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Acuerdos y compromisos
Capítulo 46 Acuerdos y compromisosDespués de detenerse en el camino para que el niño se alimentará y dejará de llorar, Zacarías condujo durante un breve tiempo. Se detuvo observando al bebe dormido y le dijo sonriendo—Ahora si le toca comer a la mamá de Max—Deberíamos ir a la casa de la abuela, allí ya tendrán el almuerzo elaborado—No lo creo se suponía que almorzaríamos en casa de Tobías West y no pudo ser, voy a bajar a hablar con mi personal de seguridad, y enseguida vengo y pronto comeremos juntosRegreso, luego le quito al bebe de los brazos y con la otra mano la ayudo a bajar, luego la condujo hasta el restaurante, a los ojos de cualquier persona parecían una familia que venía a almorzar.El establecimiento estaba muy concurrido; sin embargo, se podía apreciar que proporcionaba cierta intimidad. Abigaíl nunca había estado en un restaurante tan elegante ni como cliente ni como empleada por lo cual al entrar observo con curiosidad todo a su alrededor.Un camarero bastante forma
¿Podría confiar en esta mujer?
Capítulo 47 ¿Podría confiar en esta mujer? — ¿Hacia dónde vamos?, esta no es la dirección de la casa de la abuela Perla—Abigaíl y Zacarías salieron del restaurante, allí al salir uno de los guardaespaldas le dio todo lo que el niño necesitaba y una bolsa con otras cosas Abigaíl cambió al bebe en el automóvil y luego después de subir al vehículo se marcharon —Te notifico que has sido secuestrada — ¿De qué hablas? —le pregunto con duda —No te escandalices —sonrió—me retaste a encontrar un momento para vernos íntimamente ¿cierto? Pues acepto tu reto. Estar a su lado sin poder tocarla ni hacerla suya, le resultó no solo extraño, sino una dulce tortura —Estás demasiado callada. Habla conmigo. —Solo me gustaría saber a dónde vamos —el paisaje que iban recorriendo era costero, ¿Iban a la playa? — ¿Por qué haces esto, siempre me llevas sin consultarme mi opinión? —Me retaste y siempre acepto los retos — ¿De qué hablas? —Estoy encontrando maneras de estar juntos, me lo pediste dijiste
¿Por qué le dolía tanto lo que estaba escuchando?
Capítulo 48 ¿Por qué le dolía tanto lo que estaba escuchando?Abigaíl no sabía que creer—Mira estas son fotos de cuando éramos novios, mira como nos veíamos allí, observaras más amor de mi parte que dé él, es que es muy fácil enamorarse de Zacarías—la expresión de Nora West era de una profunda tristeza, las lágrimas surcaban sus mejillas una tras otras, le era un poco difícil hablar y Abigaíl comenzó a sentir que quizás el sentimiento de esta mujer era real, pero también la actitud de Zacarías le había parecido real, su trato con el bebe, su ternura para con ella, además fue muy sincero al solo decirle que ser su amante es a lo que ella podía aspirar y le prometió que mientras durara su relación habría exclusividad. ¿En qué la había engañado? Reflexionando, de parte de él no había habido engaño, él solo le dijo que le gustaba, no le hizo falsas promesas, a menos que pretendiera tener relaciones con otras mujeres mientras estaba con ella y eso aún no había ocurridoUna a una Abigaíl f
Necesito una explicación y aclarar mis sentimientos
Capítulo 49 Necesito una explicación y aclarar mis sentimientosZacarías observó las fotos y ciertamente había una mujer abrazada con Liam, en una de las fotos ella estaba con su cabeza recostada sobre su torso y no podía observarse bien la cara de la mujer, pero por sus características físicas ya Zacarías había identificado quien es En otra de las fotos se la observaba a él tocando sus mejillas y esta vez la imagen de ella era muy clara y luego había una retirándose del lugar con el brazo de él en su espalda, donde se apreciaba claramente que era Abigaíl. —Quise venir a mostrárselas, porque las imágenes… —Santiago se detuvo ante los ojos fríos y decididos de Zacarías, él estaba muy concentrado, Santiago podía sentir su arrogancia —Voy de inmediato a la casa de la abuela— le dijo decidido—Señor West, me considero su amigo y le pido por favor que no haga juicios apresurados y escuche la explicación de la señorita Abigaíl, hasta el momento ella no le ha dado motivos para que desconf
¿Tú estás enamorado de mí?
