En la mañana siguiente, Ana despertó con su celular sonando."¿Hola?" contestó con los ojos entreabiertos."Ana, ¿eres tú?" era Marcos."Marcos, ¿qué pasa?" se sorprendió al notar que él la estaba llamando hasta que se dio cuenta de que había contestado el celular de Carlos en lugar del suyo. "¡Carlos, Carlos!" intentaba despertarlo, pero él simplemente la abrazó y apoyó su rostro entre sus senos. "¡Carlos!" le dio un golpe en la espalda para despertarlo.Cuando él se dio cuenta de que estaba junto a ella, se sobresaltó."¿Ana?" por un momento olvidó que había pasado la noche en su casa."Era Marcos en la llamada." le pasó el celular."¿Qué pasa?" preguntó con la voz ronca."No es por arruinar tu momento, pero ¿te has olvidado de que hoy es lunes y tenemos una reunión muy importante?""¿Y qué?""Es casi las 10 y ninguno de los dos está aquí.""¿Casi las 10?""¡Las 10!" la voz alta de Ana mostraba su asombro."Inventa una excusa y estaremos allí pronto." Carlos colgó el celular.Ana
Habían pasado diez años desde el trágico accidente que acabó llevándose la vida de la única mujer a la que Carlos había podido amar.No podía negar que durante esos años otras mujeres no formaron parte de su vida, pero la mayoría sólo fueron aventuras de una noche.Carlos anhelaba el día en que encontraría a quien tanto dolor le causó y quien le arrebató el gran amor de su vida. Le haría pagar por todas las heridas que ni siquiera una década fue capaz de curar."Carlos, ¿ocupado?"Marcos era un hombre alto y fuerte, de piel negra, que llamaba la atención allá donde iba, entró en la habitación con un sobre en la mano." ¿Algo?"Carlos apartó un poco la silla y se sentó, apoyando el brazo en la mesa." Tu espera ha terminado... por fin ha vuelto."Marcos puso el sobre sobre la mesa y Carlos sacó unas fotos de él."Una espera de diez años había llegado por fin a su fin."Miró atentamente a la mujer de aquellas fotografías."Qué piensa hacer?"preguntó Marcos, sentándose inmediatamente de
Ya en su despacho, Carlos se paseaba de un lado a otro."Esto creará un agujero en la sala", bromeó Marcos." No sé si te has dado cuenta, pero no estoy de humor para bromas."Carlos se le acercó y le dio tres palmadas en el pecho." De acuerdo."" ¿Ya están listos los papeles del acuerdo?"" Se están imprimiendo."" En cuanto esté hecho envíalo a casa del Sr. John.""¿De verdad aceptó ser tu secretaria?""Más fácil de lo que pensaba."" Sí, ¿y ahora qué piensas hacer?"" ¿Qué crees que es lo que más duele a una mujer?"" No sé... ¿qué?""Ser despreciada por la persona que ama."" Amigo mío, a veces pienso que en vez de ser un adulto de treinta y cinco años no eres más que un adolescente con planes que no tienen nada que ver con nada. ¿Qué tienes, diez años más que ella? ¿Qué te hace pensar que esto va a funcionar?"" ¿Quieres apostar?" - dijo con confianza." Y la gente dice que yo soy el más infantil de los dos. ¡Soy más mujeriego , pero no infantil!"" ¿Tiene miedo de perder?"" Va
Había llegado el fin de semana y por fin Ana tenía algo de tiempo libre desde que empezó a trabajar con Carlos.Aprender a llevar un hotel no fue fácil, pero él le enseñó con mucha calma y paciencia. A veces sentía una cierta mirada procedente de él, pero siempre pensaba que podía ser sólo una impresión suya."Hoy es el día que vas a visitar a tu madre?"Ana habló con Clara por teléfono."Creo que he evitado lo que tenía que evitar."Hacía diez años que Ana no tenía contacto con su madre, ya que se había negado a hablar con ella desde la muerte de Sara.Quizá esa sea la razón principal por la que Ana sigue sintiéndose culpable a pesar de que intentó hacerlo lo mejor que pudo en aquella situación."No importa lo que veas u oigas, que sepas que no eres culpable y que yo estaré aquí para lo que necesites, te quiero.""Yo también te quiero!"Ana sabía que no sería fácil conocer a su madre, pero no podía evitarlo eternamente."Ánimo, Anna!"intentó animarse.Cuando llegó a la vieja casa qu
