NUEVA YO

Capítulo 4

Carla abre los ojos, su cuerpo aún tiembla, se siente culpable por la muerte de su padre, por las decisiones que tomo en su vida

—¿Cómo te sientes? Te dije que no era buena idea, no hay nada peor que ver los estragos que dejamos atrás —Loreta le da la mano mientras le da un te para calmar los nervios.

—Quiero acabarlos, sacar este dolor de mi pecho.

Carla nunca había sentido el odio y mucho menos que algo como el dolor le carcomiera el alma.

Loreta sonríe, le da una palmada en la espalda

—Pense que eras una lobita tonta que moriría de hambre, pero veo que eres fuerte.

—¿Que debo hacer? No puedo permitir que la muerte de mi padre se quede inmune, que ellos me quiten las pertenencias de mi padre.

—Tu lo dijiste, Carla Bustamante murió junto a su padre, hoy debe renacer una loba más fuerte, eres a quién he estado esperando.

—¿Para que?

—Las dos tenemos deseos de lo mismo, Venganza.

*

*

*

Alonzo se entera de la muerte de Antonio, siente culpa tan fuerte como el dolor de cabeza provocada por la jaqueca del exceso de alcohol

—Ordeno que se le den honras fúnebres con altos honores, pidanle a Carla que regrese, he decidido cancelar mi destierro para que pueda vivir con su padre y el dinero le sea entregado.

Amelia escucha aquella conversación con enojo, toma un poco de aire, finge llorar y se acerca a Alonzo desconsolada.

—Mi amor, Antonio era como un padre para mi, y a pesar de todo Carla sigue siendo como una hermana, yo me encargaré de todo.

Los ancianos que están reunidos fruncen el ceño 

—¿Amor? —pregunta uno de ellos de inmediato.

—Alonzo y yo hemos regresado, como su futura luna, me quedaré a su lado para ayudarle en este escándalo.

Amelia responde por el Alfa, este les pide un momento, toma del brazo a Amelia y la lleva fuera del estudio.

—¡No hemos regresado!

—Tomaste mi virtud, debes responder.

—Yo no te pedí que te entregaras —Alonzo gruñe.

Amelia sonríe cínica

—Ahora entiendo, Estuvo Mal para Carla, pero como fuiste tú está bien.

Alonzo se queda en silencio, no sabe que responder ante este ataque.

—Luego pensaré que pasara entre los dos.

El Alfa regresa con los ancianos que desean saber que sucede, le juzgan pues el escándalo del destierro y lo que sucede con Amelia puede ser malinterpretado.

—Por ahora quiero que olvidemos el destierro de Carla, ella cometió un error Pero la muerte de su padre es ya un castigo.

El funeral de Antonio se lleva acabo esa misma noche, en medio de una lluvia torrencial que parecía cubrir a los presentes con la tristeza de la diosa Luna.

El Alfa mira a todos lados con la esperanza de encontrar a Carla en medio Pero no está, ordena que el lobo sea sepultado.

Carla vigila a lo lejos, llora desconsolada y se promete que nunca más derramará una lágrima, pues acaba de morir, Loreta habla en su oído asegurándole que ella será mas poderosa que ellos.

Pasan dos meses...

Carla se hace presente con un sensual vestido de gala en la fiesta del Alfa Roger Vidanti, el líder de la manada Bluemoon, el eterno rival de Alonzo.

El lobo va a anunciar su compromiso con Aurora, su novia elegida como Luna.

La presencia de Carla de inmediato desata miradas, la loba en estos meses uso su talento para trabajar en una joyería, sedujo al dueño que le dejo aquel negocio.

Había encontrado en su belleza un arma letal, la misma con la que iba escalando su posición social.

Roger al verla siendo un seductor de primera se acercó de inmediato

—¿En qué te puedo ayudar? Nunca he había visto en este lugar ¿Eres nueva en la manada?

—Si, llegué hace un par de días pues mi joyería se encargo de diseñar el anillo con el que perderás tu libertad.

Carla sonreía coqueta, sus ojos eran dos llamas de deseo fingido que atrapaba al lobo que la miraba.

—Un Alfa nunca pierde su libertad.

—Eso no es lo que va a pensar su prometida.

La conversación fue larga, para Roger no existía nadie más a su alrededor, solo ella que hablaba con una astucia que lo atrapa en su red.

Aurora se sentía avergonzada, se acercó para hacer una pequeña escena de celos.

—Lo siento mi señora, el Alfa es quien parece no entender que no tiene libertad.

Carla siguió su camino sin darle su nombre a Roger, este decidió seguirla.

—¿Irás tras esa mujerzuela? Yo seré tu reina.

—Mi reina Pero no mi cadenera, nadie me quita mi libertad.

Roger corrió hasta alcanzar a Carla que lo invitó a subir a su carruaje.

—No me dijo su nombre, es una descortesia que no le de la bienvenida.

Carla sonrió

—Es mejor que no lo sepa, se obsesionara conmigo e incluso anulará su compromiso.

—¡Nunca! Admito que usted es una loba bella, que puede dejar sin aliento a los lobos, Pero soy fuerte y conozco mis deberes a los que les doy prioridad.

Carla lo toma del mentón, lo besa, ella transpira sensualidad enredando a Roger en sus manos, el lobo se queda con los ojos cerrados y la boca abierta mientras ella se aleja.

—Ya puede bajarse de mi carruaje.

Ella abre la puerta, Roger se baja, al regresar a la fiesta donde su prometida le regaña por la humillación, este decide dar por terminada la fiesta.

Busca a su Beta

—Averigua todo de la dueña de la joyería que trajo el anillo de Aurora.

Carla llega a la casa que acaba de comprar dónde la espera Loreta ansiosa

—¿Cómo te fue?

—Creo que caerá, Pero no me siento bien en este papel.

—Recuerda que es tu nueva vida, Roger es el Alfa que necesita mover en tu ajedrez, solo el nos ayudará a tener la venganza que queremos.

Loreta la anima a continuar.

Mientras tanto en la manada Diamond.

Alonzo ha ordenado que busquen a Carla todos estos meses, espera una señal de ella, la ama, la extraña, sus celos fueron los que lo convirtieron en un mounstro.

Los ancianos líderes de las familias poderosas de su manada lo citan para una reunión.

—¿Que sucede?

—Hemos anulado tu matrimonio con Carla, porque es momento de casarte con Amelia.

—Ya les he dicho que no me casare con ella.

—¡Amelia está embarazada!

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