En el despacho, Ana miró repetidamente el reloj, pero parecía que el tiempo no pasaba nunca y el dolor de cabeza no hacía más que aumentar. - No volveré a beber", se preguntó. - Ana, necesito que traduzcas este documento al italiano antes del mediodía, ¿puedes hacerlo? -le puso unas páginas sobre la mesa. - Voy a salir un momento, pero no tardaré -la dejó sola en la habitación. Carlos fue a la habitación de Marcos y le llamó. - ¿Qué quieres?" Marcos estaba molesto porque había cancelado la reunión que había concertado con dos mujeres. - ¿Por qué estás de tan mal humor? preguntó entrando en la habitación. - ¿Sigues preguntando? Sabes las ganas que tenía de estar con esa mujer y me has dejado plantado. - Estaba con Ana en un bar. Ella se sentó delante de Marcos. - ¿Tan rápido? Marcos sabía que cada vez que llevaba a una mujer a un bar siempre acababa pasando la noche con ella. - ¡No, no pasó nada! - ¿Cómo que no ha pasado nada? Hermano, has estado mejor -se rio-. - Ese era mi plan, pero estaba tan borracha que se quedó dormida -río Marcos-. - He venido a preguntar si tenéis alguna medicina para el dolor de cabeza. - No tenía nada y aun así le dolía la cabeza. - volvió a reírse. - Para mí no, idiota. Es para Ana. - Ten cuidado, acabarás enamorándote. - Ja, ja, ja, ¡muy gracioso tú! ¿Lo eres o no lo eres? - ¡Sí! A ver dónde lo he puesto -rebuscó en el primer cajón de su escritorio-. - Dile a la mujer de la limpieza de casa que venga a mi piso y que tire las sábanas y las limpie bien para que no quede nada de esa mujer allí. - Tú eres el jefe. Carlos volvió a su despacho y la encontró concentrada en su trabajo. - Toma -le puso la medicina y un vaso de agua sobre la mesa. Ana no sabía cómo debía reaccionar ante aquello, pero no podía negar que incluso en tan poco tiempo él ya la había conmovido de alguna manera. Lo que no sabía era de qué manera. - Gracias. Lo necesitaba. - Supongo que era verdad lo de no beber. - En realidad no bebo, o mejor dicho, no puedo beber. - ¿Por qué no? - Por unos medicamentos que tomo. - ¿Y cuáles serían? Antes de que pudiera contestar, Marcos entró en la habitación. - Uy, perdona que te interrumpa, pero necesito que veas esto. Su expresión no era nada buena. - ¿Qué demonios se cree que está haciendo? Ana pudo ver como una vena aparecía en la frente de Carlos después de ver lo que había en el móvil de Marcos. - ¿Y ahora qué? - se preguntó Marcos. " Ahora tienes que controlarte para no acabar haciendo daño a mi propio tío."
Había un artículo que anunciaba la venta de las acciones por parte de tu tío. " Si tanto deseaba vender, debería hablar primero con nosotros."Desde que la familia de Carlos decidió invertir en el negocio hotelero, nadie podía tener acciones, salvo la propia familia.Era una forma de mantener el patrimonio solo entre los Hernández.Ella no entendía muy bien la situación, pero de una cosa estaba segura, no quería estar en el pellejo de su tío."Ana, voy a tener que marcharme y no sé si podré volver, así que te dejo la responsabilidad de cancelar todas mis citas y reprogramarlas."Carlos se marchó antes de que Ana pudiera contestar nada.La jornada laboral había terminado y por fin podía irse a casa a descansar.Terminó de organizar su mesa y la de Carlos, cogió el bolso y se dirigió al ascensor."Llevar el negocio familiar no es fácil", susurró mientras pensaba que a ella le podría pasar algo parecido y probablemente no sabría cómo enfrentarse a algo así.Cuando llegó al hotel encontró a su padre esperándola." Hija, ¿podemos hablar?"Al ver la expresión de preocupación en su rostro decidió escucharle. - Sé que estás dolida por lo que hice, pero pensé que era lo mejor, al menos en ese momento."No debiste ocultarme la verdadera situación de mamá... ¿Sabes cómo me hizo sentir verla así?""Lo sé... ¡Lo siento! Pero cariño, tienes que entenderme, estabas pasando por un momento muy delicado, tú tampoco estabas bien y esta fue la única solución que encontré en ese momento" se le cortó la voz- "perdí una hija, y casi pierdo a la otra, mi mujer ya no era la misma y lo único que menos quería era que sufrieras aún más" -John no pudo contener las lágrimas." No tendrías que haber pasado por esto solo, padre, yo podría haberte ayudado" -Ana tampoco pudo contener las lágrimas- "tendrías que haberme dejado ayudarte.""