Mi nombre es Wilmer, tengo treinta y tres años de edad. Soy padre soltero de una bebé de tres añitos, bueno hoy está cumpliendo sus cuatro años de edad. Es una niña muy bella e inteligente, como padre estoy muy orgulloso de ella.
Se preguntarán que ¿cómo llegué a convertirme en padre soltero?
Bien les contaré. Hace un par de años atrás estuve casado con la que creí, era la mujer de mi vida, jamás se me pasó por la mente que ella no me quería.
Y cuando se dio cuenta de que estaba embarazada quiso ocultármelo para poderlo abortar, pero como yo soy médico ginecobstetra me pude dar cuenta a tiempo por sus cambios.
Hablé con ella y le rogué que tuviéramos a la bebé y que si ella aún no la quería al nacer nos divorciaríamos y le daría lo que me pidiera y yo me haría cargo de mi hija porque la verdad yo sí estaba emocionado porque sería padre.
Y así fue, desgraciadamente durante todo su embarazo no demostró ningún afecto hacia nuestra hija.
Sandra se convirtió en un ser desalmado con solo darse cuenta de que nuestra hija se estaba formando en su vientre.
Cuando la niña nació pensé que despertaría el amor de madre en ella, pero no, nada de eso pasó.
A los dos meses de que la niña nació, estuvieron listos los papeles de nuestro divorcio. Ella lo pidió con una fuerte cantidad de dinero como compensación por haber traído al mundo a nuestra hija, en pocas palabras ella únicamente sirvió como vientre de alquiler y al final reclamó su pago.
La hice firmar un documento en donde constata que ella me entrega la patria potestad de la niña y que nunca en el futuro se le presentará a ella como su madre.
Mi exesposa se fue a otro país, después de hacerle la transferencia del dinero y hasta el día de hoy no he vuelto a verla ni a saber nada de ella.
Hoy es el cuarto cumpleaños de mi pequeña princesa, siento que el tiempo pasa bastante rápido. A la niña desde pequeña le he puesto niñera para que me la cuide, pero no la dejo en casa.
Soy dueño del hospital privado más grande del país. Aquí tenemos todas las especialidades con que en otros hospitales públicos o privados no cuentan.
Tuve que mandar a construir y acondicionar una sala en donde la niñera cuidaría de mi hija. Ahí dentro tiene todo lo que necesita.
Lo hice porque tengo miedo de dejar a la niña al cuidado de alguien que no sea yo, pienso que me la van a robar o a maltratar.
Esta niña es mi vida, es la luz de mis ojos y la razón por la cual día con día me esfuerzo para ser una buena persona humilde y trabajadora para que en un futuro pueda servir de ejemplo para ella.
La niña es muy cariñosa, pero casi nunca la veo sonreír. Antonio, mi amigo de la infancia, me dice que es porque le hace falta el amor de una madre, que una niñera no es lo mismo.
Él ha tratado de conseguirme citas con mujeres para que ya dejé mi soltería, pero yo ya no tengo ganas de relacionarme sentimentalmente con alguien porque sé que sufriré y además tengo miedo de que se enamoren de mí pero no de mi hija.
Por eso mejor paso por alto todos sus planes de buscarme esposa.
No le confío mi hija a nadie más que a mi amigo, él siempre ha estado para mí y mi niña lo ama y lo llama tío Tony.
Hoy tuve que despedir a la séptima niñera, porque me pidió permiso para sacar del edificio a la niña para comprar helados y yo le dije que no, que si querían algo solo debía de pedirlo y el chofer se lo llevaría o que esperara a que yo terminara una reunión para que fuéramos los tres.
Ella estuvo de acuerdo, pero como a la media hora recibo una llamada de ella misma llorando porque había salido a comprar el helado y cuando menos acordó la niña ya no estaba junto a ella y no la encontraba.
Me puse furioso y me entró un pánico enorme, mi hija no puede ser que esté desaparecida, que voy a hacer si a ella le ha pasado algo.
Le llamé a mi chofer para que se ponga manos a la obra a buscarla y le llamé a Sebastián mi guardaespaldas, que por desgracia esta tarde lo había mandado a descansar a casa porque estaba con fiebre.
También llamé a mi amigo y casi al borde de las lágrimas le dije lo que estaba sucediendo, él me dijo que vendría de inmediato.
Bajé corriendo los doce pisos del hospital porque ni siquiera me acordé de que había elevador.
Cuando llegué al lugar donde estaba la niñera le dije que estaba despedida por desacatar una orden y que si no encontraba a mi hija en unas horas la metería en prisión por no cuidar de la infante.
Gracias a Dios el chofer me llamó para decirme que la niña estaba a salvo y que la tenía una muchacha hermosa.
Yo le dije que se callara que no era el momento para eso, pero es que este señor es igual a mi amigo que solo en buscarme pareja piensan.
