Rusia fue un éxito, y la mirada de emoción en el rostro de Nath cuando sobrevolamos Italia no tiene precio, su vientre es enorme y pesado, el día anterior tuvimos nuestra cita de control con el doctor Smith y lucía seriamente consternado, mi mujer se veía delgada a pesar de tener un vientre tan grande, lo que significaba que tendría que ganar más peso si quería reponerse pronto
- deja de mirarme así - me ordena obligándome a mirarla a los ojos, sonrío con culpabilidad mientras acaricio su vientre
- estoy preocupado - digo encogiéndome de hombros, ella me sonríe con ternura mientras juega con su anillo
- todo va a estar bien, cariño - me asegura - los bebes están creciendo sanos, incluso nuestro pequeñín - me recuerda, y era cierto, el pequeño Carrot estaba recibiendo menos nutrientes que sus hermanos, pero estaba creciendo sano
- M
- FRAAAAAAAAAANK - grito dolorida, sintiéndome a punto de reventar - FRAAAANKestoy llorando para cuando mi tres veces esposo (sí, nos habíamos casado tres veces) entra corriendo a la habitación en traje de baño corriendo con la silla de ruedas a cuestas- aquí estoy, bebé, ya llegué - dice llegando a mi lado y empapando la cama junto a mi mientras aparta la sabana- ¿podrías traerme agua, cariño? - pregunto apretando los dientes e intentando pasar el dolor de la contracción mientras controlo la respiración - fue una falsa alarma- f-fal...¿qué? - dice antes de dejarse caer en la cama y temblar ligeramente- lo siento, amor - digo ligeramente culpable por el susto que debía hacerle pasar...por sexta vez este mes - solo ha sido una contracción- Natasha - gruñe molesto - ¿que mierda te pasa, mujer? me va a
Para cuando llegamos al hospital, apenas y puedo escuchar algo, Nath definitivamente no toleraba dolor- SOY UNA JODIDA PELIRROJA - me grita cuando lo comento, por suerte estábamos en un semáforo, pues la mujer me tomó por el cuello de la remera y tiró de mi hacia adelante con violencia - NO TOLERAMOS EL PUTO DOLOR-está científicamente comprobado - añade Viktor, quien una vez en el auto se había dedicado a grabar todo. Quintilllizos, había dado a luz cinco pequeños pelirrojos, y me tenían babeando de ternura, en especial cuando veía a Frank cargarlos de a tres a la vez, el hombre era tan grande que mis hijos se veían aún más pequeños, en especiar Carrot.- es hora de comer - me indica la enfermera, Lory, a quien contratamos para que nos ayudara con los pequeños, en especial ahora que los doctores nos habían dicho que Carrot tendría que estar bajo constante cuidado durante un tiempo para asegurar su corazón.- de acuerdo - murmuro posicionándome para poner los cojines en mis brazos y poder alimentar a mis hijos correctamente, Frank pone con cuidado a Orange y Oran'zhevy de forma que sus cabezas se rozan cuando empiezan a succionar, la sensación es extraña pero sencillamente me encanta, estoy alimentando dos pequeñas vidas con mi propio cuerpo.Frank se encarga de M&ouNatasha
La vida de padre nunca había sido tan complicada antes, y yo había criado a un niño en la universidad, pero solo tres días con los quintillizos en casa y no he dormido en 36 horas, Natasha tampoco, lo que la hace bastante más irritable, por el momento solo nos hemos enfrentado a un ataque grupal, cosa que agradezco, rara vez lloran al mismo tiempo.- ¿dónde está la maldita crema? - gruñe Nath mientras rebusca en la pañalera, su cabello rojo está revuelto y descuidado, tiene bolsas bajo los ojos y sigue dolorida por la operación Tres meses. Han pasado tres jodidos meses desde que me volví madre, y es el cumpleaños de Matty, el niño parece detestarme más con el paso del tiempo, y con la llegada de los bebés, las cosas solo se complican.Desde la mañana de su cumpleaños, cuando me propuse hacerle un desayuno especial, el mocoso se niega a comerlo, luego de la escuela, decide que quiere ir al cine y Harold lo entretiene en lo que preparamos la fiesta.mientras Frank se la pasaba de lo lindo inflando globos y sacando fotos a los bebés, quienes se turnaban para dormir y revolverse en sus coches. Max y Marcus nos ayudan con la decoración, y yo me he decidido a ganarme al engendro.Haría el mejor maldito pastel del mundo, aunque fuera de chocolate. Así que me pongo en ello desde temprano, incluso consigo hornear bizcochos que el niño adora y mis famosas galletas de chocolate y nueces, lo que claro, consigue queNatasha
La fiesta de Matt pinta bastante bien, y la casa tiene un olor a pastel recién horneado, que me da una sensación de calidez...que nunca había sentido, con una sonrisa acaricio las cabezas de mis pequeños pelirrojos, quienes tienen sus pequeños ojos abiertos-ya vienen - chilla Max desde la entrada, yo le hago señas para que baje la voz y con ayuda de Natasha, pongo a los bebés en sus coches, Matt estaba siendo bastante celoso con los bebés y hoy me dedicaría más a mi campeón.En cuanto la puerta se abre, todos gritamo
-Carrot - me quejo mirando el desastre en la sala, tener quintillizos y dos adolescentes entre manos era más difícil de lo que alguna vez imaginé- ¿Que hice ahora? - se queja mi pequeñín, seguía siendo más bajo que sus hermanos y un poco menos corpulento, pero fue el primero en hablar y caminar- Recoge eso - ordeno levantando una ceja - Y no me mires así señorito, si quieres ir a Rusia este verano, tendrás que hacer tus deberes.- Pero Zhevy... - empieza- MENTIRA - gritan Orange y Oranzhevy desde la cocina, me giro para mirarlos, ambos tienen el cabello naranja lleno de tierra, sus mejillas llenas de pecas tienen manchas de lodo- ¿Que mierda estaban haciendo? - pregunto mosqueada - Mörk!- él y Mör están viendo Star Wars con Max - informa Zhevy, Orange desaparece en la cocina y escucho un plato romperse, así que corro hasta
A partir de este punto, inicia la segunda parte de la historia, si han llegado hasta este punto, se los agradezco, signiica mucho para mí y nunca tendré como agradecerles, espero que disfrutaran de la primera parte de la historia, y ahora, les dejo la sinopsis de la segunda: Antes, Natasha Hoffman disfrutaba de la vida de casada y los retos más grandes en su vida eran: controlar a la manada de duendes que tenía por hijos y convencer a su marido de ir a ver partidos de futbol. Ahora, tres años después de la trágica muerte de su esposo, Natasha se enfrenta a un nuevo desafío, criar a siete niños no es nada sencillo, con un viejo amigo de vuelta en la ciudad y un corazón roto, Natasha no está segura de nada.