¿Con qué? Sé que toma medicación a diario, que no puede estar en una habitación con baño, sé de sus pesadillas y de sus constantes visitas al psiquiatra. Mandarla lejos fue demasiado doloroso, pero mantenerla aquí después de todo lo que pasó fue mucho más aterrador. Pedir una hija no era estar dispuesto a perder otra."Su padre tenía razón, Ana no soportaba ver a su madre así por mucho tiempo, más aún culpándola de la muerte de Sara.Aunque sabía que ella no tenía la culpa, Ana no podía evitar sentirse así.Después de hablar con su padre, Ana no podía dormir y de nuevo tuvo que recurrir a su medicina. Pero sintió que eso solo no sería suficiente, así que llamó a la que siempre estaba allí cuando su alma se angustiaba y su espíritu se entristecía." Clara, ¿estás ocupada?"" ¿Ha ocurrido algo?""Solamente necesitaba oír su voz.""Amiga, si quieres que vaya, puedo pedir unos días de vacaciones y si mañana hay un vuelo allí estaré."" No hace falta, ya me he tomado unas medicinas y dentro de un rato me harán efecto y dormiré como una roca."Los dos hablaron durante unos minutos y Ana se durmió sin darse cuenta.A la mañana siguiente se despertó con el móvil sonando, era su jefe."¡Qué desastre! ¡He dormido demasiado!"Dijo mientras esperaba a que Carlos desistiera de la llamada, pero como no desistía decidió contestar."Te espero aquí en la puerta del hotel.""Creo que es mejor que vayas tú primero, luego nos vemos en la empresa.""No vamos a la empresa."" ¿No? ¿Y adónde vamos?""Tengo que firmar un contrato... ¿No te lo dije ayer?""No, no te lo dije.""Bueno, ahora te lo digo... nos vamos en diez minutos." Colgó."¡Este hombre tiene la fea costumbre de colgarme de la nada! Ana, no tienes tiempo para quejarte" se reprendió a sí misma.Se decidió de nuevo por un vestido, unos tacones un poco más cómodos y corrió hacia donde estaba el coche." ¡Buenos días! Perdona el retraso."Estaba jadeando por la carrera."¿Has vuelto a beber?""No, no he bebido.""¿Saliste?""No, solo me quedé en el hotel." Al darse cuenta de que insistía en hacer preguntas, intentó justificarse. No pude dormir bien por la noche."Si era eso, entonces todo está bien." "¿Por qué?""No querría que salieras con otra persona." No me gustaría que salieras con otra persona, y menos a tomar una copa.Al decir esto se pasó el pulgar por el labio inferior como si le hubieran besado."¿Qué querrá decir este loco? Me pregunto sí... no, me pregunto sí... Si le hubiera besado me habría acordado... peor que no."Involuntariamente, su pierna derecha empezó a balancearse mientras intentaba recordar lo que había pasado aquella noche."¿Ha pasado algo?"Ana sintió la mano de Carlos en su pierna derecha. Lo siento, es que pareces nerviosa, así que yo..."Ah, no, no es nada."Gracias por leer hasta aquí Deja tus comentarios sobre lo que piensas