El día ya había amanecido, pero Ana seguía dormida mientras los ojos de Carlos se clavaban en ella.Tenerla durmiendo en su habitación, en su cama, sólo aumentaba el odio que sentía por ella, pero necesitaba mantener oculto este sentimiento para poder ejecutar con éxito su plan.Carlos había renunciado a su plan anterior de fingir que había pasado la noche con ella, al fin y al cabo no serviría de nada haberse acostado con ella sin su permiso. Tal vez eso la asustaría y eso no era lo que él quería.Ana se movió de un lado a otro dando señales de que se despertaría, así que Carlos le rodeó la cintura con la toalla y esperó a que notara su presencia." Buenos días", dijo al ver que ella no abría los ojos y decidió llamarle la atención."Buenos días! "Espera, buenos días?"Conocía esa voz, pero no era la de Clara, sino la de su jefe. "Qué coño he hecho" lentamente llevó sus ojos a la figura masculina casi desnuda que tenía delante."Por favor, dime que lo que estoy pensando no ha ocurri
En el despacho, Ana miró repetidamente el reloj, pero parecía que el tiempo no pasaba nunca y el dolor de cabeza no hacía más que aumentar. - No volveré a beber", se preguntó. - Ana, necesito que traduzcas este documento al italiano antes del mediodía, ¿puedes hacerlo? -le puso unas páginas sobre la mesa. - Voy a salir un momento, pero no tardaré -la dejó sola en la habitación. Carlos fue a la habitación de Marcos y le llamó. - ¿Qué quieres?" Marcos estaba molesto porque había cancelado la reunión que había concertado con dos mujeres. - ¿Por qué estás de tan mal humor? preguntó entrando en la habitación. - ¿Sigues preguntando? Sabes las ganas que tenía de estar con esa mujer y me has dejado plantado. - Estaba con Ana en un bar. Ella se sentó delante de Marcos. - ¿Tan rápido? Marcos sabía que cada vez que llevaba a una mujer a un bar siempre acababa pasando la noche con ella. - ¡No, no pasó nada! - ¿Cómo que no ha pasado nada? Hermano, has estado mejor -se rio-. - Ese era mi plan, pero
Había pasado un mes y las cosas no iban como Carlos había planeado. Por mucho que se empeñara, aunque fuera sutilmente, era como si no surtiera efecto en Ana. Lo cual era extraño, ya que nunca necesitaba hablar más de unas horas, ni siquiera unos minutos, para tener entre sus brazos a la mujer que deseaba."¿Debo cambiar de táctica?"Preguntó a Marcos, pero estaba demasiado ocupado mirando bailar a las mujeres. " ¡estoy hablando contigo!"" ¡Dame un respiro, hermano! No basta hablar de esto en la oficina, ahora lo hacemos también en el club?" se indignó al ver a Carlos entrometerse en su velada."Te haces llamar mi amigo? -dijo haciendo teatro."Lo soy! Pero tienes que tomarte un descanso de esto, mira otros paisajes... mira todas las guapas que hay" -señaló a las mujeres que tenía delante."¡No estoy de humor!" - se inclinó sobre el taburete cercano al mostrador." Desde que llegó esa chica no estás de humor para nada más... ¿Cuántos días llevas sin llevar a nadie a tu piso? Claro,
"Buenos días, querido." - Carlos sabía muy bien lo que significaba esa expresión en la cara de Marcos." ¡Buenos días! Ana, siento no haber podido recogerte hoy." Aunque se disculpaba, su cara no era muy amable."No hay problema" -entró en el ascensor-, "¿no vienes, Marcos?""Ya voy."Marcos notó que el ambiente entre los dos era diferente al de otros días. Ana parecía incómoda y Carlos aunque se había acostado con una mujer su cara no tenía muy buen aspecto. ¿A dónde vais?Tenía curiosidad ya que era la primera vez que los dos salían sin él." A tomar un café... Es que no le llamo porque creo que ya debe estar lleno. ¡Adiós!" sabía cómo hacer enfadar a Carlos y le encantaba hacerlo."¡No mostró ninguna reacción! Creo que Marcos tiene razón... Estoy perdiendo mis habilidades." pensó mientras miraba su escritorio.Antes de que Carlos pudiera verlos entrar en la habitación, se oyeron sus risas desde el interior de la misma. Nunca la había oído reír así, al menos no con él." Por lo q