Rechinaba los dientes cada vez que el cuero de la fusta se azotaba con violencia contra su espalda. Desde niño le inculcaron que los hombres no debían llorar, debían ser fuertes y soportar todo estoicamente, sin embargo, quería ser un poco menos hombre y llorar como niño pequeño. Ya había perdido la cuenta de los latigazos que su iracundo padre le había propinado como castigo por su falta de respeto, la espalda le escuece y puede sentir la sangre deslizarse por su blanquecina piel.— ¡Me dejaste en ridículo maldito infeliz! Por tu falta he perdido la oportunidad de extender mi poderío—. Azotó con fuerza desmedida la fusta sobre la ensangrentada espalda del chico.Erdogan quiso replicar, decir cualquier cosa con tal de que Edmundo se detuviera, simplemente no pudo, con el último golpe la inconsciencia se hizo presente y para él todo se tornó en una densa oscuridad. Edmundo al ver a su hijo desmayado mando a llamar un par de sirvientas para que limpiarán el cobertizo y retiraran las man
Prólogo El amor es un sentimiento tan intenso y poderoso, que puede manejar hasta el más despiadado ser humano. La sociedad, con el paso de los años se encargó de ensuciar algo tan puro y hermoso, estableciendo límites y etiquetas que nada tienen que ver con dicho sentimiento.Tristemente no elegimos de quién enamorarnos, por qué si tal cosa fuera posible nos ahorraríamos tantos problemas. En primer lugar, no estaría aquí sintiendo que mi alma poco a poco abandona mi cuerpo y este intenso escozor en el centro de mí pecho.Existen personas que logran ser felices con quienes la sociedad les impone y otras lo son con quién escogen amar. Luego existo yo, una aberración para la sociedad, para la religión, la moral y mi familia. No escogí enamorarme de mi hermanastro, simplemente pasó, fue más fuerte que yo mi consciente. ¿Me arrepiento? No, en lo absoluto, si pudiera retroceder en el tiempo, sin siquiera dudarlo lo volvería a amar.Un dolor punzante en el centro de mi pecho me devuelve a
Capítulo 1.Efsun desde su recamara escuchaba los gritos de sus padres y entre tanto, el frustrante llanto de su madre. No sabía que estaba pasando, ellos discutían habitualmente pero jamás sus discusiones alcanzaron tales límites. Quiso levantarse, indagar un poco más a fondo en la situación, sin embargo, sus piernas no respondían. El tono de voz empleado por Edmundo, su padre, le aterraba. Por lo que decidió abrazar con fuerza su almohada e intentar dormir.En esas circunstancias, dormir resultaba completamente inútil. Ya estaba acostumbrada a sus peleas y aún así seguían generando en ella un terror indescriptible. Era habitual levantarse al día siguiente y encontrar a su madre con una mejilla u ojo magullado, o con heridas bajo las finas telas de sus vestidos. A veces, su madre no era suficiente para saciar los deseos de ira de su padre, por lo que la utilizaba a ella como su saco de boxeo.— ¡Efsun!— El grito desgarrador de su madre le hiela la sangre quedando completamente parali
Capítulo 2.Esa noche fue un ínfierno, lloró hasta quedarse dormida y se sintió más sola que nunca. Al día siguiente se quedó dormida y la ama de llaves se encargó de despertarla. Asustada se levantó con prisa y escogió un vestido de acorde a la ocasión.Eligió el favorito de su madre, uno con hermosas flores estampadas y un fondo color ópalo. Se cepilló el cabello con prisa y en el proceso jaloneo un par de veces sus rizos dorados. Amanda, la ama de llaves se encargó de ayudarla con las heridas de su espalda. Procuró desinfectar la zona, aplicar un hungüento de matico y vendas limpias.Cuando estuvo lo suficientemente presentable se encaminó al comedor. Durante el trayecto sus piernas temblaban, estaba tan asustada. No sabía con que clase de persona se iba a encontrar.Desde las escaleras se escuchaban diversas voces y risas, de pronto sintió nauseas ante ese panorama y deseó huir lo más lejos posible. Con cada escalón que bajaba sentía que perdía el equilibrio, al llegar a la sala s
