Capítulo 50 ¿Tú estás enamorado de mí?

Al día siguiente Zacarías despertó sintiéndose mal, tenía mucho dolor de cabeza y había amanecido con la misma ropa del día de ayer tirado en su cama. No recordaba casi nada de cómo había llegado aquí, fue hasta el baño, se duchó, luego se vistió y bajo.

En el salón principal vio a Aarón acostado en uno de los sofás — ¡Hey, despierta! —lo llamo moviéndolo

— ¡Déjame en paz! —le dijo poniéndose la mano en la cabeza

— ¿Qué haces aquí?

— ¿Qué pregunta es esa? Te traje a la casa, y a petición de la duendecito me quede a acompañarte

— ¿De qué hablas? Además, no tienes por qué llamarla así

—Idiota, la llamaste así anoche bien borracho y tuve que oír ese término no se cuantas veces, ¿No te parece que estamos bastante mayores para estos juegos?

—¿La llamé? ¿Qué paso? ¿Qué le dije?—pregunto asustado

—Solo que la quieres y no deseas verla con otros hombres—se sonrió irónico

— ¡No mientas!

—No lo hago, pudiste decir más, pero te quité el