De inmediato me dirijo a la dirección que él me da y al llegar veo a mi hija bien dormida en brazos de una muchacha.
Yo la tomo en mis brazos y le doy las gracias. Pero me quedo atontado viéndola y siento como mi corazón se acelera, es muy hermosa ella y para que no le haya hecho daño a mi hija significa que es de buen corazón.
De inmediato me siento atraído por ella. Aprovechando la ocasión del cumpleaños de la niña, la invito a cenar. Más que todo lo hago para conocerla porque si ella me lo permite estoy dispuesto a luchar por conquistarla.
Cuando estábamos en su casa y entré a su habitación y la vi desnuda, Dios creo que tuve una erección ahí mismo, qué cuerpazo de mujer y esto que mi hija me tapaba una parte de sus pechos.
Esta mujer está para hacerle el amor a cada hora del día. Mi amigo Antonio se pondrá loco cuando se lo cuente y seguramente no me lo creerá.
Esta noche fuimos a cenar, la pasamos bonito, no quise invitar a mi amigo porque ya me imagino con las locuras que va a salir y temo que ella quiera huir de mí el primer día.
Quedamos en vernos mañana para complacer a mi hija con un pastel. Mi hija la adora y le llama mamá y se ve que ella también le gusta estar con la niña.
Cuando me dijo que no estaba casado ni tenía novio, sentí un gran alivio porque eso significa que tengo el camino libre para conquistarla. Y más que cuento digamos con el apoyo de mi hija ¿qué más quiero para poner en marcha mi plan?
Despierto por unos movimientos en mi cama, abro los ojos y veo que es la pequeña Eliana. ― Hola cariño - le digo medio adormitada. Y pienso - Que lindo deber ser tener un hijo y dormir junto a él. ― Hola mamá dice ella y se lanza a repartir besos por toda mi cara. Yo comienzo a hacerle cosquillas y ambas caemos de la cama riéndonos. De repente se escucha el timbre de la puerta principal. ― Vamos pequeña princesa, arriba que alguien llama a la puerta y no sé quién pueda ser tan temprano. Bajamos al primer piso para abrir la puerta, ambas aún en pijama. Bueno, la niña está usando una de mis blusas y le llega casi a los tobillos, se ve muy graciosa. ― Buenos días, princesas bellas. Nooo, este hombre está muy loco para presentarse a esta hora en mi casa. ―Pienso en mi interior. ― Buenos días, Wilmer ¿qué te trae por aquí tan temprano? ― Bueno, es que como no sabía a qué hora te ibas a trabajar, decidí venir temprano y traerle su ropita a la niña. Además de invitarte a desayunar.
Hoy tenemos planeado ir al hospital. Wilmer no sabe que iré hoy y como la niña está ahí también, aprovecharé a visitarla y le he preparado una torta para llevársela. Le daré una sorpresa. Me coloco un vestido verde menta que me queda arriba de las rodillas, la verdad es que cuando no voy al instituto me gusta vestirme con ropa informal, claro que no sea muy corta o demasiado llamativa. Me calzo unas zapatillas negras y me dirijo a tomar un taxi para pasar por Ana para irnos juntas. Llegamos al hospital y nos dirigimos hasta dónde se encuentra la recepcionista. ― Buen día, señorita. Vengo a revisión con el ginecólogo. ― Buen día, señorita, ¿tiene usted cita? ― No. No tengo. ― En ese caso no le puedo ayudar porque el doctor solamente atiende mediante cita. ― Entiendo. Permítame hacer una llamada, ya regreso. Me retiro un poco y le llamo a Wilmer, creo que él me mintió. ― Hola bonita. Me responde al tercer tono. ― Hola Wilmer estoy en recepción, pero la señorita me dice que e
Llegamos a la habitación de la pequeña Eliana, su padre abre la puerta y nos hace pasar. La niña solo nos ve y viene corriendo hacia nosotros, bueno hacia su padre. ― ¡Papá, mamá está aquí! ― Sí, hija. Mamá, vino a visitarte. ― Hola mamá, mira, tengo muchos juguetes. ¿Jugarás conmigo? ― Claro que sí jugaré contigo mi princesa. Mira, tu tía y yo te trajimos un pastel. ― Yo, ¿tengo un tío y una tía? ― Si hermosa, yo seré su tía. ¡Dios, eres una niña muy bella! ―Dice Ana, inclinándose a la altura de la niña para poder abrazarla y besar sus lindos cachetitos. ― Ahora sí, princesa, vamos a comer una rebanada de este delicioso pastel. ― Bueno, yo las dejo porque tengo que seguir trabajando. ― Dice Wilmer. ― Está bien, nosotras al rato nos iremos. ― Adiós papi. ― Adiós, hija querida, pórtate bien con tu mamá y con tu tía Ana. Wilmer se va y nosotras nos quedamos con la niña y la niñera. Yo siento que esa chica me ve un poco raro, pareciera que no le caigo nada bien. Después de j
