- ¿Qué está pasando doctor? le preguntó Marleny a uno de los doctores que acababa de salir de la sala.
- Es un paciente que acaba de fallecer y tratábamos de salvarle la vida.- respondió el doctor y Marleny sintió que sus rodillas le fallaban y se sentó nuevamente para no caer ya que estaba temblando.
- Dígame que no es su jefe el que ha muerto doctor.
- No claro que no señora, el doctor Montoya está estable.
Hubo una equivocación en el momento que se hizo el llamado porque pensamos que era en la sala de él, pero resultó ser el paciente de al lado.
- ¿Puedo ver al Señor Montoya? preguntó Marleny, y como gran parte del personal de la clínica saben bien que ella era su esposa y no tenían ni la más minima idea de que ya se habían divorciado entonces la dejaron pasar a ver a su esposo.
- Hola Wilmer c
Un mes después...Hoy es la boda de Antonio y Anastacia, ella se ve muy hermosa vestida de blanco.Sus padres han venido para presenciar tan magno evento y están muy contentos de que su muchachita, como ellos le llaman por fin se una en matrimonio con un hombre excepcional y que les ha demostrado que ama a su hija por sobre todas las cosas, él siempre le da su lugar a ella.Los padres de Marleny también están aquí para festejar la felicidad de una persona a la cual ellos le tienen mucho aprecio como lo es Anastasia.- Mamá apúrate, ponme mi vestido por favor.- Pidió la pequeña Eliana que ya estaba muy desesperada porque su mami no la vestía rápido por estarle haciendo un peinado.- Ten paciencia mi amor.- Le dice Marleny y al terminar le coloca un vestidito que es del mismo color del que ella va a usar.- ¿Ya están listas mis amores? pregunta Wi
Dos años después...Wilmer me ha dejado sola al cuidado de estas dos criaturas traviesas, la pequeña Eliana que ya no está tan pequeña ya va sobre los siete años de edad y ha salido muy buena para el estudio y es muy amigable con todos sus compañeritos en la escuela.Me siento muy orgullosa de ella y cada día me esfuerzo por enseñarle en casa lo básico para que no se le complique.¿Se recuerdan de aquella nota que le escribí a mi niña cuando me divorcié de Wilmer y me fui de su casa?Podrán creer que nunca la encontré, sí así como se los digo.Yo estoy segura que ahí la coloqué en su habitación, pero cuando regresé y la busqué ya no estaba, seguramente en algún momento Wilmer la encontró y nunca me lo quiso contar.También cabe la posibilidad de que la mujer malvada lo haya encontrado cuando vivió aquí y lo haya desaparecido con la intención de que nadie más lo encontrara.El pequeño Andrés tiene un año y medio de edad y es todo un ga
Mi nombre es Marleny Romero, tengo veintinueve años de edad, soy Pedagoga y actualmente trabajo en un colegio público de la zona como consejera y maestra. Voy saliendo de mi centro de trabajo cuando una bebé de algunos tres añitos se acerca a mí llorando y se abraza a mis piernas. Yo, confundida, la tomo en brazos y le pregunto: ― Cariño, ¿dónde está tu papá o tu mamá? ― Yo corrí y no encuentro a papi. ―Ella sollozando y abrazada a mi cuello me dice que no sabe donde está. ― Tranquila mi amor, ya no llores, esperaremos aquí a ver si tu papá aparece o alguien más te anda buscando. Al rato de estar afuera de la institución sentada en una banca y con la niña dormida en mis piernas, aparece un señor preocupado, pero cuando ve a la niña su rostro demuestra alivio. ― Buenas tardes, señorita. ―Me saluda. ― Buenas tardes, señor. ― El padre de la niña es mi jefe y hemos andado como locos buscándola, ¿cómo es que la tiene usted? ― Señor, yo venía saliendo cuando me topé con este angel
Hoy me levanté un poco tarde porque ayer me dormí hasta en horas de la madrugada pensando en ese hombre que conocí ayer. Yo que juré no volver a tener sentimientos por un hombre, y ahora se atraviesa en mi camino semejante obra de arte creada a la perfección por todos los dioses de la belleza que existen. ¿No es justo, verdad? Me intriga saber qué pasa con la madre de la pequeña Eliana, su padre es muy raro, no dice nada de ella y al parecer la niña no la conoce. ¿Será que está muerta? Hay no, Dios quiera que no, porque eso debe ser muy triste crecer sin su madre. A las siete de la mañana me dirijo al instituto "Sagrado Corazón de Jesús", Allí trabajo de consejera y doy un par de clases a varios cursos también. Trabajo la jornada completa, mañana y tarde. Me estoy postulando para ser la directora general de esta institución educativa, porque el director actual está a punto de jubilarse y me sugirió que concursara para poder tomar su lugar, él es muy bueno conmigo, me trata como