Capítulo 3.Pronto cumpliría los dieciocho años y su padre planeaba organizar una gran fiesta para presentarla en sociedad y encontrar algún buen partido para ella. Pensar en eso era algo que la aterraba. No podía imaginarse con pareja, mucho menos podía imaginarse casada, pero su padre consideraba que ya tenía la suficiente edad para contraer matrimonio. ¿Y dónde quedaban sus sentimientos? Obviamente a nadie le importaba. Se sentía confundida, desde hace algunos años comenzó a desarrollar un fuerte sentimiento por Erdogan, después de que él la besó aquella noche logró comprender sus verdaderos sentimientos. Durante muchísimo tiempo intentó convencerse a si misma de que era amor fraternal.Se dijo a si misma que era normal sentirse de tal modo, sin embargo, hace un tiempo descubrió que iba mucho más aya de eso. Cada vez que lo veía sentía un intenso revoltijo en su vientre, él corazón se le aceleraba ante su cercanía y cada vez que él la tocaba sentía su piel arder de deseo. Definiti
Capítulo 4.— ¿No piensas decir nada, Erdogan? ¿Cuál es el problema con que tu hermana se case?— Simoné se cruza de brazo y alza una de sus cejas.— ¿Te atreves a preguntar cuál es el maldito problema?— Erdogan eleva la voz más de la cuenta sorprendiendo a ambas mujeres.—Erdogan... cálmate por favor—, Efsun susurra suavemente cerca de su hermano.— ¡No me voy a calmar!— Mira desafiante a su madre.— ¡No me faltes el respeto, Erdogan! No veo el problema en todo este asunto. Se que amas a tu hermana, pero es parte del ciclo de la vida, ella debe contraer matrimonio y ser feliz—. El disgusto se reflejaba en las facciones de su rostro.— ¿Cómo puedes pensar que será feliz si ustedes piensan comprometerla con alguien que a ustedes les agrade, no alguien a quien ella ame—, suspira fastidiado, siente que esta conversación no los conducirá a nada bueno. —Deja de ser tan soñador hijo— Deja escapar un prolongado suspiro mientras gira su rostro para observar fijamente a la joven—. ¿Acaso estás
Desganada se encerró en su habitación, donde a solas se pudo permitir llorar a gusto. A solas podía permitirse ser ella misma y desbordar el torbellino de sentimientos autodestructivos que en ese momento la embargaba. ¿Qué pasaba con Erdogan? ¿Por qué estaba tan enojado con ella? No recordaba haber hecho nada malo como para ganar su indiferencia. Su actitud dolía, de sólo imaginar que de ahora en más las cosas serían de ese modo una fuerte opresión se asentuaba en su pecho.Por un momento temió que Erdogan haya visto lo que sucedió con Emrah y ese sea el motivo de su enfado. Nerviosa se limpió las lágrimas y abandonó su habitación en busca del castaño. Recorrió cada rincón de la mansión, sin embargo no lo encontró por ningún lado. Frustrada se dejó caer en uno de los elegantes sitiales que adornaban la extensa sala. Se sentía angustiada y necesitaba aclarar las cosas con él. — ¿Por qué tan frustrada, hermanita?— La pregunta de Emrah logró sobresaltarla. No se había percatado de su de
—Papá...— las palabras no salieron, en su mente solo se repetía una y otra vez lo que su padre dijo, donde anunciaba que venían del burdel.Su mirada rápidamente cambió de dirección centrándose en Erdogan, quien se mantenía al lado de su padre en completo silencio y cabizbajo. ¿Por qué se había atrevido a hacer algo así? En vez de arreglar sus diferencias había preferido ir a revolcarse con un montón de prostitutas. Estaba indignada, furiosa y tremendamente celosa. Deseaba gritar, reclamar por sus acciones, sin embargo, todo aquello solo acontecía en su imaginación.—En vez de preocuparte por la vida de tu hermano deberías de preocuparte por prepararte, en unas semanas será tu cumpleaños y debes estar radiante para que pueda presentarte a mis socios—, esbozó una amplia sonrisa—. Me harás ganar bastante dinero, muchos hombres ricos desean tomarte como su esposa.—Como digas, padre. Lamento muchísimo haber interferido en las actividades de mi hermano—, hizo una leve reverencia para lueg