial, cariño, solo una mujer más, una hembra con un coño para que él pueda follar a su antojo, con un vientre para que le des hijos, ¿qué hay de malo en eso?”Esa noche me sentí mal al saber que mi padre me veía como un juguete sexual para el Boss. El problema de esto es que nunca fuí mujer de varios mucho menos una que compartía lo suyo, así que si Alexei quería esto, pues bueno, yo no. Por eso escapé de sus gar
RONANGuerra. Esa palabra antes significaba tan poco, ahora, lo es todo. Siento que la adrenalina recorre mi torrente sanguíneo a toda velocidad con cada golpe contra el costal. Uno, dos, tres, no me detengo. —¡Joder! Han pasado nueve meses desde que mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, desde que dejé de lado mi carrera como abogado al enterarme de que Lucas Moretti se encargó de echarla por la borda, al elegir estar con Alexei, él tomó represalias contra mí, se encargó de que la prensa me tachara de incompetente y de que ahora me llamarán "La estrella de la justicia que se apagó" juro que me las va a pagar un día. El punto es que desde que me alejé de todo ese mundo que hasta hace poco de un año creía que era lo único que existía, siento que he vuelto a nacer, es como si toda mi vida hubiera vivido dentro de una esfera llena de mentiras, puedo ser yo, mi carácter, mi manera de ser, todo, siento la libertad corriendo por mis venas. En todo este tiempo he aprendido y estu
REGINASangre en mis manos, espesa, roja, eso es lo que me despierta a mitad de la noche, exaltada, enciendo la lámpara sobre mi cómoda de noche, tocando mi redondo vientre con inquietud, reviso la hora que marca el reloj digital, son las dos de la mañana, han pasado dos días desde que Arsene se marchó con Kendra a Rusia, para hablar con el Vor, porque tenemos contactos con él, no es un traidor, pero si vela por su seguridad y sus bienes. Al parecer Alexei Novikov se va ganando el odio de su gente, poco a poco. Tendrían que haber llegado hoy, traté de esperarlos lo más que pude, sin embargo, el sueño me venció, y es que mi bebé hace que las cosas mejores pero que al mismo tiempo mis energías mermen. —Todo está bien —susurro cuando siento movimiento en mi interior, es como si estuviera inquieto por algo. Nueve meses, casi un año y en cualquier momento nacerá, la emoción es mezcla de miedo, mi padre salió ayer diciendo que tenía un asunto pendiente, y aunque estoy rodeada por sus hom
RONANHORAS ANTES… Observo desde los cielos el territorio italiano que se presenta ante mí, es increíble, la vista es estupenda, aunque no se compara con Rusia, ahora he dejado de lado todo lo que era, sintiéndome por primera vez libre y yo mismo. La sangre mafiosa que corre por mis venas me impulsa a tomar lo que es mío. A recurrir a la venganza para saciar mi hambre de poder. Estoy ardido y dolido por la pérdida de quien iba a ser mi hijo, ella no tenía derecho alguno de quitarmelo. —Esto es una locura —espeta con brusquedad Liam, quien solo me acompaña porque tiene la intención de que no cometa un error. —Puede ser —respondo con la indiferencia de alguien sin sentimientos—. Pero así es la mafia. —No pensabas de la misma forma hace un año —me recuerda mirándome de soslayo. —Hace un año no sabía que era el hijo del Boss de la mafia rusa, y que Regina Lombardi era la hija del capo de la mafia italiana —sostengo mi arma. Estamos por llegar a la fortaleza de los Lombardi, en donde