Mi nombre es Wilmer, tengo treinta y tres años de edad. Soy padre soltero de una bebé de tres añitos, bueno hoy está cumpliendo sus cuatro años de edad. Es una niña muy bella e inteligente, como padre estoy muy orgulloso de ella. Se preguntarán que ¿cómo llegué a convertirme en padre soltero? Bien les contaré. Hace un par de años atrás estuve casado con la que creí, era la mujer de mi vida, jamás se me pasó por la mente que ella no me quería. Y cuando se dio cuenta de que estaba embarazada quiso ocultármelo para poderlo abortar, pero como yo soy médico ginecobstetra me pude dar cuenta a tiempo por sus cambios. Hablé con ella y le rogué que tuviéramos a la bebé y que si ella aún no la quería al nacer nos divorciaríamos y le daría lo que me pidiera y yo me haría cargo de mi hija porque la verdad yo sí estaba emocionado porque sería padre. Y así fue, desgraciadamente durante todo su embarazo no demostró ningún afecto hacia nuestra hija. Sandra se convirtió en un ser desalmado c
Despierto por unos movimientos en mi cama, abro los ojos y veo que es la pequeña Eliana. ― Hola cariño - le digo medio adormitada. Y pienso - Que lindo deber ser tener un hijo y dormir junto a él. ― Hola mamá dice ella y se lanza a repartir besos por toda mi cara. Yo comienzo a hacerle cosquillas y ambas caemos de la cama riéndonos. De repente se escucha el timbre de la puerta principal. ― Vamos pequeña princesa, arriba que alguien llama a la puerta y no sé quién pueda ser tan temprano. Bajamos al primer piso para abrir la puerta, ambas aún en pijama. Bueno, la niña está usando una de mis blusas y le llega casi a los tobillos, se ve muy graciosa. ― Buenos días, princesas bellas. Nooo, este hombre está muy loco para presentarse a esta hora en mi casa. ―Pienso en mi interior. ― Buenos días, Wilmer ¿qué te trae por aquí tan temprano? ― Bueno, es que como no sabía a qué hora te ibas a trabajar, decidí venir temprano y traerle su ropita a la niña. Además de invitarte a desayunar.
Hoy tenemos planeado ir al hospital. Wilmer no sabe que iré hoy y como la niña está ahí también, aprovecharé a visitarla y le he preparado una torta para llevársela. Le daré una sorpresa. Me coloco un vestido verde menta que me queda arriba de las rodillas, la verdad es que cuando no voy al instituto me gusta vestirme con ropa informal, claro que no sea muy corta o demasiado llamativa. Me calzo unas zapatillas negras y me dirijo a tomar un taxi para pasar por Ana para irnos juntas. Llegamos al hospital y nos dirigimos hasta dónde se encuentra la recepcionista. ― Buen día, señorita. Vengo a revisión con el ginecólogo. ― Buen día, señorita, ¿tiene usted cita? ― No. No tengo. ― En ese caso no le puedo ayudar porque el doctor solamente atiende mediante cita. ― Entiendo. Permítame hacer una llamada, ya regreso. Me retiro un poco y le llamo a Wilmer, creo que él me mintió. ― Hola bonita. Me responde al tercer tono. ― Hola Wilmer estoy en recepción, pero la señorita me dice que e
Llegamos a la habitación de la pequeña Eliana, su padre abre la puerta y nos hace pasar. La niña solo nos ve y viene corriendo hacia nosotros, bueno hacia su padre. ― ¡Papá, mamá está aquí! ― Sí, hija. Mamá, vino a visitarte. ― Hola mamá, mira, tengo muchos juguetes. ¿Jugarás conmigo? ― Claro que sí jugaré contigo mi princesa. Mira, tu tía y yo te trajimos un pastel. ― Yo, ¿tengo un tío y una tía? ― Si hermosa, yo seré su tía. ¡Dios, eres una niña muy bella! ―Dice Ana, inclinándose a la altura de la niña para poder abrazarla y besar sus lindos cachetitos. ― Ahora sí, princesa, vamos a comer una rebanada de este delicioso pastel. ― Bueno, yo las dejo porque tengo que seguir trabajando. ― Dice Wilmer. ― Está bien, nosotras al rato nos iremos. ― Adiós papi. ― Adiós, hija querida, pórtate bien con tu mamá y con tu tía Ana. Wilmer se va y nosotras nos quedamos con la niña y la niñera. Yo siento que esa chica me ve un poco raro, pareciera que no le caigo nada bien. Después de j