NARRA BERENICE Este niño iba a sacarme canas verdes. De un momento a otro había desaparecido, estuvimos unos diez minutos buscándolo por todos los recovecos –hasta debajo de las mesas— pero no tenía idea en donde se encontraba. El alma volvió a mi cuerpo cuando recibí un mensaje de Emerson avisándome que lo había encontrado. —¡Dios! Ese pequeño va a matarnos un día –. Exclamó Rose dándole de amamantar a Mía. —Fueron cinco segundos, estaba junto a nosotros y solo… desapareció –. Explicó Emmet. —Ahora me entienden cuando digo que tengo que tener cuatro ojos con él –dije sonriendo. Nos entretuvimos hablando unos minutos cuando el momento del ramo era anunciado por los micrófonos. Fui obligada por mi hermana –no miento—a participar de ello. Cuando me acerqué hasta el centro de la pista, donde todas las mujeres solteras estaban sonriendo en busca de su “pasaje al matrimonio”, Farrah al verme, sonrió como el gato de Alicia en el país de las maravillas, y les juro que me dio un poco de
Asentí y Emerson pasó un brazo por mi cintura atrayéndome a él. Me entregó el maldito sobre y lo tuve entre mis manos. Al llegar a nuestra habitación, Emerson se sentó en la cama y yo coloqué el pestillo a la puerta. Miré a mi novio pidiendo permiso para abrir el sobre y él solo asintió, otorgándome ese espacio.“Mi hermosa Belly, hoy estabas aun más hermosa que todos los días. Pero vuelvo a insistir con lo mismo, odio verte tan cerca de ese tipo. ¿Es que la promesa de amor que nos hicimos ya no existe? Te sigo amando como el primer día, como en esa clase de matemática ¿recuerdas?Dante estaba hermoso también, se parece tanto a ti… eso me gusta mucho. Ojalá le hayas hablado a Dante de mí, no me gustaría que crezca en una mentira… ya lo escuché llamar papá a tu… bueno ese hombre, y no me gustó para nada.Te amo Belly, aun más que antes. Mi corazón siempre será tuyo.Tu Benny.”Una solitaria lágrima cayó por mi mejilla. Todo esto era obra de Benjamín, no podía creerlo pero era así. Nadi
Belly. Belly. Belly. Delante de mí se encontraban esos ojos azules que tantos días me habían atormentado, y ahora estaba aquí, parada frente a mí en la sala de la casa que compartía con Emerson. ¿Qué carajos estaba buscando? —¿Por qué demonios me llama así? ¿Cómo sabe de ese apodo? –pregunté roja por el enojo y mi corazón golpeteando fuertemente en mi pecho. —Estoy segura que todo Forks sabe que mi hijo te llamaba de esa manera. Vengo en acción de paz, solo quería ser educada… lamento si te molestó –. Trató de disculparse manteniendo la calma en su voz. —¿Qué hace aquí? –volví a preguntar a la defensiva. —Creo que nos merecemos una charla. Quise hacerlo ayer, pero no era ni el momento ni el lugar. ¿Podemos hablar unos momentos? Me quedé pensando unos instantes. ¿Nunca se rendiría esta mujer? ¿Por qué seguía apareciendo en mi vida? —Muy bien charlemos, pero aquí no. Vamos al escritorio –. Hablé con voz autoritaria caminando hacia dicho lugar. Sentí sus pasos muy cerca de mí
—Aborrecí enormemente a ellos dos, había entregado todo de mí aunque sabía que él no me amaba como yo lo hacía. Dos meses después de haberme roto el corazón, él y ella se paseaban por toda la preparatoria de la mano, haciendo público lo enamorados que estaban. Él la miraba como siempre soñé que me mirase a mí; y ese día jamás llegó. Eran la pareja perfecta, todo el mundo estaba felices por ellos, menos yo. Estaba despechada y rápidamente pase del amor al odio. Deseé que les fuera mal con todas mis fuerzas, pero ese amor que se tenían era indestructible. Siguieron juntos aun cuando él terminó el secundario, todos los días iba a buscarla con algún detalle: ya sean flores, chocolates, cualquier cosa que a las mujeres nos gustan. Yo no volví a creer en el amor hasta que llegó Sam, pero igualmente una parte de mi corazón se había ido con él… ni siquiera Sam pudo apartarlo de mi mente, tuvo que luchar mucho para tener mi corazón completo el pobre de mi marido, hasta que lo consiguió –. Sonr