Había pasado un mes y las cosas no iban como Carlos había planeado. Por mucho que se empeñara, aunque fuera sutilmente, era como si no surtiera efecto en Ana. Lo cual era extraño, ya que nunca necesitaba hablar más de unas horas, ni siquiera unos minutos, para tener entre sus brazos a la mujer que deseaba."¿Debo cambiar de táctica?"Preguntó a Marcos, pero estaba demasiado ocupado mirando bailar a las mujeres. " ¡estoy hablando contigo!"" ¡Dame un respiro, hermano! No basta hablar de esto en la oficina, ahora lo hacemos también en el club?" se indignó al ver a Carlos entrometerse en su velada."Te haces llamar mi amigo? -dijo haciendo teatro."Lo soy! Pero tienes que tomarte un descanso de esto, mira otros paisajes... mira todas las guapas que hay" -señaló a las mujeres que tenía delante."¡No estoy de humor!" - se inclinó sobre el taburete cercano al mostrador." Desde que llegó esa chica no estás de humor para nada más... ¿Cuántos días llevas sin llevar a nadie a tu piso? Claro,
"Buenos días, querido." - Carlos sabía muy bien lo que significaba esa expresión en la cara de Marcos." ¡Buenos días! Ana, siento no haber podido recogerte hoy." Aunque se disculpaba, su cara no era muy amable."No hay problema" -entró en el ascensor-, "¿no vienes, Marcos?""Ya voy."Marcos notó que el ambiente entre los dos era diferente al de otros días. Ana parecía incómoda y Carlos aunque se había acostado con una mujer su cara no tenía muy buen aspecto. ¿A dónde vais?Tenía curiosidad ya que era la primera vez que los dos salían sin él." A tomar un café... Es que no le llamo porque creo que ya debe estar lleno. ¡Adiós!" sabía cómo hacer enfadar a Carlos y le encantaba hacerlo."¡No mostró ninguna reacción! Creo que Marcos tiene razón... Estoy perdiendo mis habilidades." pensó mientras miraba su escritorio.Antes de que Carlos pudiera verlos entrar en la habitación, se oyeron sus risas desde el interior de la misma. Nunca la había oído reír así, al menos no con él." Por lo q
¡Buenos días! ¿En qué puedo ayudarle?preguntó la recepcionista." Me gustaría alquilar una habitación", dijo un poco nerviosa.¿Por cuántos días?¡Un día y una noche! - contestó Carlos desde lejos con las dos manos en los bolsillos. ¿Tienen una que no tenga bañera? Era extraño preguntar siempre eso, pero no soportaría estar mucho tiempo en una habitación que tuviera bañera." La tenemos.""Entonces cogeremos esta."El recepcionista entregó la llave de la habitación y los dos se dirigieron a ella." Pero, ¿por qué una habitación sin bañera?" esperó su respuesta." No me gusta" -dijo, colocando su bolso en el pequeño sofá que había allí." Supongo que hay muchas cosas que no le gustan, señorita Ana" -se tiró en la cama-. "Anoche casi no dormí" -se quitó los zapatos y volvió a tumbarse. ¿Vas a dormir? ¡Un sueñecito! Ven - golpeó la cama, llamándola para que se tumbara - "Disfruta descansando tú también."¿A tu lado? - él ya sabía la respuesta, pero quiso preguntar de todos modos." S
Ana no estaba segura de cuándo había conseguido dormirse con Carlos abrazándola, ni de por qué no le había apartado. Tal vez fuera por el vino o por la necesidad de no tener a nadie a su lado desde hacía tiempo. Pero de una cosa estaba segura, podía sentir el arrepentimiento llamando a la puerta al sentir su mano en su vientre por dentro de la camiseta que llevaba puesta.Nunca pensó en tener una relación con ninguno de sus jefes, ojalá él no fuera su jefe, pero aun así tener una relación con alguien con quien trabajaba era un poco extraño para ella.Por no hablar de que su fama de mujeriego no era agradable y ella no quería formar parte de los varios ligues de una noche que él coleccionaba con orgullo.Sin que él se despertara, consiguió salir de la cama y se dirigió al cuarto de baño, donde se duchó y se vistió.En cuanto salió del baño él ya estaba de pie esperándola, pero ella evitó mirarle. ¡Buenos días! - la abrazó por detrás.¡Buenos días! - se apartó de él. - Tenemos que irno
