MILAMientras entrenaba en el gimnasio, también me dedicaba a estudiar sobre la mafia. Me pareció muy interesante aprender sobre sus reglas y tradiciones, y una de las cosas que más me llamó la atención fue la ley del silencio.La ley del silencio es una de las reglas más importantes de la mafia. Se refiere a la obligación de mantener el secreto sobre los asuntos de la organización. Esto significa que nadie debe hablar sobre los negocios, las actividades o las decisiones de la mafia con nadie que no sea miembro de la organización.Me pareció fascinante aprender sobre cómo esta ley se aplica en la práctica. Por ejemplo, si alguien rompe la ley del silencio, puede recibir castigos muy severos. En algunos casos, incluso puede ser condenado a muerte.Mientras entrenaba, también me preguntaba cómo era posible que esta ley se mantuviera durante tanto tiempo. ¿Cómo era posible que tantas personas mantuvieran el secreto durante tanto tiempo?Pero también me di cuenta de que la ley del silenci
MILALa cena romántica que Maximiliano ha organizado para mí es simplemente impresionante.La mesa está puesta con una precisión milimétrica, con platos de porcelana fina y cubiertos de plata brillante. El mantel es de lino blanco, y las servilletas están dobladas en forma de flores. En el centro de la mesa, un jarrón de cristal contiene un ramo de rosas frescas, cuyo aroma dulce llena el aire.A un lado de la mesa, una botella de vino tinto descansa en un cubo de hielo, rodeada de velas encendidas que proyectan sombras danzantes en las paredes. La luz suave y cálida de las velas ilumina el rostro de Maximiliano, que se sienta frente a mí con una sonrisa en los labios.Está vestido con un traje negro impecable, con una camisa blanca y una corbata de seda negra. Su cabello está peinado hacia atrás, y sus ojos brillan con una intensidad que me hace sentir como si estuviera desnuda ante él.Mientras me siento en mi silla, Maximiliano se levanta y se acerca a mí, con una mirada lasciva en
MILALa habitación es un espacio íntimo y acogedor, con una cama grande y cómoda que parece invitar a relajarse y olvidarse del mundo exterior. Las sábanas blancas y suaves parecen brillar en la luz tenue de la habitación, y las almohadas altas y esponjosas parecen esperar para acunar mi cabeza.El ambiente entre nosotros es cargado de tensión y anticipación. La conexión entre Maximiliano y yo es casi palpable, y puedo sentir la electricidad que fluye entre nuestros cuerpos. La habitación parece estar llena de una energía sensual y emocionante, y puedo sentir que estamos al borde de algo increíble.Maximiliano se acerca a mí, su mirada fija en la mía, y puedo sentir su calor y su presencia envolviéndome. La habitación parece estar girando a nuestro alrededor, y todo lo que importa es el momento presente, el contacto entre nuestros cuerpos y la pasión que está a punto de estallar.—Eres una mujer hermosa, Mila —dice Maximiliano, su voz baja y sensual mientras acaricia mi mejilla con su
MILAMaximiliano comienza a desvestirse con una confianza y sensualidad que me hace sentir un poco nerviosa y emocionada al mismo tiempo.Se quita la camisa primero, desabrochando los botones con una lentitud deliberada que me hace sentir como si estuviera disfrutando del espectáculo. La camisa cae al suelo, revelando su torso musculoso y perfecto.Luego, se desabrocha el cinturón de sus pantalones, y los desliza hacia abajo con una suavidad que me hace sentir un poco mareada. Sus pantalones caen al suelo, y queda desnudo ante mí, su cuerpo perfecto y musculoso.Me quedo sin aliento al verlo desnudo, mi mirada recorriendo su cuerpo con una admiración y deseo que no pueda disimular. Maximiliano sonríe, sabiendo que estoy disfrutando de la vista, y se acerca más a mí, su cuerpo cerca del mío.Tiene la polla dura, gruesa, con venas y mojada.Se acerca y, con un movimiento suave, abre mis piernas, deslizando la tela de mis bragas hacia un lado. Siento un calor intenso que se extiende por