Después de pasar una tarde muy amena con la niña, su tío loco y Ana. Nos dirigimos a casa de Wilmer porque nos invitó a cenar a su casa y que él sería quién cocinaría unos deliciosos platillos típicos de la ciudad 《palabras del flamante chef Wilmer Montoya》.La niña va muy feliz con sus tíos y su mamá, no sé en qué va a terminar todo este mal entendido porque se nota que la pequeña me tiene cariño y sin mentir yo también ya me encariñé de ella, es tan dulce que a cualquiera le robaría el corazón.Llegamos a nuestro destino, el señor Antonio nos venía mostrando todo el camino. La casa queda un poco fuera de la ciudad pero es muy bonito el lugar, y ni digamos la casa. No, esta no parece casa es una mansión.Es súper grande parece que viviera una gran familia aquí, cuenta con un hermoso jardín con diferentes tipos de flores y de todos colores se ve muy hermoso.A lo lejos está una piscina y se ve un
Cuando estamos devorando nuestras bocas y al mismo tiempo acariciándonos, de repente se abre la puerta y aparece la pequeña Eliana.Nosotros de inmediato nos separamos, y la pequeña le dice a su padre con ojitos suplicantes.- Papi, me duele mi barriguita. Puedo dormir aquí contigo. Di que sí papi para que el dolor se me vaya.- Ja ja ja, hija ese truco ya lo conozco, a ti no te duele nada lo que no quieres es dormir sola.- ¿Mami dormirá con nosotros?. Pregunta la niña.- No princesa, en otra ocasión será. Le digo a la niña tomandola en brazos y dandole besos en su carita. La bajo al suelo y camino hacia la puerta.- Quédate aquí hija, bajaré a despedirme de tus tíos.- Vamos. Le digo a Marleny tomándola de la mano, pero ella de inmediato se suelta.¿Qué pasa? pregunto con una sonrisa.- Es que no quiero que pienses mal de mí. Digo
Al día siguiente...Marleny se dirigía hacia el Instituto, cuando recibió la llamada del director y este le comunicaba que hoy a las diez y treinta minutos de la mañana habría una reunión por parte de la dirección departamental de Educación para nombrar al nuevo director y sustituto del actual director.Marleny no se emocionó porque ya se sabía quién sería la nueva directora.Quién más que una maestra que acababa de entrar a trabajar y no tenía ni la mínima experiencia como maestra, y así la pondrían de directora.Todo por el cuello político que tiene con su amante, y no lo digo yo, toda la institución lo sabe y aunque uno no esté de acuerdo, no puede decir nada porque corre el riesgo de que lo despidan y en los tiempos en que estamos ahorita al encontrar un trabajo hay que cuidarlo y no arriesgarse a perderlo.El autobús se detiene en la estación que queda a una cuadra del instituto. Agar
Hacemos el llamado a nuestro jefe, el señor Wilmer Alexis Montoya.Dice el maestro de ceremonia y yo me quedo en shock, volteo a ver a Wilmer que está a mi lado y este me sonríe y me guiña un ojo, debe estar feliz al ver mi cara de sorpresa.Se levanta como el gran jefe que es y camina hacia el estrado principal, toma el micrófono y comienza a hablar.Yo, ni siquiera presto atención a lo que él está diciendo porque aún no salgo de mi trance. Este hombre además de ser doctor es empresario, que más detalles me ocultará.Y entonces recuerdo cuando él me dijo que el ginecólogo del hospital era muy amigo de él y al final salió que él era el ginecólogo. Ahora sí ya me siento un poco intrigada por saber la vida de este hombre.Antonio se acerca a mi y se sienta en el asiento de Wilmer.- Hola cuñada.- Hola, pero yo no soy su cuñad
Llegué a mi habitación y no quería ni bañarme para no quitarme el aroma de mi macho.Disfruté del sexo con él como nunca lo había disfrutado. Este tipo me hace sentir cosas que jamás he sentido por los novios anteriores.Qué estúpida fue su ex esposa por dejar a un magnífico hombre como él, él es tan guapo y es todo un caballero, sabe cómo tratar a una mujer.Estoy tan metida en mis pensamientos, que no me he dado cuenta de cuando empecé a tocarme pensando en lo que pasó hace unos minutos.Siempre me ha gustado el sexo, pero nunca me había sentido tan satisfecha como hoy.Suena mi teléfono y es un mensaje de texto de Wilmer, sonrío cuando veo su contenido.- Me tienes loco mujer, quisiera estar contigo en este momento haciendo el amor nuevamente.Te deseo tanto que creo que nunca me saciaré de ti.- Yo también te extraño, y me tienes