"¡Querido!" ¿Qué haces aquí?" He esperado a que me llamaras después de pasar la noche juntos y como no me has llamado he decidido venir aquí a llamarte para repetir la dosis otra vez."Estoy seguro de que éste ha sido el peor de todos los momentos embarazosos que ha vivido Ana." Nos vemos mañana" -en cuanto llegó el ascensor se subió."Espera, Ana."" ¿Ana? ¿Así que es la secretaria que casi nos estorba aquella noche?""Te pido disculpas por eso, no volverá a ocurrir."- El ascensor se cerró, dejando a Carlos a solas con Samantha y Ana aliviada por no haber cedido la noche anterior.A pesar de toda la insistencia de Samantha para que los dos pasaran otra noche juntos, Carlos se negó.En su cama, Ana pensó en lo que habría hecho si hubiera cedido ante Carlos y éste hubiera flirteado con otra mujer al día siguiente. Y concluyó una vez más que había hecho bien en no acostarse con él."Ana..." -aquella voz femenina le resultaba bastante familiar y Ana supo que lo que estaba ocurriendo n
"Amigo, no puedo creer que la hayas llevado allí!"El invernadero donde Carlos la llevó era el lugar favorito de Lisa y también el sueño que fue cruelmente interrumpido." 'Todo forma parte de mi plan y creo que por fin estoy dando algunos pasos', dijo mientras terminaba de abrocharse la camisa.-"¿Y cómo puedes estar tan seguro si aún no te ha dado una respuesta?', bromeó con uno de los coches que Carlos había recogido." 'Por la cara que puso" se rió." 'Necesitaba ver cómo estaba después de mi falsa declaración... estará aquí, y no tardará'. Carlos confiaba en que Ana le aceptaría y, llegado el momento, desearía haber muerto en aquel accidente."Sólo espero que no te arrepientas, amigo" -Marcos sabía que hacer que Carlos renunciara a esa venganza sería una batalla perdida, pero no pudo evitar decir lo que pensaba al respecto-."Me voy a arrepentir de haberla dejado ser feliz mientras Lisa no tuvo esa oportunidad. Me arrepentiré de haberle permitido formar una familia mientras ella
— ¡Carlos! - estaba sorprendida porque no lo esperaba y también porque no hablaba con él desde el viernes.— ¿Vas a algún lugar? - él se acercó a ella.— Sí, al cine.— No sabía que te gustaba ir al cine.— Te lo dije aquel día.— ¿Dije? Debo haber olvidado. - sonrió incómodo.— Vamos, te acompaño.— No, gracias. No iré sola.— ¿Alguna amiga? - esa respuesta despertó su curiosidad.Antes de que ella pudiera responder, Henrique la llamó.— ¿Ana está lista? - preguntó sin notar que ella estaba hablando con Carlos.— ¡Sí! - Demostró entusiasmo.— Ana, ¿quién es? - Carlos los interrumpió.— Ah, casi se me olvida. Carlos, este es Henrique, hijo de un amigo de mi padre. Henrique, este es Carlos, el hombre para quien presto servicios de secretaria.— Gusto, Henrique. - Carlos le estrechó la mano con un poco de fuerza.— El gusto es mío. - apretó un poco más fuerte. - ¿Vamos, Ana?La forma en que estaba mirando a Ana no le gustaba a Carlos, quien se autoinvitó a ir con ellos.— Estaba pensand
En la mañana siguiente, Ana despertó con su celular sonando."¿Hola?" contestó con los ojos entreabiertos."Ana, ¿eres tú?" era Marcos."Marcos, ¿qué pasa?" se sorprendió al notar que él la estaba llamando hasta que se dio cuenta de que había contestado el celular de Carlos en lugar del suyo. "¡Carlos, Carlos!" intentaba despertarlo, pero él simplemente la abrazó y apoyó su rostro entre sus senos. "¡Carlos!" le dio un golpe en la espalda para despertarlo.Cuando él se dio cuenta de que estaba junto a ella, se sobresaltó."¿Ana?" por un momento olvidó que había pasado la noche en su casa."Era Marcos en la llamada." le pasó el celular."¿Qué pasa?" preguntó con la voz ronca."No es por arruinar tu momento, pero ¿te has olvidado de que hoy es lunes y tenemos una reunión muy importante?""¿Y qué?""Es casi las 10 y ninguno de los dos está aquí.""¿Casi las 10?""¡Las 10!" la voz alta de Ana mostraba su asombro."Inventa una excusa y estaremos allí pronto." Carlos colgó el celular.Ana