MILALa noche que vivimos juntos sigue siendo un recuerdo vívido en mi mente, un torbellino de emociones y sensaciones que me hace sonreír cada vez que lo recuerdo. Y ahora, al mirar el monumento de hombre que tengo al lado, siento una oleada de cariño y gratitud.Su respiración suave y constante es como una melodía que en mi estado de vigilia, mientras que yo estoy completamente despierta, sumida en mis pensamientos y recuerdos. La luz de la luna que se filtra a través de las cortinas ilumina su rostro, destacando sus rasgos fuertes y masculinos.Me acuerdo de la forma en que me miró anoche, con una intensidad y un deseo que me hizo sentir como si estuviera flotando en una nube de éxtasis. Me acuerdo de la forma en que me tocó, con una suavidad y una pasión que me hizo sentir viva. Me acuerdo de la forma en que me hizo sentir, como si fuera la única persona en el mundo.Como me follo, me beso y me causo múltiples orgasmos.Y ahora, al mirar su rostro dormido, siento una oleada de amo
MAXIMILIANOSalgo de la habitación, sosteniendo la mano de Mila, mi mujer, mi novia... no estoy muy seguro de cómo definir nuestra relación en este momento, pero lo que sí tengo claro es que es la mujer que amo y que voy a proteger con mi vida.Caminamos por el pasillo, nuestros pasos resonando en el silencio. Me siento fuerte y decidido, sabiendo que haré todo lo que sea necesario para mantenerla a salvo y defenderla.No me importa enfrentarme a mis aliados, a mis enemigos, a quien sea. No me importa matar a todo el mundo con tal de verla en paz, feliz, junto a mí.La miro, su belleza me deja sin aliento. Su sonrisa, su mirada, todo en ella me hace sentir vivo, me hace sentir que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ella.Entro en el ascensor con MIla, y mientras bajamos hacia el parqueadero, noto que está un poco tensa.—¿Estás nerviosa? —le pregunto, mirándola con preocupación.—Sí —responde ella, su voz suave.—¿No confías en mí? —le pregunto, sonriendo.—Ciegamente —respond
MILAEstoy en la parte trasera del auto, con Maximiliano. Nuestro conductor conduce en silencio, mientras nosotros nos perdemos en nuestro propio mundo. De repente, siento el clima cambiar, el orgasmo se acerca. Tiro la cabeza hacia atrás, jadeando, y siento el calor de Maximiliano en mi interior cuando me llena con su esperma.—¿Sabes qué es lo que más me gusta de ti? —pregunta Maximiliano, su voz baja y seductora.—¿Qué? —respondo, mi voz apenas audible, jadeando encima de el y con su polla dentro de mi.—La forma en que te rindes a mí —dice Maximiliano, su mirada intensa y apasionada.—Me encanta cómo me haces sentir —respondo, mi voz llena de emoción.—¿Y cómo te hago sentir? —pregunta Maximiliano, su voz llena de curiosidad.—Como si fuera la única mujer en el mundo —respondo, mi voz llena de sinceridad.—Eres la única para mí —dice Maximiliano, su voz llena de pasión.Me organizo la ropa, despues de besarlo y gracias a Dios, el auto tiene aire acondicionado.—Mila, sabes que hay
MILAEstoy caminando junto a Maximiliano por un sendero abandonado, rodeado de árboles que parecen susurrar secretos en el viento.La niebla se cierne sobre nosotros, creando un ambiente misterioso y opresivo. Mientras avanzamos, el sonido de los grillos y el crujir de las hojas bajo nuestros pies son los únicos sonidos que rompen el silencio. De repente, Maximiliano se detiene y me mira con una sonrisa enigmática. "—Vamos, Mila—me dice, tomando mi mano y liderándome hacia un túnel abandonado que se extiende como una boca oscura en la distancia. El corazón me late con anticipación y un poco de miedo mientras entramos en la oscuridad.A medida que avanzamos por el túnel, la oscuridad parece cerrarse sobre nosotros. Pero entonces, las luces comienzan a encenderse, una a una, iluminando el camino frente a nosotros. La luz es tenue al principio, pero gradualmente se vuelve más intensa, revelando el interior del túnel. Puedo ver las paredes de piedra, las vías del ferrocarril y los restos