NARRA EMERSON Me desperecé lentamente estirando todos los músculos de mi cuerpo. Extendí mi brazo derecho en busca del cuerpo de mi ángel, pero no estaba allí. El lugar de la cama que le pertenece a ella se encontraba frío, así que deduzco que se había levantado hace rato. Abrí solo un ojo y visualicé los rayos de sol que se filtraban por la ventana. Me tapé los ojos con el dorso de mi brazo y dormité unos minutos más. Miré el reloj de la mesa de luz y ya era el mediodía. ¡Vaya! Había dormido bastante. Una sonrisa traviesa se formó en mis labios al recordar el porqué de mi placentero descanso. Nos habíamos entretenido más de la cuenta entregándonos el uno al otro con mi hermoso ángel. Era increíble como mi cuerpo reaccionaba a la mínima caricia de su piel. La amaba tanto que dolía, no concebía una vida sin ella. Perezosamente me levanté y aparté mi ropa para ducharme. Una vez debajo de la ducha mis pensamientos volaron a los acontecimientos de ayer. Sobre todo en esos sobres fucs
—Habla –dijo con voz autoritaria Peter. El chico abrió y cerró la boca dos veces y se removió en su sitio. Seth puso fuertemente uno de sus brazos en el hombro del sujeto desconocido fijándolo en su sitio—. ¿Quieres que te saque las palabras por la fuerza? –volvió a exigir mi jefe de seguridad y el chico se puso aun mas pálido. Una gota de sudor cayó desde su frente.—Espera Peter –dije calmando las aguas. Él asintió—. ¿Cómo te llamas muchacho? –pregunté ahora dirigiéndome a él, tratando de que mi voz no saliera muy intimidante.Me miró con temor y no dijo ninguna palabra.—Contéstale mocoso –reclamó Peter.—Nadie te hará daño, necesito entender qué es lo que sucede –. Peter murmuró algo como: “si no cooperas veremos si nadie te hace daño”, a veces podía llegar a ser muy exagerado.El muchacho me volvió a mirar y soltó un suspiro pesado—. Jo… John –dijo por fin tartamudeando.—Bien John, yo soy Emerson Harker –me presenté tratando que el chico se calmara—. Te daré la oportunidad que m
Seth le pidió los datos al joven y luego John se fue, dándome las gracias por no haber sido malo con él. ¿Cómo podría comportarme mal? No era su culpa, fue embaucado por el jodido hijo de puta de James, que pronto pagaría.Mi celular vibró en mi bolsillo del pantalón y una sonrisa se instaló en mis labios al ver que era de mi hermoso ángel.“Estás tardando demasiado. ¿Está todo bien? – Berenice”.Tecleé rápido una respuesta.“Todo está bien y estará mucho mejor cuando regrese a casa. Te amo –Emerson”.Al cabo de unos instantes recibí otra respuesta.“Yo también te amo, no tardes mucho. Ya te extrañamos –Berenice”.No pude responder más, ya que la voz de Peter me sacó de mis actividades.—Ya lo tienen señor, estaba preparándose para realizar un viaje al exterior.El muy cobarde quería escapar. Te falta mucho James para poder ganarme, pensé en mis adentros.—Gracias Peter. No sé que hubiera hecho sin ti y tu equipo –agradecí sinceramente poniendo una de mis manos en sus hombros.—Es mi
NARRA BERENICEMiré mi celular por… ya ni recuerdo cuantas veces. Emerson estaba tardando más de lo planeado y no había recibido ningún mensaje más de su parte, solo esa contestación que me supo a poco. Estaba comenzando a preocuparme.Luego esa extraña llamada de Nereida… ¿de qué no me estaba dando cuenta? ¿Qué tenía que ver ella en todo esto?—¿Pod qué no vienes conmigo mamita? —preguntó la voz de mi pequeño.—Necesito hacer algunas cosas, cielo. Pero abuelita Veronica te llevará, ¿de acuerdo? —contesté abrochándole su campera —. Dale de mi parte un beso muy grande a Mía y ayuda a tía Rose en todo lo que te pida.—Si mamita, hasta luego —saludó y fue hasta Emily para despedirse de ella también.—No sé que estará pasando mi niña, pero confío en que todo se solucionará. Cuídate mucho; apenas deje a Dante en casa de Rosario vendré.—No te preocupes, Jason está aquí. Cuando regreses te explicaré todo –agregué abrazándola bien fuerte.Minutos después Veronica y Dante partieron hacia la c