Dos días después de mi "reconciliación" con Frank, las cosas empiezan a mejorar, excepto con el pequeño Matthew, quien aparte de su pequeño momento de debilidad en el hospital, parecía por completo molesto, el día anterior me había visto abrazando a Frank para una fotografía y el pequeño engendro prácticamente había armado un berrinche alegando que su papi era solo de él.

Max por su lado, estaba contenta con las compras, Frank definitivamente no escatimaba en gastos sobre consentir a sus hijos, literalmente le había conseguido a Harold un coche nuevo, el mocoso recién tenía su licencia.

- Los estás malcriando - le digo cuando Max ve una increíble e innecesariamente grande casa de muñecas - ella no juega con muñecas

- pero ella quiere la casa de muñecas - se queja al salir de la tienda - mira lo feliz que está