Capítulo 50 ¿Tú estás enamorado de mí? Al día siguiente Zacarías despertó sintiéndose mal, tenía mucho dolor de cabeza y había amanecido con la misma ropa del día de ayer tirado en su cama. No recordaba casi nada de cómo había llegado aquí, fue hasta el baño, se ducho, luego se vistió y bajo. En el salón principal vio a Aarón acostado en uno de los sofás — ¡Hey, despierta! —lo llamo moviéndolo — ¡Déjame en paz! —le dijo poniéndose la mano en la cabeza — ¿Qué haces aquí? — ¿Qué pregunta es esa? Te traje a la casa, y a petición de la duendecito me quede a acompañarte — ¿De qué hablas? Además, no tienes por qué llamarla así —Idiota, la llamaste así anoche bien borracho y tuve que oír ese término no se cuantas veces, ¿No te parece que estamos bastante mayores para estos juegos? —¿La llame? ¿Qué paso? ¿Qué le dije?—pregunto asustado —Solo que la quieres y no deseas verla con otros hombres—se sonrió irónico — ¡No mientas! —No lo hago, pudiste decir más, pero te quite el teléfono,
Tiene que existir una explicación
Capítulo 51 Tiene que existir una explicación Ante el silencio de Zacarías, Abigaíl se atrevió a volver a preguntar— ¿Tú… estás enamorado de mí? —su silencio la mantuvo en suspenso, pero tenía que preguntar, no quería seguir en la inseguridad, incluso él podía mentirle con las palabras, pero vería en su mirada la verdad Zacarías se quedó congelado sin saber qué decir, miraba sus labios, sentía una ganas inmensas de besarla, una vez que la vio tan hermosa, no pudo escuchar lo que decía solo estaba concentrado en sus labios, tuvo que hacer un esfuerzo para concentrarse —Yo…quiero ofrecerte una disculpa por mi comportamiento ayer…lo admito estaba celoso, estoy celoso —Zacarías hizo énfasis en esta última frase., pensando «Yo solo quiero tenerte en mis brazos de nuevo, estar de nuevo solos tú y yo, y preocuparnos solo de amarnos, de ser nosotros mismo, nosotros… Junto a nuestro hijo, dejarme llevar por esta locura que siento por ti» Zacarías quería decirle todas esas palabras que est
¡Es el vientre en alquiler!
Capítulo 52 ¡Es el vientre en alquiler!Dos semanas después…— ¿Duende? —era el fin de semana, estaban en la casa de la abuela, Abigaíl había estado practicando y Zacarías jugaba con él bebe en su coche. Él tenía rato observándola, admirándola.Aunque desde su punto de vista eran la familia feliz y eso lo hacía sonreír, últimamente solo hacía visitas de novio adolescente. Él la consideraba su mujer, solo faltaba vivir juntos, era muy difícil verse dado los problemas actuales en la empresa, y había habido cero intimidad, aunque desde lo sucedido con Nora, seguían fortaleciendo el vínculo de la confianza como pareja.Abigaíl se detuvo y le presto atención, al escuchar su sobrenombre, el cual dicho sea de paso no le gustaba nada, aunque en sus labios se escuchara un poco tierno.— ¡Tengo hambre! —exclamo de pronto él con picardía — ¿Tan pronto? ¡Aún es muy temprano para el almuerzo!—Sí, tengo un hambre canina, devoradora, y horrible—él vio el momento exacto en que ella comprendió lo
¡Necesito saber quién es su madre!
Capítulo 53 ¡Necesito saber quién es su madre!El grito de Reinaldo hizo que algunas personas se giraran a verlos, al darse cuenta él se arrepintió. Para Clara esto no pasó desapercibido, en verdad Reinaldo mostraba un interés inusual en esta chica. La observo, ella le recordaba a alguien — ¿Nos hemos visto antes?Abigaíl que había estado tratando de ser indiferente antes estas personas, la miro, la mujer era bastante alta, imposible no verla sin alzar la vista—No lo creo señora—Tienes razón, no frecuentamos los mismos lugares, no somos del mismo grupo social, bueno hacia donde te diriges Zacarías, me gustaría conocer más a Max, y me imagino que Juliana no va a querer dejarte ¿Vienes llegando verdad?—No, Clara, más bien nos estamos retirando, no nos gusto el lugar—le indico sin la mas mínima vergüenza ante su mentira, pero ella no se dio por enterada— ¿Retirandote? Nada de eso, no lo permitiremos—Clara, ya te dijo que está retirándose, déjalo tranquilo—No lo permitiremos, tengo